martes, 22 de abril de 2008

Movete, hace algo


La superación personal no llega por si sola, hay que moverse, mejorar en algún área de la vida requiere acciones inmediatas. Los que sabios dicen que si practicamos buenos hábitos, ellos guiarán nuestras vidas. Sobre esta premisa se trata el libro El éxito no llega por casualidad del Dr. Lair Ribeiro. Este autor dice que si no hacemos que las cosas sucedan, todo permanece igual. Todos los seres humanos nos instalamos en la realidad de diferentes maneras, pero si queremos conseguir algo debemos movernos. El estudiante si quiere aprobar un examen debe estudiar primero. El futbolista si quiere rendir en el campo de juego debe entrenar primero. El escritor si quiere escribir una obra monumental debe leer primero. El labrador para poder cosechar debe sembrar primero. Nada llega por casualidad.

Dios nos creó con la capacidad de pensar, con la capacidad de modificar la realidad. Ahora, muchos usamos esta capacidad innata que el creador puso dentro de cada ser, pero lamentablemente muchas personas viven en un estado constante de pasividad, pereza, desgano. Así pues, el principal obstáculo que detiene el crecimiento son las excusas. La gente siempre esgrime argumentos con tal de no trabajar. Las frases que más habitan los labios de los excusólogos son: “Todavía no es mi tiempo”; “Ya tendré oportunidad”; “No tengo tiempo…”; “No tengo dinero”; “A mi no me da la cabeza”; “Eso no es para mi”. En fin, las excusas detiene el crecimiento de mucha gente. Dicho en sencillo, el que pone excusas es porque es un conformista y siempre va a ser un mediocre, siempre va a estar por debajo del promedio.

Otra de las causas que detiene el crecimiento personal es la comparación. Al compararnos con los demás nos sentimos mal con nosotros mismos porque siempre vamos a encontrar personas que son mejores que nosotros. En realidad no hay que compararse. Un aforismo dice: “No hay que superar, hay que superarse”. Por supuesto que es bueno tener modelos y decir que queremos ser como alguien a quien admiramos, pero jamás debemos compararnos. Compararse es tenerse en poco. En vez de mirar lo que hacen o dicen los demás hay que llevar a cabo la propia leyenda personal. Como decía un famoso poeta, “se hace camino al andar”. Jamás vamos a saber exactamente adonde pretendemos llegar. Podemos fijar metas, establecer objetivos, pero siempre surgirán imprevistos que obstaculizarán nuestro accionar. Entonces, en vez de idealizar tanto, debemos movernos e ir resolviendo los problemas a medida que vayan surgiendo. En consecuencia, cuidaremos nuestro presente y si cuidamos nuestro presente, nuestro futuro se cuida solo.

Esto no quiere decir que no debemos planear, proyectar a largo plazo, lo que digo es que debemos concentrar todo nuestro potencial en nuestro andar diario. Si queremos llegar al éxito es necesario que nos vamos, es menester hacer algo. Para llegar hay que empezar a caminar, perseverando a pesar de los escollos que nos encontremos en el camino. En un artículo titulado Cómo perseverar cuando la incertidumbre aprieta bajo la ley general del cambio, Jorge Wagensberg, dijo: “Perseverar, en el mundo inerte, significa seguir estando; en el mundo vivo significa seguir vivo; y en el mundo culto significa seguir conociendo. Cada vez que la incertidumbre del entorno fluctúa, se replantea la cuestión. Entonces la selección (fundamental, natural o culta) actúa sobre individualidades y éstas ganan así nuevas funciones a favor de seguir estando, seguir viviendo o seguir conociendo. Los objetos inertes no tienen estímulos que les empujen a seguir. Pero cualquier cambio, cualquier fenómeno, requiere energía y riesgo”.

Hay que moverse aunque el entorno fluctúe. Un filósofo dijo que el ser humano esta condicionado por la circunstancia, pero no estoy de acuerdo con este concepto. De hecho, muchos genios expresaron su genialidad creadora en medio del dolor y la pobreza. Cervantes fue uno de ellos. Leí en un libro que fue muy pobre pero no eso no impidió que escribiera El quijote, uno de los libros más famosos de la literatura universal. Bueno, si queremos crecer, avanzar, progresar, cambiar algo, debemos empezar por hacer algo. El movimiento trate más moviendo. El trabajo trae más trabajo. El esfuerzo trae más esfuerzo. La persistencia trae cambios. En conclusión, movete y tu entorno cambiará. “El éxito esta compuesto de un 90 % de esfuerzo, un 5 % de talento, y un 5% de originalidad”, dijo Alejandro Sanz.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

1 comentario:

Patricia Fiorella dijo...

es cierto al compararnos con los demas perdemos tiempo, y ganas porque nos pondremos a ver aquello que no tenemos aún y será mas dificil
saludos