sábado, 9 de febrero de 2008

Hacerse el disimulado


Disimular es encubrir, esconder, disfrazar, ocultar, fingir. Una persona disimulada finge no saber que pasa a su alrededor. Disfraza su curiosidad de indiferencia. Encubre su odio y expresa afecto. Oculta armónicamente todo lo que hace o dice. Aparentemente perdona las ofensas, pero cuando tiene la oportunidad critica o apuñala por la espalda. El disimulado siempre es una víctima. El no habla mal de nadie, pero los otros siempre procuran ensuciar su reputación.


Siempre anda a las apuradas. No tiene tiempo para nadie. Lo que pasa es que él tiene sus razones para ser un individualista. Cuando tiene un compromiso finge estar enfermo. Cuando tiene que pagar una deuda finge no tener plata. Si pide plata prestada termina por pagar el préstame cuando se le antoje. Finge felicidad aunque por dentro sea un desgraciado. El disimulado es peligroso. No se puede confiar con él. Siempre encuentra excusas que justifican su accionar. Cuando tiene que comprometerse con algo o alguien, dice: “Lo voy a pensar. Dame tiempo. Las cosas apuradas salen mal”.
Las artimañas del disimulado se codean con el egoísmo y la maldad. Siempre evita que lo cuestión. Adulando esconde su ignorancia. Mintiendo encubre su falsedad. No le importa nadie, excepto él mismo. Si sabe lo que le pasa a fulano o mengano se hace el desentendido y hace como que no vio ni escucho nada. El disimulado es un sujeto que con tal de beneficiarse a si mismo busca perjudicar.

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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