La
familia es la institución más importante de la humanidad. Dios creó la familia.
A través de la historia de la humanidad advertimos que el mal funcionamiento de
la familia ha devenido en el mal funcionamiento de la sociedad. Es el hogar
donde los niños son educados y aprenden los valores cristianos. La familia
feliz es un lugar de paz y seguridad.
La
familia ideal de la cual hablo esta compuesta por los padres y los hijos.
Ahora, lamentablemente tengo que decir que la familia esta en crisis. Debido al
deterioro moral, la permisividad y el relativismo de nuestros días, la familia
yace en peligro. Tristemente el concepto tradicional de familia se esta
abandonando y las parejas ya no se casan y los que se casan se divorcian más a
menudo. Otras parejas prefieren vivir juntas sin comprometerse en matrimonio.
Indudablemente la familia esta en crisis. Y creo que la raíz de esta crisis la
describe perfectamente el apóstol Pablo en segunda de Timoteo 3:1-4: “También debes saber esto: que en los
postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los
padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”.
Creo que en estos versículos el apóstol
describe perfectamente la condición de los hombres y mujeres de nuestros días.
Los hogares fundados en las bajas pasiones o en cualquier otra cosa que no sea
amor están destinados a la derrota y la desintegración. El verdadero amor
tolera los defectos de personalidad, las imperfecciones físicas y los problemas
psicológicos. Únicamente el verdadero amor puede fomentar la comprensión y el
entendimiento mutuo en el hogar. Leí en un libro que la mayoría de las madres
de los personajes célebres y dirigentes capaces de la historia eran temerosas
de Dios. La madre de George Washington, por ejemplo, era temerosa de Dios. Por
otro lado, la madre del famoso escritor Walter Scout era afecta a la poesía y
la música. En contraste al ejemplo de las madres piadosas, se encuentra el
ejemplo de madres orgullosas y violentas. Los libros de historia aseguran que la
madre del disoluto Lord Byron fue una mujer egocéntrica y violenta. La madre de
Nerón fue una asesina. Los hijos son influenciados por sus padres y de ahí
derivan hacia el bien o el mal. Winston Churchill decía: “La responsabilidad es
la madre de la grandeza”.
Es la responsabilidad de los padres
inculcarles los valores cristianos a sus hijos. La Biblia nos induce a ser
llenos del Espíritu Santo para poder expresar al mundo cualidades como amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, fe. Además se nos dice que nos renovemos en
el espíritu de nuestra mente, y nos vistamos del nuevo hombre, creado según
Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:23,24). Si Cristo es el
centro de nuestro hogar nuestros hijos crecerán con temor a Dios y aún cuando se
conviertan en adultos serán cristianos comprometidos con el reino de Dios. Los
padres deben recordar que la disciplina sin amor es maltrato. El amor debe
expresarse a través de abrazos, caricias y buenos consejos. Y sobre todas las
cosas, los padres deben oran por sus hijos. La oración atrae la respuesta de
Dios. La oración trae bendición al hogar. Efesios 6:4 dice: “Y vosotros padres
no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor”.
Recordemos que la familia es una institución
sagrada y que el matrimonio perfecto consiste en la unión de tres personas: un
hombre, una mujer y por supuesto Dios. Cuando Dios forma parte del matrimonio
la familia entera será bendecida. “Así
que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. (Romanos
14:19).
Julio
césar cháves escritor78yahoo.com.ar
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