miércoles, 3 de septiembre de 2008

El amor entre jóvenes y personas mayores


¿Es posible que se de una historia de amor entre un viejo y una adolescente? ¿Cómo puede estar una jovencita con una persona mayor, que podría ser su abuelo? ¿Qué motiva a que un muchacho joven este con una mujer que podría ser su madre? Algunos jóvenes, por circunstancias sociales, económicas y psicológicas, creen erráticamente que conquistar a una persona mayor es todo un desafío, una aventura, una experiencia única. Más allá de que muchos que están dentro de este tipo de relaciones crean que su única motivación es el “amor”, creo que debajo existe una búsqueda de poder y dinero. Lo que buscan es estatus, posición social, expresar rebeldía.

Una persona mayor puede satisfacer necesidades y conceder caprichos. Vale decir que las personas mayores que incurren en este tipo de relaciones llevan doble vida porque generalmente son casados y tienen hijos y hasta en algunos casos son abuelos. Hay toda una sensación de “libertad” que aparentemente este hecho concede. En efecto, los jóvenes que se “enamoran” de mayores inconcientemente están buscando la figura materna o paterna. Aunque hay prejuicios sociales al respecto muchos jóvenes sucumben a este tipo de relaciones debido a carencias psicológicas y económicas. Eduardo Ramos, psicólogo, comenta que “habría que ver la autoestima del joven, porque muchas veces a los jóvenes les falta comprensión y protección respecto a la imagen materna o paterna, lo cual les lleva a involucrarse en estas relaciones, aparentemente como una aventura. Cabe aclarar que no todos los jóvenes que se involucran con adultos buscan satisfacer esa necesidad.”

Un psicoanalista dijo que hay varias razones por la cual algunos jóvenes incurren en estas relaciones. Una razón tiene que ver con la necesidad de sentirse poderoso. Otra razón es el tener una gran necesidad de ser el centro de atención. Otra razón está relacionada con la sexualidad. Al saber que lo admiran y al sentirse poderoso, también siente que domina y que, por supuesto, puede tener a quienes se les antoje. Y claro que elige a jovencitas sin experiencia y quienes, por lo tanto, no pueden evaluar su capacidad sexual, ya que generalmente este tipo de personas tienen dificultades en el terreno sexual”. “En conclusión, el varón de mediana edad que conquista jovencitas busca relaciones que le devuelvan la vitalidad y posibilidad de seguir viviendo con plena intensidad. En algunos casos esta conquista le proporciona romanticismo, atracción y pasión sexual que echa de menos, o una excitación que pude haber perdido al asumir la responsabilidad de mantener a su familia. Ellos tratarán de demostrar que aún son atractivos para mujeres jóvenes y gastarán energía en coquetearles, sin embargo, evitarán la relación sexual ante el temor de no lograr una erección con la misma rapidez que en su juventud”.

El caso de mujeres mayores que buscan a hombres jóvenes se debe a que las mujeres buscan mejorar su autoestima. Mujeres económicamente independientes que vienen de relaciones conflictivas con varones mayores. Los muchachos, por su juventud, tienen menos problemas en expresar sus sentimientos. Les agrada que aparentemente se revelen como más fieles, y que si no lo son, lo digan con seguridad. Creen que ellos compiten menos. Afirman que tienen menos ‘rollos’ en la cabeza. Dicen que comparten más y son más transparentes. Tienen más y mejor sexo, pero no sólo por su rendimiento sexual, sino que tienen una apertura mayor para jugar y experimentar. “Al parecer esta tendencia va en paralelo con la imagen de una nueva mujer que permanece más tiempo en el mercado laboral”.

“Como toda relación afectiva, esta conlleva una serie de riesgos propios de las diferencias de edad, independientemente de los que enfrenta cualquier pareja: - Incompatibilidad de intereses. Es indiscutible que en la relación de pareja particularmente en la primera experiencia de este tipo, hay espontaneidad, oportunidad y posibilidades que se combinan con los sentimientos de afecto, amor o cariño del joven, a los que se suman impulsos casi irrefrenables por conquistar a la persona elegida, sin considerar si es mayor o menor que ellas. Al cabo de un año o dos es probable que la relación la termine el propio joven. - Relación desigual de maestro-alumno, caracterizado por el síndrome de “lo sé todo, cuando tengas mi edad me comprenderás”. Con este tipo de relación el joven se sentirá en desventaja y frustrada, pues siempre se sentirá menos que el adulto. Si éste lastima sentimentalmente al joven por su inexperiencia, la relación podría tornarse abusiva y asimétrica. - Estigma social y problemas en la familia de origen. Este tipo de relaciones tienen mucho que ver con lo que la sociedad dice y permite. En argentina enamorarse o casarse con alguien mayor se juzga como algo malo.

Al parecer, en estas uniones el atractivo físico y sexual no es fundamental. Influyen más otros rasgos de la personalidad y lo que su edad simboliza. En el caso del adulto pesa la seguridad económica, superioridad cultural y experiencia. Mientras que en los jóvenes sobresale la vitalidad, atractivo y aspectos que giran en torno a la juventud. Finalmente, no hay recetas para saber si una persona conviene o no, sin embargo, responder algunas preguntas nos ayudan a disfrutar una relación con menores riesgos emocionales. Antes de incurrir en este tipo de relación habría que ir al psicólogo…

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Julio
Creo que es una relación patológica, más allá de las motivaciones.
-Dany

claudio dijo...

yo pienso que al fin de cuentas . . .es amor y vale todo.claudio