sábado, 26 de enero de 2008

El beneficio de la auto-motivación


El término motivación significa moverse, ir hacia algo. La automotivación tiene que ver con ponerle entusiasmo a la vida. La función de la automotivación es la de hacer la vida más llevadera, maximizando lo bueno y minimizando lo malo. Es buen recurso para sentirnos auto-motivados es ver lo bueno de todo lo que nos rodea, es esperar lo mejor del futuro, es disfrutar del presente. En Grecia, Heráclito en el siglo V A. C., planteaba que el cambio es lo único real en el universo y que nada se podía conocer realmente porque desde el momento que se observaba, ya estaba cambiando. La persona que se automotiva es aquella que piensa en las nuevas experiencias que le depara cada día, piensa en que aspecto puede mejorar su vida, piensa en como puede ser mejor y que puede cambiar para mejorarlo. El estado de ánimo de la gente es contagioso. A esto se le llama transferencia. Por lo tanto, si queremos estar motivados debemos rodearnos de gente motivada, gente que va hacia el éxito y no se conforma. Una persona motivada piensa en resultados y sabe que su esfuerzo le depara muchos beneficios. Piensa en la recompensa porque de este modo tiene fuerzas y voluntad para avanzar hacia su objetivo.
El buen humor también contribuye a la automotivación. La gente amargada siempre ve la mitad del vaso vacío, pero la gente motivada ve la mitad del vaso lleno. De las circunstancias negativas el motivado saca lo mejor, extrae enseñanzas, sabiduría, inteligencia. Las personas que triunfan son las personas que enfocan en lo que tienen y no en lo que no tienen. Incluso lo negativo es beneficioso para la persona motivada. El que se desmotiva tira todo por la borda, deja las cosas por la mitad, abandona la carrera, pero el que esta motivado siempre sigue hacia delante, busca conquistar el triunfo, capea las circunstancias y convierte lo adverso en beneficioso. Hace todo esto porque esta motivado, ama la vida, quiere salir adelante. Mientras escribía este artículo recordé unos conceptos sencillos pero positivos vinculados con la motivación que ahora voy a compartir con ustedes:


Lo que bien comienza, bien termina.
“Intente que las primeras horas del día sean lo más positivas posible. Lo queramos o no, todo lo que pase desde el momento en que nos levantamos hasta que llegamos a oficina por las mañanas, tendrá una influencia directa sobre nuestro nivel motivacional. Así que intente que esas primeras horas transcurran en lo posible sin mayores complicaciones. Por ejemplo, haga del desayuno un rato agradable para compartir con la familia, y no se enfoque a resolver problemas hogareños en ese lapso. Mejor déjelos para la noche.
No se deje influenciar por el clima.
Retomando lo que vimos anteriormente, no permita que el clima le eche a perder el día. De hecho, no permita que ningún evento fuera de su control le eche a perder su día. Llueve, truene o haga calor, siempre dígase al levantarse que éste será un día muy agradable, bien productivo y que todo le va salir muy bien.
Escuche cosas positivas por las mañanas.
Aunque nos convenga como líderes de una organización financiera el estar al día con las noticias de nuestro campo, nada va a pasar si mejor dejamos para la tarde el conocer esa información. La verdad es que la mayoría de las noticias que nos presentan los medios se enfocan en lo negativo –es entendible, pues eso vende--. Y si usted escucha información negativa por las mañanas –volvemos a lo mismo—ello puede afectar cómo usted se programe para comenzar el día. Así que, mejor deje las noticias para la tarde, cuando va de vuelta a casa.
Trate de sonreír y reír antes de llegar al trabajo.
Esta es una técnica científicamente probada. Cuando reímos, nuestro cerebro produce unas sustancias llamadas "endorfinas" que actúan sobre todo el organismo como analgésicos y como energizantes. Cuando usted escucha programas chistosos por las mañanas, o escucha música de ritmo acelerado que lo hace sonreír e incluso moverse un poco, ese milagro bioquímico se produce en su organismo, y ello afecta positivamente su sensación de bienestar durante varias horas. Así que intente comenzar el día sonriendo mucho y, si es posible, riéndose a más no poder. Una buena carcajada mañanera le energizará buena parte de su día.
Positivice su diálogo interior.
Todos los seres humanos pasamos largas horas del día conversando con nosotros mismos. Tenemos algo así como cintas pregrabadas que a veces ponemos a sonar una y otra vez. Si esas cintas hablan de cosas positivas, nos ayudan; pero si son cintas negativas, que nos recuerdan tal vez nuestros fracasos pasados, más bien nos quitan energía. Usted tiene el poder para decidir qué diálogo interior va a sostener consigo mismo. Positívelo. Cuando se "pesque" hablándose negativamente, diciéndose tal vez que no vale nada, que está feo o que nada le sale bien, detenga esa cinta, sáquela de la casetera mental, e introduzca otra en la que se autobombardee mensajes positivos. Otra actitud que va en contra de su bienestar es cuando usted se enfoca sólo en sus debilidades. Más bien, enfoquémonos en nuestras fortalezas y nuestra percepción del mundo cambiará. El positivar el diálogo interior es una técnica empleada por los mejores psicólogos del mundo, y le puedo asegurar que funciona.
Involúcrese en actividades extracurriculares.
Una forma muy inteligente de "desenfocarnos" al menos por ratos de las situaciones tensantes que a veces experimentamos en la oficina, es el que contemos con una o varias actividades de las llamadas "extracurriculares". Son actividades que no tienen ninguna relación con lo que hacemos en el trabajo. Por ejemplo, usted podría involucrarse con un grupo comunal para embellecer su barrio; o podría ser miembro de un equipo deportivo que va a "quemar tensiones" una vez por semana; o podría ayudar en un asilo de ancianos o dirigir a las muchachas guías o a los "boy-scouts" de la comunidad. O podría involucrarse en un campeonato de bolos o meterse en un taller literario y dar rienda suelta a sus musas. Todas esas actividades son una muy oportuna y recomendable válvula de escape para dejar salir nuestras normales tensiones, y para dar a nuestra mente la posibilidad de reconocer que puede "desenfocarse" a voluntad de las situaciones que le causan tensión y desmotivación.
Asóciese con gente positiva.
Si quiere aprender a ser positivo, júntese con gente que ya lo sea. El ser positivo es contagioso y si usted habla con personas que ya se enfocan en las posibilidades, no en las limitaciones, generalmente comenzará a ser como ellos. Eso se llama el proceso de "contaminación positiva". Por otra parte, aunque como jefes y líderes que somos no podemos desvincularnos de personas negativas que a veces tenemos en nuestros equipos, sí podemos aprender a neutralizarlas en nuestra mente. El proceso es muy sencillo: esa gente negativa se parece a un "vampiro energético": cada vez que uno habla con ellas, terminan diciéndole que todo va mal y que va a continuar peor. Entonces nos drenan la energía. Ante esa situación, acostúmbrese a bloquear en su mente, en su fuero interno, toda insinuación o afirmación negativa que escuche. Recuérdelo: Usted tiene el poder para decidir qué acepta y qué no acepta. Nadie puede desmotivarlo si usted no lo permite.
Tome los fracasos como simples experiencias.
Esta es una condición permanente en los líderes ganadores. Ellos saben que –como dijimos antes—de vez en cuando el juego de la vida nos va a enviar a la lona. Y eso duele... cómo duele. Pero los líderes que aprenden cómo automotivarse no se quedan llorando por siempre por el hecho de haber caído. Por el contrario, toman los fracasos como simples experiencias de las cuales aprenden. Incluso muchos dicen: no hay fracasos, sólo retroalimentación. Los líderes ganadores –y seguro usted puede ser uno de ellos—miran esos pequeños escollos como peldaños para alcanzar alturas superiores. Mientras que los verdaderos fracasados, que son la gente negativa, ven en cada situación un problema, los líderes positivos y motivados ven en cada situación una oportunidad.
Agradezca la reafirmación, pero no viva sólo de ella.
Hay personas que viven esperando que el mundo a su alrededor apruebe todo lo que hacen, ¿los conoce? Bueno, a todos nos gustaría que nuestros colaboradores, nuestros jefes y los clientes aprobaran totalmente y en forma continua nuestras acciones. Pero ello no funciona así. Tarde o temprano usted va a recibir retroalimentación negativa, en forma de críticas o de de-saprobación. Usted debe estar preparado mentalmente para aceptar que aunque la reafirmación externa es muy deseable, no siempre la vamos a recibir. El verdadero líder maneja sus propias baterías de reafirmación interna, y tiene almacenada suficiente carga como hacerle frente a los embates del entorno. El sabe que no siempre recibirá una total aprobación, pero también sabe que si cree en sus propias potencialidades, podrá mantenerse a flote continuamente. Así que agradezca la reafirmación de los demás, pero no viva sólo de ella.
Finalmente, sea perseverante en sus técnicas.
Como dijimos al principio de este comentario, el ser positivos y el estar motivados se puede aprender. Es cuestión de aprenderse técnicas probadas por muchos líderes de éxito del mundo y probadas también por los mejores científicos de la mente. Entonces, lo que nos queda es comprender cómo funciona este proceso. Nuestro cerebro es como una máquina programable. Si durante muchos años hemos dejado que las circunstancias externas nos manejen, y no nosotros a ellas, quiere decir que tenemos programado el cerebro para reaccionar en la dirección contraria a nuestros intereses. Lo que tenemos que hacer es volvernos perseverantes, comenzar a aplicar estas técnicas con disciplina, reprogramar nuestra mente y hacernos cargo de nuestra propia motivación. Seamos conscientes que de vez en cuando la motivación se nos va a escapar de las manos... momentáneamente, pero que con un mínimo esfuerzo podremos volver a capturarla. Entre más practique usted estas técnicas de automotivación, más fácil se le volverá mantenerse más y más automotivado”.
Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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