Pedro estaba en la barca y vio a Jesús caminando sobre las aguas y quiso ir a donde estaba él, entonces, Pedro dijo: “Señor, si eres tu, mándame que vaya donde tu estas”. Y el Señor le dijo: “Ven…”. Y Pedro comenzó a caminar sobre las aguas yendo hacia Jesús, pero al desviar la mirada del Señor comenzó a hundirse en el agua, mas el Señor fue hacia él y lo levantó. Miremos al Señor. No miremos las circunstancias. No miremos los problemas. Miremos las soluciones. Si queremos prosperar trabajemos más. Dios le dijo a Josué: “Te daré toda la tierra que pise la planta de tus pies”. Donde vayamos Dios irá delante nuestro abriendo caminos. Pisemos la tierra que deseamos. Pongámosle ganas. Si Dios estuvo con Moisés cuando fue a liberar al pueblo de Dios en Egipto, también esta con nosotros. Si Dios estuvo con el profeta Elías cuando hacía milagros, también esta con nosotros. Si Dios estuvo con Pedro y pudo caminar sobre las aguas, también esta con nosotros y podremos caminar sobre todos nuestros problemas.
Si nosotros avanzamos, Dios avanza con nosotros. Si trabajamos, Dios trabaja con nosotros. Si estamos sembrando, Dios va sembrando con nosotros. Si Dios es nuestro socio, todo nos saldrá bien. Antes de salir de la barca Pedro espero que el Señor le dijera que vaya a él. Antes de emprender algo o hacer un negocio recibamos una palabra del Señor.
Confesemos las promesas de Dios. Hablemos la palabra. Entonces, cuando venga la tormenta, la palabra que Dios nos dio nos sostendrá en medio de la dificultad. En vez de hablar de los problemas, hablemos las promesas. Si estamos desempleados, no nos quejemos, confesemos que Dios suplirá todas nuestras necesidades. Dios es nuestro ayudador, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
En la barca Pedro no estaba solo, también estaban otros discípulos, pero Pedro fue el único que creyó en la palabra de Jesús y por eso fue el único que caminó sobre las aguas. Es verdad que se hundió, pero también es verdad que tuvo fe, le creyó a Jesús y aunque se mojo un poco, camino sobre las aguas y triunfo.
Julio césar cháves escritor78@yahoio.com.ar
Si nosotros avanzamos, Dios avanza con nosotros. Si trabajamos, Dios trabaja con nosotros. Si estamos sembrando, Dios va sembrando con nosotros. Si Dios es nuestro socio, todo nos saldrá bien. Antes de salir de la barca Pedro espero que el Señor le dijera que vaya a él. Antes de emprender algo o hacer un negocio recibamos una palabra del Señor.
Confesemos las promesas de Dios. Hablemos la palabra. Entonces, cuando venga la tormenta, la palabra que Dios nos dio nos sostendrá en medio de la dificultad. En vez de hablar de los problemas, hablemos las promesas. Si estamos desempleados, no nos quejemos, confesemos que Dios suplirá todas nuestras necesidades. Dios es nuestro ayudador, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
En la barca Pedro no estaba solo, también estaban otros discípulos, pero Pedro fue el único que creyó en la palabra de Jesús y por eso fue el único que caminó sobre las aguas. Es verdad que se hundió, pero también es verdad que tuvo fe, le creyó a Jesús y aunque se mojo un poco, camino sobre las aguas y triunfo.
Julio césar cháves escritor78@yahoio.com.ar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario