domingo, 13 de enero de 2008

Hedonismo: búsqueda desenfrenada del placer


El hedonismo es la doctrina ética que identifica el bien con el placer y que propugna evitar todo dolor, toda responsabilidad. Actualmente es notable como han crecido los comportamientos hedonísticos. La búsqueda del placer es desenfrenada. Casi todos buscan el placer sin pensar en los pros y los contras. La situación que está pasando la Argentina es trágica y está dejando estelas de miserias morales. La prostitución, el amor libre, la droga, y la búsqueda de placeres ilícitos, hacen de nuestra época la más desquiciada de la historia. La crisis de los valores morales y espirituales es alarmante. La Argentina y el mundo, creo yo, está llegando muy rápidamente a la gran hora de la intervención divina del destino de los hombres. Hoy por hoy, casi todos gestionan conductas hedónicas conforme a libertades licenciosas. Al hedonismo, también se suman la angustia social y económica. El desempleo se prolifera de un modo aterrador. Los ahorristas han sido estafados por entidades que han quedado impunes. Crece la desconfianza y algunas personas han perdido sus vidas por causa del hambre y de enfermedades terminales. Miles de niños, mujeres embarazadas y madres lactantes carecen de los alimentos imprescindibles para el crecimiento y el desempeño de su misión maternal. El peso de los niños, en algunas provincias, con respecto a la edad es muy inferior a lo normal, y se han hecho muy comunes enfermedades como el raquitismo y situaciones provenientes de la falta de proteínas y calorías. Esto está generando en la sociedad, profundas y negativas transformaciones psíquicas y morales. Esto está pasando porque casi todos, hedonísticamente, viven sumidos en una actitud de indiferencia hacia sus semejantes.
Respecto a estos tiempos de decadencia moral, Jesús hace 2000 años dijo: “Más como en los días de Noé, así será la venida del hijo del hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24:37-39).
Nuestra época se caracteriza por la despreocupación respecto de los intereses religiosos. Las personas, en su mayoría, son controladas por un humanista antropocentrismo. La Argentina y el mundo del siglo XXI, se asemejan mucho a los tiempos de Noé. Génesis 6:11,12, y 5 nos dice: “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los corazones y los pensamientos era de continuo solamente el mal”.
El hecho es que estas mismas condiciones que imperaban en los días de Noé, son las que rigen a las personas con comportamientos hedonísticos de la actualidad Argentina y del mundo. La inmoralidad, la corrupción, el abandono de las normas de honradez, pureza y piedad, constituyen una señal distintiva del siglo XXI, particularmente de este año. Ahora, ¿Qué camino debemos seguir para hallar paz y sosiego interior en un mundo totalmente infestado de maldad y de pensamientos hedonísticos, conductas hedónicas y relaciones humanas que giran en torno a lo hedónico? Dios es amor. El hombre necesita tener un encuentro con su creador para poseer una vida superior. El profeta Jeremías cita lo que Dios le dijo: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Dios nos ama y anhela lo mejor para nosotros. Es crucial que nos acerquemos a Dios, pues él, por medio de Jesús y su sacrificio por nosotros, desea darnos paz y sosiego interior que se hunde en la decadencia moral. Nada, ni nadie, está firme y seguro sin Dios. En Jesús hallan solución los problemas de nuestra vida. El es el camino a Dios y a la satisfacción interior en estos tiempos saturados de hedonismo estúpido y destructivo.

Julio C. Cháves
juliogenial@hotmail.com

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