El adulterio se refiere a la unión sexual de dos personas cuando uno ambos están casados con otra persona. A lo largo de la historia, en diversas culturas, el adulterio ha sido moralmente censurado y hasta penado con la muerte, considerándolo un delito, pero esto no ha impedido que muchas personas lo practiquen. Tradicionalmente ha sido más tolerado y socialmente aceptado en los hombres que en las mujeres. Ahora, ¿que dice
En primero lugar tengo que decir que el matrimonio es un compromiso para toda la vida. El matrimonio es un pacto ante Dios y cuando dos personas se casan prometen estar juntos hasta que la muerte los separe. Mateo 19:5 dice: “Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”. El adulterio va contra el matrimonio y por supuesto, es pecado ante Dios. El adultero no heredará el reino de los cielos. Sin embargo, aunque
Las consecuencias del adulterio son devastadoras. Dios quiere que el adultero deje esta practica pecaminosa porque sino la maldición lo perseguirá en esta vida y la venidera. “Sabed que vuestro pecado os alcanzará” (Números 32:23). Por lo tanto, el que esta adulterando arrepiéntase de su pecado y vuélvase a Dios. A continuación les dejo unas citas bíblicas sobre el arrepentimiento y saquen ustedes sus propias conclusiones.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
(Jesús le habla a La mujer acusada de adulterio).
“Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete y no peques más” (Juan 8:11).
“Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4).
“El marido cumpla con La mujer el deber conyugal, y asimismo La mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino La mujer” (1 Corintios 7:3-4).
“Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a La viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como La grana, como la nieve serán emblanquecidos; Si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Islas 1:16-18).
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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