viernes, 16 de octubre de 2009

Saca todos los rencores de tu vida


El resentimiento y la bronca nos alejan de la bendición de Dios. Perdonar o perdonarnos, es fundamental si queremos dejar atrás la maldición y ser bendecidos por Dios. Pedir perdón nos brinda bienestar interior, limpieza espiritual y nos hace portadores de la paz de Dios. Generalmente nos enojamos y acumulamos broncas porque las otras personas no son como nosotros queríamos o nos defraudaron el algo.
Pregunto, ¿Por qué los otros tienen que ser como nosotros queremos? ¿Por qué tienen que satisfacer nuestras expectativas? La realidad es que todos los seres humanos somos diferentes, gobernados por miedos, miserias, sufrimientos por causa del pecado original. Así que tenemos que mostrar empatía, poner en el lugar del otro. Con guardar rencor y odiar a nadie no ganamos nada, antes bien sufrimos y hacemos sufrir a otros. Por todo esto tenemos que dejar atrás todos los rencores y odios que albergamos, dándole lugar al perdón. Todos cometemos errores, pero insistir en esos errores no nos aportará ninguna bendición. Perdonar, perdonarnos y aceptar el perdón de Dios es sumamente importante porque únicamente de este modo podemos despegarnos de todos los rencores y resentimientos que nos atan a la maldición.
El camino del perdón nos permite vivir con salud espiritual, emocional y física. Por supuesto que las ofensas duelen. Por supuesto que ser lastimados es doloroso. Por supuesto que ser heridos por aquellos en quienes confiamos no es para nada agradable. Por supuesto que cuesta dejar atrás el rencor. Pero con la ayuda del Señor podemos ser libres del rencor y el resentimiento, podemos perdonar y ser perdonados, podemos ser bendecidos. “Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos…santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo,…limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”. (Hebreos 9:13,14).

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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