domingo, 4 de julio de 2010

El principio de los ganadores, por Bernardo Stamateas

Dios no cierra los ojos porque está encima nuestro, conectado las veinticuatro horas porque sabe que tendemos a hundirnos y con El encima nos expandimos.
1º- Nada se pierde de un día para otro, todo lo que se pierde es en proceso.Una pareja nunca se divorcia de un día para otro, antes pasaron por un proceso de desgaste grande durante mucho tiempo.


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Un coche se rompe paso a paso, en un proceso. Una casa no se cae a pedazos en un instante, ni se cae el techo de golpe, primero entra la humedad, después se esparce, se descascara el techo y luego se cae.
Nadie pierde la salud de un día para el otro, dejamos de hacer gimnasia, comemos los que nos daña, nos vamos descuidando y, así perdemos la salud.
Hay un factor desencadenante, la última gotita que llenó el vaso, para que eso suceda. Pero, el factor desencadenante no es el motivo por el desgaste sino la última gota de un proceso.
Echaron a una ranita en una olla de agua hirviendo. La ranita saltó. Pusieron otra rana en una olla con agua fría, le calentaron el agua y, poquito a poco, la rana quedo hervida.
Porque el deterioro viene paso a paso, poco a poco.
¿Por qué todo se deteriora?
Porque todas las cosas están sujetas a la muerte, todo tiende a descomponerse, a morir, a ser maldecido, a desaparecer. Todo.
Entonces, ¿cuál es el gran secreto de los ganadores?
“El gran secreto de los ganadores es que están encima de las cosas.”
Todo lo que crece, es por estar encima .
Los sueños importantes se logran estando encima, persiguiéndolos.Cuando le estás encima a la gente la ayudás a liberar su potencial. Estar encima a tus hijos, a tu esposo o esposa, a tus empleados, a tus líderes, a tus discípulos, vas hacer que liberen su potencial.
Moisés estuvo encima a Josué; Pablo estuvo encima a Timoteo.
Todo sobre lo que no estoy encima tiende a morirse.
Muchas de las cosas que se han desgastado, que hemos perdido, ya sea relaciones afectivas, gente, trabajos, carreras, las hemos perdido por no estarles encima.
“Estar encima ” me retumbó toda la semana en la cabeza, de parte del Señor y me dijo “esta es la palabra para mi pueblo”.
Tenemos que estar encima a toda la gente, a mis sueños, a los dones que Dios me dio, a mi familia, a mis hijos, a mi trabajo, a mis discípulos, a mi unción, porque todo lo que yo cuide crecerá y liberará su potencial .
Cuando entramos en televisión por primera vez, fue en Crónica TV; grabamos un micro con Alejandra, no teníamos ninguna experiencia televisiva, no sabíamos absolutamente nada de nada. Cuando lo llevamos al canal, nos atendió la productora general, puso el micro que duraba cinco minutos. Lo miró, se quedo callada, 10 segundos más y dijo: “Apáguenlo, esto que hicieron es una reverenda porquería”. ¿Y en qué está mal?, le preguntamos. –“En todo. Háganlo de nuevo.” Llegamos muy enojados, y volvimos a grabar los cinco minutos y se lo llevamos.
Lo miró y observó: “la camisa verde, la silla roja, el fondo azul, la…. Esto es una basura, háganlo de nuevo”. Lo volvimos a hacer sin poner tantos colores, tuvimos en cuenta el fondo, el videograph…, todo como ella nos explicó. Y llevamos el primer programa acerca del cáncer, del suicidio. La productora lo miró y dijo: “¡Ay, cáncer! ¡No, esta palabra! ¡¿Suicidio?! Esto no sirve. Hagan…”.
¿Qué pasó? Nos estuvo encima hasta que lo que grabamos y salió perfecto. Hoy le damos gracias a Dios porque esa fue la primera etapa, la de entender cómo funciona el mundo mediático, el mundo televisivo. ¿Cómo liberamos nuestro potencial? Porque esa señora nos estuvo encima.
Dios te pondrá gente que va a estar encima tuyo, parecería que te va a torturar pero no será así, sino que te estará expandiendo para que salga tu mejor potencial.
“Estar encima” es saber todo, de mi gente, mi sueño; dónde, cómo, cuándo.
Les hablo como líderes, como gente que tiene trabajo, a los que tienen empleados, a los que tienen familia, deben saber “todo”. Estar encima.
Cada semana los pastores nos presentan un informe diciendo cuánta gente vino, cuánta faltó, qué le pasó a cada líder; nosotros les estamos encima: informe, datos, detalles, todo.
La Biblia dice que todo a lo que no le estés encima tenderá a morir; todo a lo que le estés encima tendrá vida.
“Estar encima” es estar comunicado cada día.
Una pareja que no se está encima (no hablo sexualmente), se va fraccionando, quebrando.La persona que tiene un equipo de líderes, de gente de trabajo, de empleados, si no se comunica a diario, permanentemente, sistemáticamente, se quebrará.
Hace poco estuve en una empresa importante hablando a sus directivos, eran doce. Les hablé acerca de la importancia de la comunicación frecuente, porque cualquier grupo que no se comunica tiende a inventar chismes o cualquier necedad y ocurre en el momento que falla la comunicación frecuente.
“Estar encima” de nuestros hijos significa hablar todos los días con ellos. Dónde, cómo, cuándo, con quien fueron, qué hicieron, qué no. “Estar encima” de nuestra esposa o esposo, de nuestros nietos, de nuestros discípulos.
Manejar una comunicación frecuente, continua, rápida.
¿Sabías que Dios está encima nuestro las veinticuatro horas? La Biblia dice: “ No se dormirá el que guarde Israel y sus ojos están abiertos de día y de noche sobre nosotros.”
Dios no cierra los ojos porque está encima nuestro, conectado las veinticuatro horas porque sabe que tendemos a hundirnos y con El encima nos expandimos.
“Estar encima” no significa torturar a la gente, ni asfixiar, taladrar, sermonear, molestar, regañar. Es saber qué le pasa de primera mano.
“Estar encima” molesta al enemigo, por eso debemos hacerlo frecuentemente. El enemigo nos robó y hemos perdido mucho por no estar encima.
Había una viuda, en la época de Jesús, que fue a un juez y éste no le quería hacer justicia (aparentemente le habían robado una propiedad o finanzas). La mujer iba día y noche a decirle: “hazme justicia, hazme justicia, hazme justicia.” Mañana, tarde y noche; de lunes, martes, miércoles; primera semana, segunda semana; en enero, febrero, marzo…. Hasta que el juez malvado, que no temía ni a Dios ni a los hombres, dijo: “Esta mujer me es molesta, me rompió la paciencia, no la aguanto más, le voy a dar lo que me pide”.
El diablo soltará lo que te pertenece cuando estés encima diciéndole: “Diablo, me vas a devolver todo lo que me sacaste, lo que me pertenece” y tiene que escuchar tu reclamo y todo volverá a tu mano.
“Por un tiempo el juez malo no la escuchó pero se le acabó el tiempo”, dice la Biblia.
Se le terminó el tiempo al enemigo, Dios levantó un pueblo que estará encima de las promesas, de la sanidad, de los sueños, de las palabras proféticas.
Dios le dijo a su siervo: “Cada día empuja con todas tus fuerzas la gran roca que está junto a la puerta de tu cabaña”. El hombre perseveraba fielmente en lo que Dios le pidió. Día tras día, antes de ir a su trabajo, el hombre empujaba la gran piedra con toda su fuerza pero ésta no se movía. Después de muchos años, el siervo de Dios aún perseveraba obediente y empezó a sentirse frustrado pues la roca no se había movido ni un milímetro. Finalmente, dijo al Señor: “Ya estoy viejo y cada día he empujado la roca pero ésta no se ha movido. ¿Por qué he fracasado? El Señor le respondió con profundo amor: “Querido hijo, cuando te pedí que empujaras la roca no era con el fin de que ésta se moviera. Quise más bien enseñarte a dominar tu cuerpo, fortalecer tu alma por medio de la disciplina, a conocer tu fortaleza y tus límites. Empujando la roca con perseverancia has aprendido a vencer la tentación del demonio que te decía que era inútil y has fortalecido tu fe. Además yo sabía que tus enemigos eran fuertes y vendrían contra ti. Por eso quise que ejercitaras tu cuerpo. Gracias a tu perseverancia empujando la piedra cada día desarrollaste una gran fuerza física y tus enemigos no han podido contra ti. Ahora eres fuerte espiritual y físicamente, has vencido al demonio y a tus enemigos de la tierra. ¿Crees que fracasaste? Cierto, no has movido la roca pero tu misión era sólo ser obediente y empujar para que yo cumpla en ti mis designios. Lo has conseguido ahora, mi querido hijo, yo moveré la roca”.
Sé perseverante en lo que Dios te prometió y Él te honrará, y si te dio un sueño, lo alcanzarás aunque te digan que “no se puede”, “suceda lo que suceda.”
Dios quiere enseñarte algo poderoso: carácter de perseverancia .
Si te mantenés firme en lo que Dios te aseguró, antes de recibirlo, ya ganaste el premio. El carácter perseverante de “estar encima” hará que disfrutes del premio.
Cuando delegamos una tarea estamos encima por un tiempo, pero después creemos que ya la persona funciona sola, y lo hará bien una o dos semanas pero después irán dejándolo pero no por ser malos sino porque todo tiende a la maldición, crece sola. Todo el mundo está sujeto a maldición.
“ Pasé por la casa de un hombre vago y vi que tenía una huerta, una viña pero vi que no la había cuidado, no la había trabajado. Crecieron los espinos, perdió todo, dice Salomón. Eso ocurrió porque no le estuvo encima.
“Lo más valioso que un hombre puede tener es sabiduría”, dice la Biblia.
Con sabiduría divina podemos resolver cualquier conflicto, lograr cualquier sueño.
“ Mejor es la sabiduría que las piedras preciosa, mejor es la sabiduría que el oro ”, dice Salomón, el hombre más sabio.
Sabiduría es la habilidad dada por Dios para saber vivir y resolver conflictos.
Dice Mike Murdock: “No existen problemas matrimoniales sino falta de sabiduría”.
El sabio responde cualquier dificultad, sabio es el que gana almas.
La persona que gana la mente de otra recibirá sabiduría divina. No se trata de predicar, evangelizar, sino algo más poderoso: ganar las mentes, impartir sabiduría. Si estoy encima la persona se va transformando, creciendo hasta tener la mente de Cristo, y con una sola vez no es suficiente.
Se le acercó a Jesús un experto en Teología y le dijo: “Señor, quién es mi prójimo” (porque quería debatir). Y Jesús respondió: “Te contaré una historia. Había un hombre, que iba de Jericó a Jerusalén y lo asaltaron, lo golpearon y dejaron medio desnudo. Por el camino, venía un sacerdote y cuando lo vio, no lo tocó porque se podía contaminar ya que iba hacia el templo, -para él lo importante era el rito-.
(Así como ese hombre está la gente, medio muerta, desnuda, porque el enemigo la ha violado, torturado, y te la enviará.)
Luego pasó un levita, un adorador, lo miró y dijo “No te toco porque amo a mi Señor” y siguió de largo; y llegó un samaritano (que se odiaban con los judíos, no se ayudaban, ni hablaban, no comían la misma comida, no se tocaban) y se acercó, lo vendó y lo curó. Lo puso sobre su caballo y lo llevó a un mesón, le “estuvo encima”, lo cuidó durante una noche y después pagó al dueño de la estancia para que lo cuidara hasta que él volviera.
Jesús preguntó: “¿Quién pensás que es su prójimo?” El experto teológico que no quería ayudar sólo saber, gente que quiere opinar pero no hacer. Como las personas que vienen a escuchar de Dios pero no para que su vida cambie sino para agregar datos, nuevas revelaciones a su biblioteca mental.
Entonces el experto dijo: “Bueno, el samaritano es su prójimo”.
Y Jesús respondió: “Haz lo mismo”.
Hay tres necesidades, que si logramos satisfacer en la mente de los hijos, esposo, empleados, esa persona será transformada para siempre.
1º necesidad: Sentido de Identidad.Toda persona necesita saber quién es, en Dios; y nuestra tarea es devolver a la gente, que vuelvan a descubrir quiénes son en Dios, muy importantes .
Cuando los haces sentir importante, cuando los valoras y te sentís orgulloso de tus hijos, esposa, compañeros de trabajo, les estás cambiando la mentalidad. Eso significa repetirle las promesas de Dios.
Deuteronomio dice: “ a tus hijos repetí las promesas, anotásela en la vestimenta, en la entrada, en la salida de la casa, cuando se levanten, cuando se acuesten, a la noche… repetir.”
La mente no cambia de un día para el otro, necesita repetición, palabras. Cuando leemos los salmos, descubrimos a David diciendo: “ el Señor es mi castillo”, “El es mi fortaleza”, “Tú eres mis refugio”. Está diciendo lo mismo con quinientas palabras distintas.
Y Dios le dice “tú eres mi hijo”, “yo te amo”, “eres la niña de mis ojos”. No hay ninguna diferencia, Dios dice lo mismo con distintas palabras. ¡Repetición!
Mc. Gregor descubrió una teoría importante que hoy se usa en las empresas: la Teoría de XY. Dice: “Si crees que la gente es difícil, complicada, loca, actuarán de acuerdo a tu creencia. Pero si pensás que es dócil, tiene ganas de trabajar, ama su trabajo, funcionarán de acuerdo a tu teoría. El problema no es la gente sino las expectativas que ponemos en ellos. Si la tratás no como es, sino como puede llegar a ser, si la ves como si ya tuviese lo que Dios le prometió, esa persona cambiará.”
Eso lo dijo Jesús. Y te estoy preparando porque Dios pondrá gente cerca tuyo, te asignará la gente que no conocés para que le ganes el alma, le devuelvas el sentido de identidad y le muestres quiénes son en Dios. Y Dios dará sabiduría divina para todo.
La gente está hambrienta de ser reconocida, de que los valoren, que alguien los haga sentir importantes, y si queremos ayudarlos para que tengan la mente de Cristo, validarlos es nuestra tarea.
Todos los seres humanos tenemos esta necesidad: “Yo sé quién soy en Dios”.
Mientras te importe, moleste o duela lo que la gente opina es que no te has graduado aún, pero cuando ya nadie te lastime habrás desarrollado tu sentido de identidad.
Una persona que sabe quién es en Dios, es libre de la gente y su mente ha sido cambiada. Hay personas con muchos años de creyentes y aún no se han graduado, y Dios sigue repitiéndoles, durante las veinticuatro horas; tienen un líder, un pastor que los llama, que les manda regalitos, que están encima, pero no logran nada porque ellos deben saber quienes son en Dios.
Hay miles de cristianos que se han apartado, que están lastimados, porque nadie les enseñó el “sentido de identidad”.
Ganar gente para el Señor y hacer discípulos es otra cosa, es tomar una mentalidad y estar encima hasta que sea graduada y sepa quién es Cristo.
2º Necesidad: Sentido de pertenencia.Todos necesitamos pertenecer a un grupo. Una persona que se empieza a congregar, se gradúa en sentido de pertenencia. Debemos congregarnos porque Dios nos dice que hay una unción corporal que alimenta la unción personal.
Hace un tiempo vi a alguien que hacía mucho que no veía y se lo comenté, me respondió: “Es que Dios me prosperó, me abrió negocios, estoy trabajando, ganando mucho dinero y vengo cada tanto. Te prometo que voy a ir a servir al Señor”
Y le dije: “ese es tu error. No tenés que servir al Señor -porque acá no se sirve al Señor, se sirve en la ciudad-, tenés que venir porque tu fuente es la unción corporal. Debes venir a recibir una estrategia nueva para seguir expandiéndote afuera.
Hay una unción corporal al congregarnos y vamos a la iglesia para recibir las estrategias, cargarnos la unción, tomar fe para que al salir se expanda.La persona debe descubrir que tiene que estar unido a una iglesia, recibir una unción apostólica.
Somos una iglesia que va a la vanguardia, punta de lanza, anormal, conquistadora, soñadora, buscadora de presencia, profética, pionera, militante, prototipo, agresiva, adicta a la presencia, radical, reformadora, abre brecha, visionaria y restauradora. Eso es este cuerpo, y cuando nos congregamos tomamos la unción que está en todos.
El samaritano lo llevó al mesón. El mesón es la iglesia, el cuerpo, la unción corporal.
Para las personas que vienen y no vienen, que miran las reuniones por Internet, le digo: No pueden decir que están bien con Dios porque les falta graduarse en el sentido de pertenencia. Debes calzarte la camiseta del ministerio donde Dios te plantó, hay una unción apostólica, apóstol es el llamado a ganar gente y esta es una iglesia sabia porque el foco está en las personas.
Cuando nos reunimos, Dios nos da estrategias, nos carga fe, abre las puertas, nos bendice, todos necesitamos sentido de pertenencia.
No venimos a ver qué hace el otro, ni a opinar sino a recibir Palabra de Dios. La unción corporal alimenta unción personal .
El enemigo ha lastimado a tanta gente que no se congrega porque él sabe que solo, aislado, por más que ore y lea la Biblia no va a crecer.
El autor de Hebreos dice: “no dejes de congregar y menos cuando se viene el fin”. Júntense, motívense, carguen las pilas porque todo lo que recibimos se expande, y todo lo que hagamos saldrá bien.
3º Necesidad: Sentido de propósito.Propósito es que una persona recupere sus sueños.Cuando alguien dice: “En este ministerio empecé a soñar cosas grandes”. ¡Estas Graduado!
Una mujer me decía que su hijo la maltrataba y me pidió oración para que no la maltrate mal. Y yo le dije: No, debemos orar para que tu hijo sea sanado, prosperado, bendecido y sea un hombre de Dios. Elevá su nivel, tenemos que expandir la mente.
Hay pastores que tienen doscientos miembros y creen que parieron el avivamiento, porque es lo más grande que han soñado. El desafío es expandirse, para que mirar las pavadas y soñar grande, porque vamos por más. Cuando una persona sabe quién es y nadie la lastima, cuando se congrega, recibe unción, tiene sentido de propósito, sueña cosas grandes, está graduada.
Y una vez graduada se dedicará a entrenar a otro, a transformar su mentalidad.
Todo lo que hagas, Dios lo hará contigo.
Jesús llamó a doce y los estableció, les estuvo encima. Hasta en Getsemaní, Jesús estaba lleno de angustia y dijo: “quédense y oren”. Pero no era para que oren por él, sino para mirarlos, estarles encima. Y luego que murió y resucitó estuvo cuarenta días para estarles encima un poco más.
“Ahora me voy pero les mando el Espíritu Santo”, les estaría encima guiándolos a lo que deban hacer.
Debes estar encima de las personas, aunque no entiendan nada hoy, seguí con ellos porque cuando se gradúen, sabrán unirse al cuerpo y soñar cosas grandes.
Nos vamos a multiplicar. Tu corona es la gente a la que le cambiaste la mentalidad. Pablo dijo: “ Uds. son mi corona ”.Todo lo que hagas a otros, Dios lo hará contigo.El que gana las mentes, es una persona sabia para Dios.

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