miércoles, 11 de junio de 2008

Los líderes mediocres

Un líder mediocre es incapaz de usar sus talentos y capacidades innatas para concebir ideales, metas y objetivos que le propongan una vida cristiana fructífera. De ahí que se vuelva sumiso al anti-intelectualismo, a los prejuicios, las críticas, la ociosidad, a las domesticidades que lo vuelven parte de un rebaño de ovejitas que se comportan de una manera mecánica, uniforme, colectiva, sin cuestionamientos, caminando ciegamente de la mano de la conformidad. El líder mediocre no es mentor de nadie, y al mismo tiempo es maleable, dócil, ignorante, un ser vegetativo que detesta los libros y el estudio, carente de talento y personalidad, todo su accionar es contrario al crecimiento humano, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen borrego del utilitarismo y el desamor.

El líder mediocre vive según sus propias conveniencias y no logra comprometerse con su ministerio. Al mismo tiempo entra en una lucha con los dones y talentos de sus hermanos por envidia, intentando opacar por todos los medios toda acción virtuosa en sus hermanos en la fe, porque sabe que si deja que un hermano con talento crezca espiritual y humanamente puede llegar a ocupar su lugar y esto lo pondría por encima de él. Por lo tanto, el líder mediocre buscara desacreditar, despreciar y desprestigiar el talento ajeno. Alguien dijo: “Sólo conviene la mediocridad. Esto lo ha establecido la pluralidad, y muerde a cualquiera que se escapa de ella por alguna parte”.

Las predicas de los líderes mediocres son repetitivas, densas, sin contenido, señaladotas de pecados y defectos. Jamás exaltan el ánimo de los oyentes ni estimulan los dones y talentos de nadie. Por el contrario, subestiman, alienan, obnubilan la mente. Se dice que la mediocridad es causada por la ignorancia o falta de conocimiento y la insensatez. Todos somos ignorantes en algún área de la vida, lo cual es demostrado por la naturaleza de nuestros actos.

La forma más rápida de conocerla en un hombre, es en aquel que no se siente "ignorante" en alguna área de su vida, o que bien sienta que no necesita continuar su aprendizaje. Es capaz de convertir a una persona en esclavo de sus propias actitudes y acciones. Y lo anterior es para preocuparse para no caer en el mundo tan extenso de los mediocres. En fin, un líder mediocre es de mala calidad, de poco mérito, tirando a malo. “En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima”, dijo Joseph Heller.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos Julio!

Celebro este artículo brillante. Tengo la idea que no todas las personas tienen capacidad de liderazgo (me incluyo entre ellas). De aquí que la gran estupidez de algunos sea creerse líderes cuando no tienen las cualidades mínimas para ello.
A veces el ego y los empellones de terceros llevan al escenario a un sujeto que realiza una pobre actuación en el papel de líder.

En fin, coincido en que hay líderes mediocres. Y creo que también hay quienes no lo son pero lo pretenden.

Otra vez ¡Brillante este post!
Un saludo afectuoso desde Lanús Este, Buenos Aires
Dany