sábado, 18 de abril de 2009

Nada sucede por casualidad

Creo que la casualidad hace muy poco a favor de los hombres. Los resultados en la vida los conseguimos a través de esfuerzo y trabajo. Muchas personas arguyen que algunos consiguieron el éxito porque la suerte estaba a su favor, pero yo creo que en la vida nada sucede porque si. La realidad es que la suerte no existe y la casualidad no atrae la felicidad hacia ninguna persona. El que consiguió algo en la vida es porque puso empeño en su trabajo y tuvo la visión de trabajar en su sueño. Aunque se dice que muchos descubrimientos científicos se hicieron por accidente o casualidad, si se estudia mejor el tema, se comprobará que la mayoría de los descubrimientos se consiguieron a través de estudio, trabajo y perseverancia. Algunos estudiantes creen que la caída de la manzana a los pies de Newton es una prueba del carácter casual o accidental del descubrimiento de la gravedad, pero esto no es así ya que Newton tenía un espíritu consagrado desde hacía años al estudio de la ley de gravedad. Es cierto que él vio como la manzana se caía del árbol ante sus ojos y también es verdad que solo un genio como él pudo interpretar ese simple hecho que significaba algo tan importante como la ley de la gravedad. En la vida nada es cuestión de suerte o casualidad.

En su ensayo El éxito no llega por casualidad, el Dr. Lair Ribeiro dice que “en cada momento estamos creando en nuestra mente nuestra propia realidad. Por lo tanto, realizar nuestros sueños y tener éxito en la vida son conquistas que dependen esencialmente de nosotros mismos. La vida que lleva, la ha creado usted; por lo tanto, siempre puede mejorarla”. Los sabios dicen que la diferencia entre los hombres, consiste en gran parte, en la inteligencia de su observación. El bueno observador es aquel que sabe que las oportunidades de alcanzar la felicidad y el éxito se pueden presentar en cualquier momento. En la vida ningún fenómeno es trivial por más insignificante que sea. Todo tiene su razón de ser, incluso el fracaso con el paso del tiempo puede convertirse en nuestro éxito de mañana. La habilidad de aprovechar las oportunidades y sacar provecho hasta de los fracasos, encomiándolos hacia algún propósito, es uno de los secretos para conseguir lo que queremos.
El que desea algo debe trabajar por realizar sus sueños. Los que estén dispuestos a encontrar su propio camino, siempre hallará oportunidades a su paso y si no están al alcance de su mano, hallarán las oportunidades ellos mismos. Las circunstancias más triviales pueden significar los mejores momentos para construir y avanzar. Puede ser que la casualidad en algún momento de la vida nos favorezca, pero si estamos esperanzados en ella posiblemente nunca lleguemos a nuestro destino ya que han vivido personas que jamás fueron beneficiados por ella. Lo mejor es tener un propósito por el cual vivir y trabajar. En su ensayo Fracasos exitosos, Bernardo Stamateas dice: “Fuimos creados para vivir y no para existir. Todos nuestros errores esconden la semilla de las grandes oportunidades. La importante es aprender del error, olvidar los detalles y poder seguir adelante. El fracaso es una situación, no una posición; no es un muro, es una puerta abierta que te llevará a una nueva dimensión de triunfo. Lo único que hará en tu vida el error será liberar tu potencial escondido”.

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar