Mientras transitamos la era de la información muchos seres humanos están perdiendo la perspectiva. El conocimiento ha aumentado considerablemente pero la sabiduría brilla por su ausencia.
Hace cien años el poeta británico Alfred, Lord Tennyson se lamentaba diciendo: "El conocimiento crece, pero la sabiduría se rezaga". La Biblia destaca esta crucial diferencia entre un mero conocimiento y una sabiduría auténtica. Actualmente hay una sobrecarga de información. Si buscamos en google, el buscador más poderoso del mundo, podemos encontrar abundante información sobre cualquier temática. El libro de proverbios hace hincapié en que no es suficiente con adquirir conocimiento, información; es necesario e imprescindible cultivar el entendimiento que se base en un temor reverente a Dios. (Pr. 1:7).
El apóstol Pablo dijo en segunda de Timoteo 3:7, que muchas personas siempre están aprendiendo y jamás llegan a entender y comprender la verdad que realmente importa. La Internet es una herramienta fabulosa de nuestro tiempo. De hecho, contribuye al mejoramiento de la comunicación. Sin embargo, el conocimiento no sirve de nada si no va acompañado de sabiduría. Únicamente la Biblia versa sobre la persona más relevante de la historia humana: Jesucristo. (Colosenses 2:3).
El apóstol Pablo dijo en segunda de Timoteo 3:7, que muchas personas siempre están aprendiendo y jamás llegan a entender y comprender la verdad que realmente importa. La Internet es una herramienta fabulosa de nuestro tiempo. De hecho, contribuye al mejoramiento de la comunicación. Sin embargo, el conocimiento no sirve de nada si no va acompañado de sabiduría. Únicamente la Biblia versa sobre la persona más relevante de la historia humana: Jesucristo. (Colosenses 2:3).
En síntesis, la persona sabia es aquella que adquiere conocimiento, se actualiza, pero siempre teniendo en cuenta el conocimiento más importante que puede tener un ser humano: El temor a Dios.
1 comentario:
saludos hermano bue blog sigue adelante
Atte.
Luis E.
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