lunes, 13 de agosto de 2007

La Biblia es la constitución del cristianismo


Desde 1950, año en que un orfebre de Mainz, Alemania, llamado Johann Gutenberg inventó la imprenta, la historia de la comunicación cambió considerablemente. Antes de que este hombre introdujera en Europa los tipos móviles, es decir, las primeras máquinas de imprimir, los libros se copiaban a mano. Estas copias manuscritas las realizaban los monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero, de reyes y nobles. Las copias que se realizan eran muy pocas y era raro que consiguieran hacer más de un libro por año. Antes de Gutenberg había 30.000 libros en toda Europa, y casi todos estos manuscritos eran Biblias o comentarios bíblicos, pero 50 después de que fuera introducida la imprenta en aquel continente, había más de 9 millones de libros en toda Europa. Aunque muchos dicen que China y Corea ya contaban con prensas para reproducir textos, fue Gutenberg quien transformó radicalmente el medioevo. En aquella época la gente adquiría conocimientos por medio de la transmisión oral o las experiencias empíricas, pero la imprenta permitió que la gente pueda acceder al conocimiento mediante la lectura de libros. Entonces, la gente comenzó a conocer otras culturas, opiniones, ideas y filosofías que antes desconocían. La invención de la imprenta cambió la cultura accidentan por completo y produjo la comunicación de masas, lo cual cambió dramáticamente la religión, la ciencia, la política, la literatura, y toda la cultura Europea. Como alguien dijo, en la época medieval los horizontes eran reducidos, la comunidad era introspectiva, las experiencias personales eran limitadas, y el conocimiento se adquiría de oídas, pero la imprenta fue capaz de reproducir los libros en menos tiempo de lo que tardan los copistas, logrando que el conocimiento se masificara. Lo más interesante de todo esto es que el primer libro en ser impreso fue la Biblia, lo que quiere decir que desde hace más de 500 años, los cristianos pudieron acceder a la palabra de Dios más fácilmente.
Gracias al descubrimiento de la imprenta, a finales de la edad media, los cristianos podemos leer la Biblia en varios idiomas, pudiendo de esta manera conocer los pensamientos de Dios. En su ensayo Generar éxito personal, el Dr. Lair Ribeiro, escribió: “En la era de la agricultura mandaba quien poseía tierras. En la era industrial mandaba quien tenía dinero. En la era de la información manda quien tiene información”. Y yo agrego, en lo espiritual manda quien tiene conocimientos bíblicos. Hace poco leí un artículo que decía que la primera Biblia, que fue impresa por Gutenberg y que sólo habían podido ver contados eruditos, actualmente está al alcance de cualquiera persona conectada a Internet. Lo que quiero decir es que los cristianos tenemos al alcance de la mano el libro más importante de la historia de la humanidad. El hecho de que fuese impresa en primer lugar es muy significativo ya que de alguna manera Dios quiso decir que todos pueden y deben poder acceder a su palabra. La Biblia es el best seller eterno, es un libro inmutable, su mensaje es sencillo, claro y vigente. El propósito de las sagradas escrituras es proporcionarnos el conocimiento necesario para poder alcanzar la salvación a través de Cristo. A través de la historia de la humanidad, hasta en las circunstancias más siniestras, las promesas del evangelio se han mantenido inmutables, contribuyendo a que los lectores de este sagrado libro puedan cultivar una vida significativa y fructífera. No es casual que eminente educadores y pensadores llamen a este libro, el libro padre de todos los libros. “La Biblia es la constitución del cristianismo”. Mateo 24:35 dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.
Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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