El apóstol Pablo dijo que la raíz de todos los males es el amor al dinero. En vez de competir y tratar de ganarles a los demás constantemente, debemos valorar la vida en sí misma. El Dr. Billy Graham dijo que el dinero es buen esclavo pero mal amo. Cuando colocamos al dinero por sobre el amor a Dios y el amor a los demás, brotan en nuestras vidas toda clase de egoísmos y mezquindades. El amor al dinero es tan destructivo como el virus del sida. Recordemos que la vida no consiste en la cantidad de bienes que tenemos sino en lo que somos como personas y en los valores que tenemos. El Dr. Jaime Barylko en su ensayo El arte de vivir, dice: “Soy persona, soy un caso, no soy una cosa. Soy el ojo que ve cosas, pero que es alguien cuando es visto por personas. A las cosas las veo. Con las personas me entreveo; lo nuestro siempre es entrevista”. Somos personas y Dios nos creo a su imagen. No somos objetos desechables, somos personas con valores. Dios nos creo para que lo amemos a él y amemos a los demás como a nosotros mismos. Ahora quiero contarte una historia que oír por ahí: Una vez, un padre adinerado llevó a su único hijo a dar un paseo por un de los tanto campos que poseía, con el firme propósito de que este viera cuan pobre era la gente del campo, para que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una chacra de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a su casa el padre le preguntó a su hijo:-¿Qué te pareció el viaje hijo?-Estuvo bien papá.-¿Viste que pobre y necesitada era esa gente?, afirmó el padre.-Si papá.-¿Y que aprendiste?-Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina de 25 metros , ellos tienen un río que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tiene millones de estrellas. Nuestro patio llega hasta el fin del tapial, el de ellos se pierde en el horizonte. Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá tienen que trabajar tanto tiempo y casi nunca los veo.Al terminar el relato, el padre se quedó mudo…y su hijo agregó:-Gracias papá por enseñarme lo mucho que podemos llegar a tener…
julio cèsar chàves escritor78@yahoo.com.ar
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