lunes, 26 de enero de 2009

¿El sufrimiento también es una inversión?

Es común encontrarnos con personas que desearían olvidar completamente su pasado. Se quejan de su pasado, de los sufrimientos experimentados, de las lágrimas derramadas y esto hace que trunquen su presente. Los que piensan en olvidar su pasado piensan erráticamente que su pasado no tiene nada que ver con su presente, cuando en realidad un pasado inconcluso puede atarnos al fracaso para siempre. Lo cierto es que nadie puede olvidar su pasado. Y también es cierto que no podemos cambiar nuestro pasado. Ahora, lo que si podemos hacer es cambiar la interpretación que hacemos de nuestro pasado. En realidad, los fracasos del pasado pueden significar los éxitos del presente y el futuro.
Los derrotas de ayer nos ayudar a valorar los triunfos de hoy. En la vida todo ayuda para bien. Nada sucede por casualidad. Si Dios permitió que transitemos el camino del sufrimiento es porque quizá quiere sacar lo mejor de nosotros. Interpretemos nuestro pasado como una bendición. Si hemos sufrido podemos ayudar a los que sufren. Si hemos pasado hambre podemos ayudar a los hambrientos. Con nuestros pensamientos vamos creando nuestra realidad. Si pensamos que podemos sacar algo bueno de nuestro pasado lo haremos y sacaremos beneficios de él. Realizar nuestros sueños aunque tengamos un pasado negro es posible si tal solo creemos. Las conquistas personales dependen esencialmente de cada uno. Los fracasos de ayer significan el éxito de mañana.


Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar