domingo, 18 de marzo de 2007

Del conocimiento a la realización.


“La peor de las carencias es la inteligencia”, dijo el Dr. Enrique Rojas.

“Del conocimiento a la realización”

Actualmente vivimos en un mundo complejo y sofisticado. El siglo XXI ha demostrado que para vivir bien hace falta tener conocimiento. Y este conocimiento se halla en los libros y las enciclopedias. Alguien dijo que la verdadera Universidad de nuestra época de especialización y conocimiento es una buena colección de libros, adaptados a nuestras necesidades y actividades particulares. Los libros, para los ignorantes, son considerados un lujo inalcanzable, pero, para las personas inteligentes, son una necesidad ineluctable. El conocimiento nos conduce a la realización. Basta una hora diaria dedicada a la lectura de buenas obras para que toda persona pueda salir del pantano de los mediocres y convertirse en una persona que sabe vivir, decidir, existir con sabiduría. La persona inteligente desea convertir su cabeza en un armario lleno de libros importantes. Cuando uno lee sabe cada vez más y sabe cada vez menos. Tomás Edison reflexionó: “No conozco ni la millonésima parte del uno por ciento de nada”.
Henry Ford dijo: “Quien deja de estudiar es un viejo; no importa que esto le suceda a los 20 o a los 80 años”. Siempre debemos crecer. Por eso hay que leer. Leer un buen libro equivale a aprender sobre las artes, las ciencias, la historia, la política, los idiomas y cuanta cosa exista. Obviamente, si somos buenos lectores correremos el riesgo de quedarnos sin cabeza, ya que nuestra capocheta puede convertirse en una librería ambulante. ¡Es una broma! Cada día debemos introducir en nuestro magín algún volumen. Esto nos llevará a otros volúmenes que tentarán nuestra curiosidad. Estudie y trabaje simultáneamente, pues sin conocimiento la vida es más complicada y más difícil de transitar. Por supuesto que la vida enseña más que muchos libros y la experiencia es irremplazable. Pero de todos modos hay que leer. El conocimiento es una de las cosas más importantes de la vida, el principal guión. Para entender la vida, para ordenarla y tutelarla, necesitamos saber, conocimiento. El conocimiento nos permite ordenar esta jungla terminológica llamada realidad. Hay muchas formas de vivir y realizarse, pero todas hilvanadas por el mismo hilo conductor: El Conocimiento. Cuando alberga conocimiento se instala de un modo sabio en la realidad y saca provecho de las elecciones de vida. ¡El conocimiento ilumina!
Muy bien, para finalizar, deseo contarte la siguiente historia: “Un gran barco atraviesa el océano; va muy cargado y viaja con todas las precauciones. Un día, sin más, el motor del mismo deja de funcionar. Sin perder tiempo, el capitán manda llamar a un técnico del puerto más cercano. Llega el técnico, trabaja una semana y no obtiene resultados. Entonces, contratan al mejor ingeniero naval del país más cercano. Trabaja tres días sin descanso, y nada…El barco sigue averiado.
La compañía de navegación llama al mejor especialista del mundo en el mantenimiento de aquel tipo de naves. Llega al barco, da un vistazo a la sala de máquinas, escucha ruidos inusuales, toca las tuberías, saca un pequeño martillo de su caja y da un par de golpes en determinados lugares. Luego, ordena que pongan en marcha el motor y funciona todo con normalidad sorprendente. Llegan las facturas de los tres servicios. Por una semana de trabajo, el técnico cobra 700 dólares; 100 por día. El ingeniero naval, por tres días, cobra 900 dólares; 300 por día. Y el especialista cobra 10.000 dólares por la reparación.- ¿Cómo es que cobra 10.000 dólares por una hora de trabajo y un par de golpes de martillo?-preguntan los directivos de la compañía. Entonces, el especialista les presenta la siguiente factura: Por dar unos golpes: 1 dólar. Por saber dónde: 9.999. Eso es el total: 10.000. Todos quedaron boquiabiertos…”
Julio C.Cháves.

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