Las creencias pueden ser buenas o malas. Las creencias correctas conducen a la bendición, pero las creencias incorrectas conducen a la maldición. Por lo tanto, si queremos ser exitosos tenemos que cultivar creencias de fe. El que habla fe es porque tiene creencias correctas. Los problemas pueden ser grandes, pero nuestro Dios es mucho más grande que todos nuestros problemas. Dios quiere que saquemos de nuestras mentes las creencias de estreches y las cambiemos por creencias de expansión. Si pensamos en nuestros problemas jamás los solucionaremos, pero si pensamos en soluciones nuestros problemas irán desapareciendo a medida que vayan apareciendo.
Durante años en las iglesias se enseño muchas cosas incorrectas, se enseño que el dinero es malo, que estudiar es malo. Por esto en las iglesias no hay millonarios, no hay profesores y hay pocos profesionales. Los pastores han enseñado erróneamente durante años que los cristianos tenemos que funcionar dentro de la iglesia cuando en realidad a la iglesia vamos con el fin de poder funcionar fuera de la iglesia, con el propósito de funcionar en la vida. Ahora, la realidad es que el dinero no es malo, lo malo es el amor al dinero. Entonces, prosperar no tiene nada de malo. Si trabajamos Dios quiere que seamos bendecidos en todas las áreas de la vida, incluyendo en el área financiera. También vale decir que estudiar no tiene nada de malo. Al contrario, estudiar nos capacita para alcanzar todos nuestros sueños. Dios quiere que estudiemos y seamos sabios. Dios no es anti-intelectual ni aborrece los libros sino que por el contrario él se alegra cuando ve a uno de sus hijos estudiando, capacitándose, estudiando y alcanzando sus sueños.
Las creencias correctas nos expanden. Dios quiere capacitarnos para que cuando vengan los problemas podamos resolverlos con sabiduría. Dios va a expandir nuestro vocabulario. La gente no cristiana va a pedir nuestro consejo. El apóstol Pablo es un ejemplo de creyente intelectual. Cuando estuvo en Grecia citó a Epimenides. Cuando estuvo en el areópago dijo: “En ti nos movemos, somos y existimos”. Esta era una frase de un filósofo famoso. Pablo conocía los textos seculares de su época, era un lector voraz, era inteligente, sabio. Pablo tenía un vocabulario expansivo. Pablo caminó 14.000 kilómetros. Fundó más de 30 iglesias. Murió a los años. El lenguaje de pablo no era religioso, su lenguaje era expansivo. La gente lo escuchaba porque era sabio, estudioso. Dibujemos en nuestra mente el futuro que deseemos y creámoslo.
Si creemos que Dios nos va a bendecir y trabajamos por conquistar la bendición, entonces seremos bendecidos. Podrán tirarnos en un pozo, pero ese pozo va a llevarnos a la bendición. Si hacemos lo correcto y estamos sufriendo por ello, quedémonos tranquilos porque Dios nos hará prosperar en la tierra de nuestra aflicción. Nuestra vida va adonde van nuestras creencias. Creamos en las promesas de Dios. Nuestro destino es la victoria en Dios. Dios siempre abre las puertas. Dios tiene todas las llaves. Sus graneros están llenos de bendiciones. Pidámosle lo que necesitemos porque él esta esperando que le pidamos lo que necesitamos para bendecirnos abundantemente. La creencia que tenemos que almacenar en nuestro espíritu es que Dios va a bendecirnos donde quiera que vayamos, él va delante de nosotros abriendo caminos, Dios nos hará prosperar en la tierra de nuestra aflicción.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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