viernes, 3 de octubre de 2008

Dejando atrás el pasado

No podemos cambiar nuestro pasado, pero si podemos cambiar la interpretación de nuestra historia. No podemos entrar en nuestro futuro si no dejamos atrás nuestro pasado. Para que venga lo nuevo lo viejo tiene que morir. El que permanentemente mira hacia atrás jamás podrá concentrarse en su presente.
Si no hemos resuelto nuestro pasado no podemos avanzar hacia delante. Si queremos que nos presenten nuevas oportunidades debemos olvidarnos de las viejas oportunidades. Si queremos triunfar en nuestro trabajo tenemos que olvidar nuestro desempeño de ayer y concentrar toda nuestra energía en la tarea de hoy. Dejando atrás nuestro pasado nos zambullimos de lleno en nuestro futuro.


Las oportunidades aparecen cuando realmente hemos asumido lo que somos. Cuando nos aceptamos a nosotros mismos es cuando realmente podemos aceptar a los demás. Si estamos pensando siempre en las malas experiencias y fijamos nuestra mirada en las pérdidas es porque estamos atados a nuestro pasado.
Si lloramos por el dolor que nos causaron es porque estamos esclavizados. Si aún estas pensando en viejas victorias es porque estas viviendo tu presente sin un propósito. Si no tenes bien el claro lo que queres no podes ir hacia ninguna parte. Tenemos que entender que si cerramos nuestro pasado abrimos nuestro presente.
Si antes te quejabas, ahora no tejes más. Si antes llevabas como bandera al pesimismo, ahora hace que el optimismo sea tu estandarte. Si antes estabas atado al rencor y el resentimiento, ahora perdona y se libre. No dejes que el pasado te esclavice. No dejes que nadie te detenga. Sigue hacia tus objetivos. Si perdiste el trabajo busca otro. Si te caíste volve a levantarte. Si lloraste empeza a sonreír. Deja lo viejo y vendrá lo nuevo.


Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: