domingo, 4 de marzo de 2007

Los que tienen determinación.


“Cada día es mayor mi convencimiento de que la diferencia entre unos y otros hombres, entre el débil y el fuerte, el sobresaliente y el insignificante, es la energía e invencible resolución de llevar a cabo el propósito formado y vencer o morir en la demanda”, dijo Fowell Buxton. Cuando uno tiene determinación esta dispuesto a terminar lo que comenzó, cueste el trabajo que cueste. La firmeza en querer realizar algo hace que lleguemos a nuestro destino. Perseverar pese a los obstáculos, pese a las pruebas, sin dejar de lado las obligaciones y responsabilidades, es tener la cabeza bien puesta, cumpliendo con esmero el proyecto personal.
Las personas que tienen las resoluciones en sus mentes también la tienen en su comportamiento. La determinación hace que nuestra voluntad de fortalezca y crezca en pos de los objetivos. La determinación consiste en marchar hacia delante. No importa contra que debamos pelear con tal de construir el éxito. No importa la montaña de imposibles que quiera detenernos. No importa si las personas creen o no en nosotros. Lo que importa es saber lo que se quiere y ponerlo en práctica.
Alexander Pope era lisiado y apenas se podía mover pero llego a ser uno de los gigantes de la literatura inglesa. En la celda de una prisión, Jhon Bunyan escribió El progreso del peregrino, obra literaria constituyente de una epopeya de las letras inglesas. Robert Louis Stevenson jamás estuvo libre, ni siquiera un par de horas, de agudos dolores en todo su cuerpo y de una tos seca, desagradable. Sufría fiebre y tuberculosis. Empero, escribió La isla del tesoro, además escribió relatos excitantes y humorísticos.
Annette Kellerman y George Jowett también son ejemplos de determinación ya que lograron sobreponerse a sus discapacidades físicas. Annette Kellerman era coja y enfermiza y no quería compasión. Simplemente deseaba un cuerpo perfecto. Entonces, con firme determinación, ejercicio y tratamiento profesional, desarrolló un cuerpo perfecto. Se la juzgo como una de las mujeres más perfectamente desarrolladas del mundo. Llegó a ser campeona mundial de zambullida. George Jowett aunque era un tímido niño cojo y débil, igual que Annette, decidió que la determinación era más positiva que la compasión. Y estaba en lo cierto. En vez de compungirse por su estado físico, cargó y recargó su mente y su cuerpo con determinación y lo que ocurrió fue que en diez años llegó a ser el hombre más fuerte del mundo. Con determinación se puede lidiar con infinitas limitaciones físicas, sociales y mentales. Hay que determinarse y sacar del camino los escombros. Hay que sortear los obstáculos. Hay que mirar hacia delante. Hay que ir hacia delante.

Julio César Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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