El salmo 119: 165, dice: "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo". Advertimos en nuestra urbe personas que piensan en cualquier cosa. El librepensamiento y el relativismo moral caracterizan al hombre moderno. Esta es una época turbulenta e intranquila. La gente no tiene paz.
Te preguntaste alguna porqué no hay paz en este mundo y predomina la guerra, la rivalidad, el antagonismo, la envidia, las contiendas y la maldad. La respuesta es sencilla: No hay paz en este mundo porque la gente se alejó de Dios. Por eso dijo Jesús: "La paz os dejo, mi paz os doy". (Juan 14:27).
Jesús no da paz como la da el mundo. En el mundo las personas encuentran seguridad y "paz" en el dinero y el poder. El que tiene dinero puede ser feliz. El consumismo y el materialismo han alienado al hombre moderno, pero lo cierto es que el ser humano únicamente encuentra paz en Dios. Confiar en Dios permite vivir confiado, tranquilo, con paz. Y si tenemos paz con Dios, también tenemos paz con nuestros semejantes.
Hace unos cuantos años, un misionero veterano se encontraba en un avión que volaba en círculos sobre la ciudad San Louis, Estados Unidos, pues no podía aterrizar debido a la mala visibilidad. En tanto que disminuía el combustible del avión, el misionero escribió por sí acaso, su última voluntad y testamento: "Hay paz, perfecta paz... la vida con Cristo es la manera correcta de vivir. En esta hora hay seguridad. Ahí esta Dios, debajo de todas las incertidumbres de la existencia humana. Por tanto, descanso en Dios". Cada vez que atravesemos una situación parecida a la del misionero tenemos que confiar en Dios ya que él es nuestro oportuno socorro, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Un predicador dijo que el que no tienen tiempo para Dios, tiene tiempo para sufrir. Entonces, si queremos que todo nos vaya bien y superemos toda adversidad que encontremos en el camino, tengamos tiempo para Dios y repeleremos al sufrimiento. Como dijo el salmista: "Los que aman a Dios tienen paz".
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