Todos saben hoy que los jóvenes están tristes. Un filósofo dijo que los jóvenes reclaman diversión, histeria, alcohol y hasta drogas, porque la tristeza los abruma. Estas observaciones, por parte de los especialistas, nos recuerdan que hoy por hoy, considerando la evidencia de la realidad, la juventud no tiene esperanza en el presente ni en el futuro. Huelga decir que a nosotros los jóvenes nos han robado, extirpado, amputado el futuro. ¿Quiénes? ¿Quiénes son los “doctores”; entre comillas, que tienen el bisturí siniestro en sus manos con el cual nos han cortado los sueños, el alma y la esperanza? Los soberbios ignorantes. Los profesores que cobran su sueldo y no enseñan lo que tienen que enseñar. Los médicos que logran el doctorado y dejan de estudiar. Los políticos que prometen y no cumplen sus huecas y aduladoras promesas. Los diabólicos idealistas que con sus discursos permisivos, hedónicos, y relativistas, tratan de aniquilar la familia tradicional, los derechos de propiedad, como es el caso de los ahorristas, el patriotismo y el individualismo positivo. Los periodistas que, con tal de lucrar, colaboran descaradamente con ciertas entidades políticas que, con ciertas actuaciones de engaño y propuestas institucionales, están gastando para destruir la democracia en la Argentina. Los líderes de las iglesias, de todas las denominaciones religiosas, que predican mensajes humanamente inspirados que están en contra de principios bíblicos básicos.
Las multitudes están siendo engañadas por ‘sabios artificiales’ que lo único que venden es engaño y angustia. Por soberbios ignorantes que fingen entender lo que comprenden intelectualmente. El educador Jaime Barylko dijo: “Somos soberbios ignorantes, y nos manejamos con un mundo totalmente desconocido, salvo para los pocos expertos que estudian y realmente saben. El hombre bien formado oculta, bajo su caparazón, al hombre bien ignorante. Lo cual no es una vergüenza, eso de ser ignorante. Vergüenza es serlo y pretender no serlo, si es que me explico. Como decía el Honorable Hidalgo de la Mancha: Pobre, pero honrado. El ignorante es pobre en conocimiento; eso no le quita dignidad, ni lo humilla, ni merece por ello ser despreciado. En cambio si me causan honda repulsa los que la juegan de conocedores, y no lo son. Esos no son honrados, en este punto. Lástima que abunden tanto, y que dominen tanto los medios de comunicación, y por lo tanto influyan tanto en los demás. Duele francamente”.
Yo soy joven y hay cosas que no entiendo. Todavía hay libros que no he leído porque no me los puedo comprar. Hay cosas que me falta aprender. Por ahora soy un ignorante con un poquito de modesto conocimiento. Sin embargo, hay cosas que entiendo, por eso pregunto: ¿Por qué un hombre con patillas grandes sigue saliendo en la televisión después de privatizado el país? ¿Por qué hay economistas que aún salen en los medios, como si fueran dioses salvadores, luego de haber utilizado a nuestro país como un lugar de experimentación económica? ¿Por qué en algunos canales de televisión siguen estando predicadores religiosos que contienen una vida llena de máculas? Yo no soy perfecto. Necesito que me ayuden a entender el país en el que vivimos. Por favor, explíquenme lo que está pasando. Estoy confundido porque nos lideran genios en el decir, pero ignorantes en el saber e incumplidores de sus promesas. No entiendo porqué todavía hay gente en nuestra sociedad que se deja impresionar por el palabrerío. Alguien, por favor, teniendo en cuenta que soy joven, me puede responder esta pregunta: ¿Por qué nos han robado el futuro? Grandville dijo: “Con uniforme ciertos cobardes pasan por guerreros”.
Julio C. Cháves. Escritor78@yahoo.com.ar
Las multitudes están siendo engañadas por ‘sabios artificiales’ que lo único que venden es engaño y angustia. Por soberbios ignorantes que fingen entender lo que comprenden intelectualmente. El educador Jaime Barylko dijo: “Somos soberbios ignorantes, y nos manejamos con un mundo totalmente desconocido, salvo para los pocos expertos que estudian y realmente saben. El hombre bien formado oculta, bajo su caparazón, al hombre bien ignorante. Lo cual no es una vergüenza, eso de ser ignorante. Vergüenza es serlo y pretender no serlo, si es que me explico. Como decía el Honorable Hidalgo de la Mancha: Pobre, pero honrado. El ignorante es pobre en conocimiento; eso no le quita dignidad, ni lo humilla, ni merece por ello ser despreciado. En cambio si me causan honda repulsa los que la juegan de conocedores, y no lo son. Esos no son honrados, en este punto. Lástima que abunden tanto, y que dominen tanto los medios de comunicación, y por lo tanto influyan tanto en los demás. Duele francamente”.
Yo soy joven y hay cosas que no entiendo. Todavía hay libros que no he leído porque no me los puedo comprar. Hay cosas que me falta aprender. Por ahora soy un ignorante con un poquito de modesto conocimiento. Sin embargo, hay cosas que entiendo, por eso pregunto: ¿Por qué un hombre con patillas grandes sigue saliendo en la televisión después de privatizado el país? ¿Por qué hay economistas que aún salen en los medios, como si fueran dioses salvadores, luego de haber utilizado a nuestro país como un lugar de experimentación económica? ¿Por qué en algunos canales de televisión siguen estando predicadores religiosos que contienen una vida llena de máculas? Yo no soy perfecto. Necesito que me ayuden a entender el país en el que vivimos. Por favor, explíquenme lo que está pasando. Estoy confundido porque nos lideran genios en el decir, pero ignorantes en el saber e incumplidores de sus promesas. No entiendo porqué todavía hay gente en nuestra sociedad que se deja impresionar por el palabrerío. Alguien, por favor, teniendo en cuenta que soy joven, me puede responder esta pregunta: ¿Por qué nos han robado el futuro? Grandville dijo: “Con uniforme ciertos cobardes pasan por guerreros”.
Julio C. Cháves. Escritor78@yahoo.com.ar
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