Juntémonos con hermanos que desean nuestro bien, que quieren vernos crecer. La palabra de Dios dice que él es nuestra venganza, él es nuestra justicia. Entonces, todos aquellos que nos robaron y nos quitaron la bendición de Dios, serán castigados por nuestro Señor y en el lugar donde sembraron su maldad, allí cosecharán en abundancia su propia maldad. La herencia de los hijos de Dios es justicia divina. “Somos significativos, no por lo que hacemos, sino debido a quién pertenecemos”, dijo Max Lucado.
Muchos nos han robado, nos han mentido, pero la palabra de Dios es la verdad y nuestro Padre Celestial nos ha prometido muchas cosas y si Dios nos ha dado algo nadie tiene derecho a quitarnos lo que Dios nos ha dado. Si Dios nos dio algo pongamos empeño en cuidar lo que él nos ha dado. Hay momentos en que Dios nos muestra el camino y nos exige obediencia, pero también hay otros momentos en que él desea probar nuestra voluntad y nos desafía a crecer e ir más allá de nuestros límites. Si tenemos que morir con la bendición lo vamos a hacer. Nadie tiene derecho sobre nuestras vidas, él único que tiene absoluto derecho sobre nuestras vidas es Dios. Estamos para defender lo que nos corresponde. Estamos para ejercer nuestros dones y talentos. Estamos para prosperar. Luchemos por nuestra herencia. Que nadie castre la bendición que Dios nos ha dado. Somos guerreros de Dios y la victoria nos pertenece. En Mateo 13:24 Jesús refirió lo siguiente: “El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo…”. Esta palabra dice que hay que invertir en uno, cuidarse, vestirse bien, mimarse. Vos y yo somos la herencia. ¡Felicitémonos! ¡Cuidémonos! ¡Sembrémonos a nosotros mismos! Somos el mejor negocio de Dios.
Sembrar en nosotros nos hará mejores. Marcos 7:20 dice: “…lo que del hombre sale, eso contamina al hombre…”. Si nos sembramos lo malo, va a salir de nosotros lo malo, pero si nos sembramos lo mejor, entonces va a salir de nosotros lo mejor. Si sale maldición de nosotros renunciemos a eso y comencemos a expeler bendición. Si sembramos lo mejor siempre habrá un extra en nosotros. Nosotros somos cristianos sensatos. Nuestra lámpara esta encendida y tenemos aceite extra. Así que cuado llegue la bendición estaremos preparados y disfrutaremos de la bendición de Dios. Si hemos recibido convirtamos en exponentes de bendición. Reinhard Bonnke dijo: “No se puede timonear un barco que está inmóvil. Dios espera que nos movamos para entonces indicarnos en qué dirección debemos ir. Dios quiere timonear nuestro barco”.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
Muchos nos han robado, nos han mentido, pero la palabra de Dios es la verdad y nuestro Padre Celestial nos ha prometido muchas cosas y si Dios nos ha dado algo nadie tiene derecho a quitarnos lo que Dios nos ha dado. Si Dios nos dio algo pongamos empeño en cuidar lo que él nos ha dado. Hay momentos en que Dios nos muestra el camino y nos exige obediencia, pero también hay otros momentos en que él desea probar nuestra voluntad y nos desafía a crecer e ir más allá de nuestros límites. Si tenemos que morir con la bendición lo vamos a hacer. Nadie tiene derecho sobre nuestras vidas, él único que tiene absoluto derecho sobre nuestras vidas es Dios. Estamos para defender lo que nos corresponde. Estamos para ejercer nuestros dones y talentos. Estamos para prosperar. Luchemos por nuestra herencia. Que nadie castre la bendición que Dios nos ha dado. Somos guerreros de Dios y la victoria nos pertenece. En Mateo 13:24 Jesús refirió lo siguiente: “El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo…”. Esta palabra dice que hay que invertir en uno, cuidarse, vestirse bien, mimarse. Vos y yo somos la herencia. ¡Felicitémonos! ¡Cuidémonos! ¡Sembrémonos a nosotros mismos! Somos el mejor negocio de Dios.
Sembrar en nosotros nos hará mejores. Marcos 7:20 dice: “…lo que del hombre sale, eso contamina al hombre…”. Si nos sembramos lo malo, va a salir de nosotros lo malo, pero si nos sembramos lo mejor, entonces va a salir de nosotros lo mejor. Si sale maldición de nosotros renunciemos a eso y comencemos a expeler bendición. Si sembramos lo mejor siempre habrá un extra en nosotros. Nosotros somos cristianos sensatos. Nuestra lámpara esta encendida y tenemos aceite extra. Así que cuado llegue la bendición estaremos preparados y disfrutaremos de la bendición de Dios. Si hemos recibido convirtamos en exponentes de bendición. Reinhard Bonnke dijo: “No se puede timonear un barco que está inmóvil. Dios espera que nos movamos para entonces indicarnos en qué dirección debemos ir. Dios quiere timonear nuestro barco”.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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