viernes, 9 de marzo de 2007

Me han dicho que pienso demasiado.


Algunos amigos me han dicho que pienso demasiado. Pero pienso que para vivir bien hay que pensar siempre. La vida se construye con pensamientos, esto nos permite ordenarla. En la actual cultura Light, el que piensa es un individuo raro. Para la mayoría pensar no sirve de nada. Los que utilizan sus cerebros son considerados unos tontos intelectuales. La gente no quiere que uno piense, porque quien piensa es una amenaza. Lo que pasa es que los seres pensantes son manos vulnerables y esto no permite que los manipuladores mediáticos siembren modas lucrativas fácilmente. Contemporáneamente se desacredita el pensamiento. Evidentemente, pensar no importa. Por eso, se multiplican los males, la decadencia de los valores morales, y la importancia de ser una buena persona, es dejada de lado.
Me han dicho que pienso demasiado. Pero no me importa ser rotulado como un tonto intelectual, ya que pensar me permite ordenar mi vida, ser libre, independiente, me ayuda a medir las consecuencias de mis actos y a pesar las cosas. De hecho, se necesita coraje y franqueza para reconocer que muchas veces nos equivocamos de senda. Pensar es hacerse consiente de que muchos veces estamos equivocados y no tenemos razón. A muchas personas se les pasa la vida y no se dan cuenta de que pueden pensar por sí mismos. El sendero de la libertad es el conocimiento, obviamente el conocimiento adecuando. No cabe duda, de que nadie está obligado a pensar, pues cada cual puede hacer con su vida lo que quiere. Pensar es un acto de elección. ¡Que triste es saber que hay ciertos individuos que viven como cabezas huecas y que podrían utilizar cabezas!
Alguien dijo que somos lo que pensamos. Por tanto, queda claro que lo que pensamos n os configure seres humanos. Sé que si pensamos de modo simplista siempre seremos personas expuestas a la manipulación y a la mediocridad intelectual, lo cual derivará en una vida totalmente infeliz. Por el contrario, sé que si pensamos de un modo inteligente, ordenado, sólido, nos convertiremos en personas con éxitos exterior e interior. En nuestra mente se origina lo que somos. La vida es pensamiento. Quiero aclarar que no estoy formulando una ilusa idea de que debemos ser sabelotodos. N o. lo que quiera proponer es que toda nuestra conducta este totalmente ordenad y orientada por el pensamiento critico, analítico, etc. Pensar significa ser introspectivos. Pensar significa cuestionarse a uno mismo para preguntarnos si realmente estamos caminando por el camino del bien, de la voluntad de Dios.
Así pues, me voy a preguntar algo obvio: ¡Con que materia prima debe llenar su mente un cristiano pensante para mantener un comportamiento ordenado, benigno y en acorde a la voluntad divina? La respuesta nos la comparte el Dr. Jhon R. W. Stott que dijo: “Aunque parezca algo pasado de moda, la prioridad más importante y significativa que podemos cultivar es hacer que las santas escrituras forme parte de nuestras vidas. El secreto de la supervivencia a la falta de propósito de nuestros días es una mentalidad bíblica. Debemos empaparnos de las escrituras, no sólo estudiando como a través de un microcopio las minuciosidades lingüísticas de unos pocos versículos, sino tomando nuestro telescopio y recorriendo las vastas expansiones de la palabra de Dios para asimilar su gran tema: La soberanía divina en la redención de la humanidad?
La palabra de Dios nos ayuda a mantener una conducta ordenada, en acorde a la voluntad de Dios. La Biblia nos ayuda a vivir con sabiduría. También nos ayuda a despojarnos del simplismo, de la mediocridad intelectual y de una vida sin sentido ni propósito. Me han dicho que pienso demasiado, pero debo hacerlo, pues cultivar una sólida mentalidad bíblica es lo único que me ayuda a vivir una vida con sentido y orientación hacia la felicidad autentica y verdadera. Somos lo que pensamos. Se que en la vida ningún dilema humana requiere una respuesta simplista sino que por el contrario, debemos pensar bíblicamente para vivir sabiamente para sacar provecho de nuestras elecciones de vida y para vivir en concordancia a la voluntad de nuestra amado Padre Celestial. Hay que pensar. Y principalmente bíblicamente.

Julio C. Cháves.

No hay comentarios.: