jueves, 12 de junio de 2008

La caída es el castigo de los soberbios



La soberbia se opone a la humildad. Un creyente soberbio es aquel que se envanece a si mismo y se olvida de Dios. Genéricamente, la soberbia, se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros por superar, alcanzar o superponerse a un obstáculo, situación o bien en alcanzar un status elevado y subvalorizar al contexto. En el Diccionario Bíblico nos describe la soberbia como un deseo y pretensión de autosuficiencia y autoexaltación. El soberbio cree erráticamente que esta por encima de los demás. Es prepotente, no escucha la critica ni la opinión de nadie, lo único que tiene en cuenta es su forma de pensar, aunque sepa que esta equivocado. El creyente soberbio tiene que tener en cuenta que de la misma manera que Lucifer fue expulsado del cielo por su altivez, los creyentes soberbios serán castigados por su propia vanagloria y altanería. Proverbios 16:18 dice: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”.

Los cristianos debemos imitar la humildad de Jesús. Cuando queremos ser como Jesús vamos a despojarnos de todo orgullo y soberbia, porque sabemos que Dios ayuda al humilde, pero resiste al vanidoso. Jesús jamás se la creyó ni quiso estar por encima de la gente, antes al contrario, sirvió a sus semejantes, dando su vida en la cruz por toda la raza humana. La soberbia es el ideal del hombre pagano, idealizando la fuerza, la agresividad y la mutua competencia, desdeñando la compasión y la ayuda a los débiles como contraproducente para lo que considera como el avance hacia su “hombre nuevo”. El soberbio es un egoísta, un autosuficiente, un ser que se engaña a si mismo.

En la Biblia Dios dice expresamente que aborrece a los soberbios: Salmo 119:21 “Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos”. Salmo 138:6 “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos”. Prov. 6:16-17(a) “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: los ojos altivos...” Proverbios 16:5 “Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune”. Santiago 4:6 “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. Proverbios 8:13 “El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco”.

En síntesis, la caída es el castigo de los soberbios. Dios bendice a los humildes, pero a los soberbios no los escucha ni contesta sus oraciones. No seamos como el fariseo que se creía mejor que los demás y decía que daba el diezmo, hacía todo lo que decían los mandamientos, pero el ignorante desconocía que estaba pecando por soberbio. Más bien seamos como el publicano que decía que Dios sea propicio de él. Seamos humildes y Dios nos bendecirá…

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

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