sábado, 15 de marzo de 2008

El ángel exterminador



La familia es la institución más antigua de la sociedad. Es la unidad básica de cualquier civilización. Es el principal soporte de un pueblo. Si la familia se quiebra o se rompe incide sobre el individuo. En el antiguo testamento a cada familia israelita se le advirtió que matara un cordero y que con su sangre untaran el dintel y los postes de la puerta del frente de la casa, con el propósito de evitar que el ángel exterminador le quitara la vida al primogénito. El que tuvo la responsabilidad de matar el cordero y hacer este trabajo fue el padre. Cuando el ángel paso por el pueblo y vio los dinteles de las casas manchados con la sangre, paso de largo. Si el padre no cumplía con su deber el hijo mayor perdía su vida. Otro ángel exterminador esta pasando por la ciudad donde vives y viene con desamor, infidelidad, enfermedades, y engaño con el fin de destruir tu familia. Esto quiere decir que es imprescindible que los padres unten con la sangre de un cordero el dintel de nuestra casa, de tal modo que cuando pase la muerte todos conserven sus vidas.


Muchos hogares ya están siendo exterminados. Un estudio de unos psicólogos de una universidad de Estados Unidos señaló que el 69 % de los violadores, el 72 % de los adolescentes criminales y el 70 % de la gente con largas condenas provenían de un hogar sin padre. Lamentablemente tengo que admitir que muchas familias están engendrando adolescentes y jóvenes con estas características. Proverbios 22:6 aconseja a los padres: “Educa a tu hijo desde niño, y aún cuando llegue a viejo, seguirá tus enseñanzas”. Del mismo modo que Noé escuchó la voz de Dios y construyó el arca y salvó a su familia del diluvio, los padres responder por su familia. Hebreos 11:7 cuenta: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
Los padres deben saber que la crisis de la pareja constituye la maldición de los hijos. El ángel exterminador esta fomentando la decadencia y la falta de compromiso afectivo, lo cual constituye la ruptura del matrimonio. Como dije líneas arriba, los padres responden ante Dios por la vida de sus hijos. Por lo tanto, en este momento histórico en que la familia es objeto de muchas fuerzas que tratan de destruirla o deformarla, creo que los padres cristianos deben velar por sus hogares, orando por sus hijos, congregándose con su esposa e hijos, asegurando la plena vitalidad física, emocional y espiritual, así como su promoción humana y cristiana, contribuyendo de esta forma a la renovación de la sociedad y del pueblo de Dios.


Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

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