lunes, 24 de marzo de 2008

El complejo de detective


Es un detective como Sherlock Holmes. Es cerebral, irónico, ingenioso e “intelectualmente” inquieto. En ocasiones resulta un poco brusco, pero es cortés con los hermanos en la fe, pese a que desconfía de ellos. Aunque no es muy ordenado en su rutina diaria, es sumamente habilidoso disfrazándose.


Su característica más notoria es la utilización del razonamiento puro para resolver los casos más intrigantes, pudiendo llegar a las conclusiones más sorprendentes a partir de los detalles aparentemente más triviales gracias a su extraordinario poder de concentración y a sus amplios conocimientos.
Cuando se entera de que algún hermano en la fe esta siendo víctima de una tentación o algún tipo de problema de índole espiritual, en seguida le propone al líder de turno ayudarlo a aclarar la situación de los casos que presenten dificultades de interpretación espiritual.
Siempre hay alguien a quien investigar y siempre encuentran algún hermanito que con una pajita en el ojo, obviamente ni se enteran de que tienen una viga en su propio ojo. Ellos tiene muchos pecados sobre sus espaldas pero creen que la sangre de Cristo siempre limpia sus pecados y los justifica, pero únicamente sus pecados. Los de sus hermanos son pecados imperdonables.
El complejo de detective es un cáncer espiritual que esta deteriorando la iglesia. Los que practican las actividades detectivescas tendrían que tener en cuenta lo que dijo Jesús en el sermón del monte: “No juzguéis para que no seáis juzgados”.


Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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