domingo, 13 de enero de 2008

La revelación más pura que existe de Dios


En tiempos de Moisés empezó la preparación de la palabra escrita. La revelación inspirada de Dios fue entonces en un libro, al cual hoy conocemos como la Biblia. Esa labor de compilar de modo escrito la revelación inspirada de Dios, duró 16 siglos. Empezó con Moisés, el legislador e historiador de la creación, hasta Juan, el discípulo amado de Jesús, el cual fue el narrador de las infalibles verdades del Evangelio. La Biblia, en todas sus páginas, expresa el carácter de su autor, Dios. Fue escrita por seres humanos, pero esos seres humanos estaban inspirados, plenariamente, por Dios mismo. Las pertinentes e infalibles verdades de la palabra de Dios, están expresadas en palabras humanas, pero fueron inspiradas divinamente. (2 Timoteo 3:16).
En su palabra, Dios comunicó y comunica el conocimiento necesario para que los seres humanos puedan acceder a la salvación. El Dr. Josh Mcdowell, autor de libros tales como ‘Evidencia que exige un veredicto’, ‘Más evidencia que exige un veredicto’, ‘Una defensa pronta’, ‘Más que un carpintero’, el cual se considera un escéptico con respecto al cristianismo, pero después de haber investigado el cristianismo llegó a la conclusión de que las escrituras son confiables, escribió al referirse al libro de Dios”. La Biblia dice ‘que la palabra de Dios es eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y las intenciones del corazón’ (Hebreos 4:12). Al igual que una espada de dos filos, las palabras de Dios-sus mandamientos y sus juicios-cortan en ambas direcciones. Logran lo que es bueno para nosotros a través de un proceso de dos filos: protegen y proveen. En las palabras de Dios en Jeremías, el propósito de sus mandamientos es hacernos ‘prosperar’ (Proveer) y no hacernos mal (Proteger).
Un verdadero cristiano debe leer las sagradas escrituras, pues sabe que en la Biblia se encuentran las verdades que le motivarán, le capacitarán para ser auténticamente feliz. La Biblia es la verdad para los hombres. “Se cuenta que un hombre tenía dos perros. Uno era blanco y el otro era negro. Este individuo les había enseñado a sus mascotas a pelear. Todos los sábados por la tarde en la plaza principal de su pueblo se juntaban las personas para ver pelear a sus perros, y las personas hacían sus apuestas. Un sábado ganaba el perro negro; otro sábado ganaba el perro blanco. Jamás se sabía cual ganaría. Las personas que apostaban siempre salían perdiendo. ¡El dueño de los perros siempre ganaba! ¿Cuál era su secreto? El perro que ganaba era siempre el cual había sido mejor alimentado por el dueño. El perro peor alimentado siempre perdía”. Alguien dijo que dentro de cada cristiano hay dos perros. Uno es blanco y el otro negro. El blanco representa el bien; el negro representa el mal. Cuando leemos la Biblia estamos alimentando al perro blanco y las cosas en la vida nos van bien. Por el contrario, cuando dejamos a Dios y su santa palabra, fuera de nuestra vida, estamos alimentando al perro negro, el que representa al mal. Entonces todo nos sale mal y nos infligimos dolor emocional y sufrimiento hacia nosotros mismos. ¡Alimentemos con la palabra de Dios y el perro blanco siempre ganará las peleas!!...
La Biblia es la guía segura que necesitamos para orientarnos con certidumbre en medio de este mundo donde las tinieblas y el caos reinan de modo sádico y destructivo. La Biblia es un libro que transforma vidas. La palabra de Dios es la regla con la cual debemos medir nuestras conductas, toda enseñanza y manifestación religiosa. Isaías 8:20 declara: “¡A la ley y el testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Y pasarán por la tierra, fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto. Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y serán sumidos en las tinieblas”. (Versículo 21,22). Las escrituras nos ayudan en nuestra debilidad. El Dr. Billy Graham dijo: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. (Salmo 119:11). Sugiero que cuando te acose la tentación, pidas a Dios que te de fuerzas y te indique el camino que él ha preparado para librarte. Permíteme otro consejo. Cuida de no colocarte deliberadamente en una situación en que has de ser tentado. No todos tenemos debilidades y tentaciones iguales. Para unos, la tentación puede ser el alcohol; para otros, los malos pensamientos y los actos impuros; para otros, la codicia y el afán de lucro; para otros, una actitud de crítica y falta de caridad. Puedes estar seguro de que Satanás te ha de tentar en tu punto más débil, y no en el más fuerte. Nuestro Señor nos ha dejado el ejemplo de cómo él resistió las tentaciones del maligno. Cuando él fue tentado en el desierto, cada vez derrotó a Satanás, mediante el empleo de las escrituras”. Debemos leer las escrituras, pues es allí donde Dios nos ha dejado las claves para vivir una vida victoriosa. Practicar lo que dice la Biblia, con la ayuda del Espíritu Santo, por supuesto, es amar la libertad espiritual. Debemos memorizar fragmentos de las santas escrituras, pues estas son las herramientas que Dios nos ha delegado para poseer salud mental y libertad interior. Jesús dijo: “Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque yo no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que le he hablado, ella juzgará en el día postrero”. (S. Juan 12:47,48).
Alejarse de la palabra de Dios conduce a la confusión intelectual, a la confusión espiritual y a la ruina emocional. Alejarse del libro de nuestro Padre Celestial es igual a fomentar deliberadamente los designios y las mentiras del diablo. Satanás quiere y busca por todos los medios alejar al pueblo de Dios de las sagradas escrituras, pues sabe que un pueblo sin conocimiento perece bajo las garras de las tinieblas. Marcelo Laffitte dijo: “Noto una gran lejanía entre los cristianos y las escrituras. Y esto vaya si es serio. Siempre hemos sido conocidos como ‘El pueblo del libro’. Pero si seguimos a este paso, pronto deberemos asumir que nos hemos convertido en el ‘el pueblo del libro que no conocemos’. ‘El pueblo del libro cerrado’. O el pueblo de los CD y las FM cristianas. Toda nuestra vida debe girar en torno a la palabra. Porque allí están los fundamentos de nuestra fe. Ella es nuestra guía para no equivocar el camino. En sus hojas están las directivas de nuestro jefe. Es el ‘Manual del fabricante’. Es nuestro ‘reglamento divino’. La misma Biblia nos exhorta a que la palabra de Cristo more en abundancia en nosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en sabiduría”. Un cristiano auténtico se hace leyendo las santas escrituras, pues sabe que la Biblia es la verdad infalible y actual de Dios.
Satanás sabe que le queda poco tiempo. Por eso, quiere alejar al pueblo de Dios de la Biblia. Apocalipsis 12:12 cuenta: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Satanás quiere desfigurar a los seres humanos con engaño y crueldad. Su maléfica intención es alejar a los cristianos de la verdad de nuestro Padre celestial. El mundo es un infierno de injusticia. Hay ricos que comen todos los días y niños que se mueren de hambre. Hay hombres malvados y niños desnudos en las calles. Dante dijo: “OH avaricia en que el mundo se contrista: Hundir al bueno, alzar al malo sabes”. (Divina comedia).
El gran estadista español Cautelar, dijo respecto a la Biblia: “No comprendo que se hayan puesto miles de obstáculos a la propagación de la Biblia. Se han recogido Biblias, y puedo traer pruebas de ello. Es necesario reestablecer el sentido religioso de este pueblo. Cuando se permiten los libros de Strauss, que combate la divinidad de Jesucristo; cuando se permiten los comentarios germánicos que niegan la autoridad del cuarto evangelio; cuando todo esto se permite, es necesario que un gobernador arbitrario impida que se lea la Biblia, en que se han inspirado Cromwell, Cisneros y Lafayette; la Biblia es la revelación más pura que de Dios existe en la sociedad, en la naturaleza y en la historia”.

Julio C. Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: