-¿Cuál es el camino al éxito?-, le preguntó un joven a un sabio.
-El camino al éxito queda por allí-, le dijo el sabio y le señaló un camino.
El joven en seguida empezó a transitar esa senda, pero en vez de encontrarse con el éxito, encontró sufrimiento, dolor, tristeza. Decepcionado, volvió a donde estaba el sabio y enojado, dijo:
-Sabio, lo único que encontré en el camino que usted me señaló es sufrimiento…, me parece que me indicó el camino incorrecto…
-No hijo, ese es el camino correcto-dijo el sabio-, lo que pasa es que el éxito se encuentra un poquito más allá del sufrimiento, un poquito más allá del dolor, un poquito más allá del problema.
Así que no volvamos atrás como el joven de la historia. Sigamos adelante. Atravesemos los problemas y entonces encontraremos la bendición. Bajo presión, estando en medio de los problemas, mucha gente baja los brazos y se rinde ante la primera dificultad, pero el que conoce a Dios se esfuerza y sale adelante. Por supuesto que a nadie le gusta tener problemas y la mayoría de la gente los problemas los hacen ir hacia atrás, pero las personas que tiene fe siempre encuentran la bendición en medio de la dificultad. Si tenemos fe, después de los problemas, vendrá la bendición.
Si hay problemas, hay bendición. Expresemos fe porque el lenguaje de Dios es fe. Dios no se mueve con los incrédulos, Dios se mueve con aquellos que le creen y confiesan sus promesas. El que conoce a Dios sabe que Dios da y Dios quita. Para el que cree todo es posible. Si creemos vamos a dar fruto en abundancia. Hay bendición detrás de los problemas.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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