lunes, 10 de marzo de 2008

El descalificador


El término descalificar significa: “Desacreditar, desautorizar o incapacitar”. Diariamente veo reiteradas descalificaciones. Veo que los fuertes (descalificadores) descalifican a los débiles (descalificados). Empleadores que descalifican a sus empleados. Padres que descalifican a sus hijos. Esposos que descalifican a su cónyuge. Vale decir que descalificar es desacreditar, disminuir o quitar el valor o la estimación de algo o alguien. Desacreditar es desautorizar, privar de la capacidad o la actitud a otros. Descalificar es incapacitar. Ciertamente el término descalificar abarca muchísimas situaciones humanas. Hasta podemos decir que la mayoría de la gente, por no decir casi todos, descalifica a otros. Muchos encubren su actitud descalificante con contra-argumentación. Dan una respuesta en contra de lo expuesto con el propósito de disminuir la estima del que expone. Creo que el que hace esto es porque desea mostrarse, procurando disminuir la opinión de terceros, para sobrevaluar su propia opinión. Un ejemplo de esta argumentación perversa es la de un sector político que opina negativamente del partido contrario. En fin, el único objetivo del descalificador es ser más fuerte que su oponente, es decir, al disminuir a otros logra exaltarse.


El que descalifica busca calificarse porque se siente descalificado. Seguramente tiene un problema de baja estima. Porque el que no sabe cuanto vale como persona busca dañar a otros. El descalificador es tiende a desestabilizar a su víctima, procurando conseguir que el otro pierda progresivamente la confianza en sí mismo. Además, se vale de miradas, gestos, insinuaciones, mentiras, tergiversaciones, humillaciones, irresponsabilidad, desamparo, extorsión emocional, con el fin quebrar la autoestima de los demás. Este tipo de personas evade responsabilidades empleando excusas, justificando de este modo su comportamiento siniestro. El descalificador quiere que el descalificado pierda el respeto a si mismo y desconozca su valor como ser humano. En lo que atañe a su libertad, a su autonomía, a su derecho a vivir como quiera conforme a su propia decisión, el descalificador le hace creer al descalificado que este no es capaz de emprender tan ardua empresa.
Los que descalifican a otros son personas egoístas, mezquinas, dominantes, no dejan crecer a nadie a su alrededor y cada vez que alguien esta por levantar cabeza, entonces lo hunden con desprecio, indiferencia, descrédito. Estos personajes urbanos son vampíricos, depredadores, asesinos de la moral, fomentadores de las malas intenciones y el antagonismo exacerbado. Cada vez que estemos ante una persona que desacredita, desautoriza o incapacita a los demás, debemos tener en cuenta que estamos ante un descalificador. ¡Huyamos de este tipo de gente!


Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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