Para los cristianos los cielos están abiertos. Dios es quien satisface todas nuestras necesidades. Si estamos enfermos Dios puede sanarnos. Si no tenemos trabajo Dios puede abrir puertas de trabajo. Si nos sentimos solos Dios va a hacernos sentir su compañía. Si escuchamos la voz de Dios él nos guiará por sendas de justicia. Cuando Dios abre los cielos nos da recursos, nos da ideas y pensamientos que dan mucho fruto. Las ideas que Dios da abren puertas, cambiar formas de pensamiento, inspiran bendición. Las ideas que Dios da están disponibles para todos aquellos que tienen sueños y quieren crecer.
Si Dios abre los cielos las cosas comienzan a suceder, los obstáculos se corren de nuestro camino. No dejes que nadie te robe los sueños. No dejes que nadie te robe la fe. Confía en Dios y él hará. Los recursos de Dios son inagotables. Abramos la mente. Si somos cerrados de pensamiento, entonces los cielos se mantendrán cerrados, pero si abrimos la mente, entonces saldremos victoriosos. Cuando Dios abre los cielos nos da conexiones de oro. Conoceremos gente que nos bendecirá. Si tenemos fe pongámosle fecha y hora al cumplimiento de nuestros sueños. “Nadie llegó al Monte Everest solo, se necesita un equipo para llegar a la cima”, dice Lucas Márquez. Necesitamos de otros. Ningún hombre es una isla completo en sí mismo. Dios abre los cielos y hace que la gente comience a fijarse en nosotros para bendecirnos. Incluso aquellos que no querían bendecirnos nos bendecirán.
Si los cielos están abiertos no necesitamos que nadie apruebe nuestra conducta. Ya estamos aprobados por Dios. No recitamos que nadie nos apruebe ni nos reconozca porque Dios ya nos compró con la sangre de Cristo. No busquemos ser admirados por nadie ni admiremos a nadie. No necesitamos admirar a nadie, necesitamos ser inspirados por Dios, ser inspirados por gente de fe. Las puertas de los graneros del cielo están abiertas para darle recursos a todos aquellos que esperan la bendición de Dios. Tampoco pongámonos en víctima. No somos víctimas de la gente ni de las circunstancias. Los cristianos de fe nos hacemos cargo de nuestra vida, tomamos nuestras propias decisiones. Otra cosa que no hacemos la gente de fe es intentar cambiar a la gente. No necesitamos cambiar a nadie, respetemos a los demás, aceptemos. Cuando aprendamos a respetar a la gente la gente más maravillosa conectará con nuestra vida. Si queremos cambiar cambiémonos a nosotros mismos. Porque cuando una persona cambiar el entorno cambia solo. Si tenemos fe la gente que nos rodea comenzará a tener fe. Si comenzamos a movernos la gente que nos rodea comenzará a moverse. La fe fomenta fe. Los milagros fomentan milagros. Dios nos ha dado recursos, nos ha dado semillas que sembrar, nos ha dado sueños que alcanzar. Nunca subestimemos los recursos de Dios. Nunca subestimemos los panes y los peces que tenemos porque eso que parece poco, en las manos de Dios es mucho. Dios nos ha dado fe para derribar a Goliat. Si Dios nos dio una pequeña vasija de Dios no nos preocupemos porque la aceite comenzará a multiplicarse. Si Dios abre los cielos nada nos faltará. Si Dios abre los cielos nadie puede cerrarlos. Dios es nuestra fuente.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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