lunes, 7 de abril de 2008

Amar es compartir


Muchos piensan que amar es sacrificarse. Pero en realidad, amar, es un trabajo, amar es compartir. El príncipe azul y la mujer perfecta no existen. En este mundo nadie es perfecto y todos tenemos cosas que aprender, y sobre todo tenemos mucho que aprender sobre las relaciones de pareja.


Un psicólogo dijo que enamorarse es fácil, lo difícil es mantenerse enamorado. Y esto es cierto. Sé que al principio el que se enamora idealiza al otro, pero con el tiempo la rutina pone a prueba los sentimientos y sólo perdura el verdadero amor. En las relaciones de pareja no existe ni el príncipe azul ni existen sapos o ranas que al besarlas se vuelven príncipes. Tampoco existe la media naranja. El hombre no completa a la mujer o viceversa, sino que ambos se complementan. Amar es complementarnos con otro.
Cuando una persona elige amar a otra esta renunciando a otras posibilidades. Elegimos a esa persona no porque sea perfecta sino porque queremos procurar su bienestar. Por esto, el amor nos hace salir hacia el otro, buscando la compañía del otro porque deseamos abandonar la soledad y vivir en torno al amor. Amar es ser percibido.
Amar es un trabajo. Muchos creen erráticamente que el amor se vale por si mismo, pero lo cierto es al amor hay que fortalecerlo, cuidarlo, regarlo. Y para amar con madurez es necesario abandonar nuestro narcisismo. Hace unos años leí un libro titulado La nueva psicología del amor, de Scout Peck, donde el autor dice que si queremos amar verdaderamente debemos abandonar nuestro narcisismo, nuestro egoísmo. “Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender”, dijo la escritora francesa Francoise Sagan.


Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar