El trabajo es una bendición de Dios. El que dice que no tiene trabajo es porque no tiene ganas de trabajar porque la realidad es que siempre hay algo para hacer. Podemos ganar mucho o poco, pero siempre hay cosas que hacer. Si trabajamos donde nos pagan poco, eso es momentáneo, no tenemos por qué preocuparnos por que ese no es nuestro destino, nuestro destino es ganar bien y bendecir a nuestra familia. Un error que comete la gente es trabajar para ganar dinero, cuando en realidad hay que trabajar para aprender y crecer integralmente. Dios creo el trabajo para que crezcamos como personas. Hay que trabajar con fe para expandirse, crecer, tener una buena actitud y un buen carácter. Si hacemos del dinero nuestro objetivo alejaremos el dinero de nosotros, pero si trabajamos con amor y todo lo hacemos con excelencia, entonces no solamente vamos a expandir nuestra personalidad y alcanzar nuestros sueños, sino que además vamos a atraer el dinero.
Para que el trabajo funcione tenemos que funcionar con fe. Y fe no es esperar que las cosas caigan del cielo. Eso es mentalidad mágica. Fe es acción, movimiento, excelencia, superación. Fe es trabajo inteligente, planificación, previsión. El que tiene fe antes de empezar a construir planifica sus gastos. Fe es terminar lo que empezamos. Fe es trabajar en las áreas fuertes. Dios quiere que desarrollemos nuestros dones y que no imitemos a nadie. Dios nos quiere originales. Tenemos que desarrollar nuestra capacidad, estar dispuestos a aprender, tener buen carácter. Dicen los expertos en recursos humanos que los empresarios contratan a la gente por su capacidad y los despiden por su carácter. Así que entablemos relaciones interpersonales positivas, seamos buenos compañeros, tengamos fe en nosotros mismos y también en los demás.
Otra cosa que debemos hacer para funcionar en nuestro trabajo es crecer interiormente. Destaquémonos por nuestra sabiduría, nuestros conocimientos y seamos prácticos. Si nos falta sabiduría, pidámosle sabiduría a Dios que él nos dará en abundancia. Y otra cosa muy importante es hacernos socios de Dios. Dediquémosle todo lo que hagamos a Dios. Si Dios es nuestro socio jamás fracasaremos. Por supuesto que tendremos que esforzarnos. Quizá tendremos que trabajar de cosas que no nos gustan, pero repito, ese no es nuestro destino. Posiblemente trabajemos en cosas que no nos gustan, es en esas circunstancias donde Dios nos formará, capacitará. Entonces, llegará en el momento cuando vendrá que el trabajo que tanto estábamos esperando. Ahí si crecemos exponencialmente. Nuestro destino es la bendición, la prosperidad, la salud y la abundancia. Bernardo Stamateas dice: “Fe es para soltar, para declarar, para determinar, hablar y para vivir. Fe es un estilo de vida, una actitud y una posición que debemos asumir desde el primer momento en que comenzamos nuestro día. La fe es y sirve para todo. Si queremos vivir felices, si necesitamos emprender un proyecto, una familia, seguir adelante a pesar de las circunstancias, si deseamos alcanzar un sueño…para todo eso, necesitamos fe. Los pasos de fe son los que te llevarán a la cima”. Si nos rechazaron, nos subestimaron y nos dijeron que no lograríamos nada en la vida, si Dios es nuestro socio todo nos saldrá bien porque Dios irá delante de nosotros abriéndonos caminos de bendición. Si Dios es nuestro socio nada es imposible. Si Dios es nuestro socio, cada vez que decidamos algo, al mismo tiempo, Dios decidirá algo a nuestro favor. Dios va delante nuestro abriendo caminos.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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