Ahora, pregunto: ¿Cómo podemos ser libres del rechazo? Lo primero que tenemos que hacer para ser libres del rechazo es cuidando de nosotros mismos. Un psicólogo dijo que las personas reproducimos lo que hacemos con nosotros mismos. Si nos amamos, vamos a amar, pero si nos rechazamos, entonces vamos a rechazar. Tenemos que cuidarnos, invertir en nosotros. Lo que invertimos en nosotros también beneficia a los demás. Tratémonos bien. Respetémonos. Si Dios comenzó su obra en nosotros la va a terminar. Otra cosa que nos hacer salir de la prisión del rechazo es hablar bien, bendecirnos. Hablémonos palabras de éxito. Dicen los neurólogos que lo que más repetimos forma parte de nuestra imagen. Si nos decimos tonto vamos a ser tontos. Por eso la palabra del Señor dice que somos valiosos en Dios. Hemos sido creados a imagen y semejanza de nuestro Creador. Somos valiosos. Hablémonos bien.
Nadie va a cuidarte a vos, los demás se cuidan ellos. Y a nosotros nos corresponde cuidarnos. Uno es el mejor capital que Dios nos ha regalado. Dios dice que tenemos que amarnos. De hecho, uno de los mandamientos dice que amamos a otros como nos amamos a nosotros mismos. Dice la Biblia que David tenía buena presencia. Se vestía como rey entonces terminó convirtiéndose en rey. Dios invierte en aquellos que invierten en ellos. Juntémonos con amigos que nos añadan sabiduría, bendición. Nos meremos lo mejor, así que cuidémonos. Seamos originales. Otra cosa importante es vernos como Dios nos ve. Lo que Dios piensa de nosotros es lo más importante. La sociedad rechaza a los feos. En Grecia en la antigüedad a los niños feos se los mataba y a los deformes se los tiraba por el despeñadero. En la edad media se creía que los demonios entraban por las verrugas. Por eso en los film todas las brujas tienen verrugas. En el renacimiento se les pedía a todos los chicos feos que anden con máscaras para taparse la cara. La sociedad esta construida en base a la belleza, pero hay una buena noticia: Para Dios todos somos hermosos. Somos lo mejor de Dios. Todo lo que Dios creó es hermoso, pero nosotros somos lo más hermoso que creó. No importa como nos ven los demás, lo importante es como nos ve Dios. Dios nos ha hecho libres del rechazo. Somos valiosos en Dios. No importa cuanto tiempo fuiste rechazado, lo importante es que sepas que Dios te acepta y te ama tal cual sos. Dios nos ama. Somos lo mejor de Dios.
Julio césar cháves. Escritor78@yahoo.com.ar
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