sábado, 3 de mayo de 2008

Amor, un compromiso que crece entre dos


En su ensayo Para quererte mejor, el Dr. Jaime Barylko, dice querer no es difícil. Lo complicado es querer al otro en calidad de otro y que su bien sea el de uno mismo. Amar a alguien es un trabajo. Eso no lo tuvieron en cuenta los que nos hablaron del amor.

Dijeron que con el amor bastaba, pero dejaron de lado el concepto de que el amor es un compromiso que crece entre dos personas. Básicamente amar es trabajar en buscar el bienestar de otra persona. Cuando buscamos el bien de alguien es porque dentro nuestro existen sentimientos hacia alguien. Al percibir al otro y ser correspondido, también somos percibidos, y consecuentemente aparece y crece el compromiso.

El verdadero amor esta basado en la amistad y la complicidad. Miramos a los ojos al otro y sabemos que esos ojos conspiran a nuestro favor. E igualmente el otro nos mira a los ojos y sabe que estamos de su lado. Caminamos juntos porque nos pusimos de acuerdo.

Hace poco conversando con un amigo, que hace ocho años que esta en pareja, me dijo que convivir bajo el mismo techo es todo un trabajo. Para que la convivencia funcione dijo que ambas cabezas deben pensar en lo mismo. Y tiene razón. Si dos personas no se ponen de acuerdo no pueden amarse. El amor es un compromiso que crece entre dos. Y estar comprometido significa responder por el otro. Muchas parejas fracasan porque no saben lo que quieren.

En vez de buscar el bien del otro, buscan la satisfacción de sus caprichos y sus deseos egoístas. Y la pareja no funciona porque los valores son diferentes. Uno quiere ir al sur y el otro al norte. Entonces es inevitable que la pareja se rompa. Por supuesto que cuando dos personas comienzan una relación hay una etapa de adaptabilidad, es decir, nos vamos conociendo y dejamos de ser vos o yo y pasamos a ser un nosotros. Ya no pensamos únicamente en lo que nos gusta sino que también pensamos en lo que al otro le gusta. Como dijo un pensador, Amar es dejar de ser ego.

Al igual que cualquier otro trabajo, el amor es un trabajo que incluye destreza, diligencia, voluntad. Muchos amores son fugaces, pasan rápidamente. Estos son los amores sin compromiso. Nadie responde por nadie. Por otro lado se encuentran los verdaderos amores que crecen lentamente pero que cuando toman fuerza y sus raíces se meten en la profundidad de las almas, todo comienza a ir hacia el crecimiento recíproco.

Dos mundos se encuentran. Dos mentes se encuentran. Dos idiosincrasias se encuentran. Entonces, ya el nosotros reemplazó al yo o vos. Porque cuando uno decide amar a alguien desea ser mejor y lo logra. Creo que con el siguiente poema titulado Te quiero, el poeta Mario Benedetti, resume todo lo que implica el concepto amar:

 
“Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
 
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
 
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
 
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
 
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
 
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
 
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
 
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso. 
 
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos”.
 
Julio césar cháves  escritor78@yahoo.com.ar 

No hay comentarios.: