sábado, 24 de noviembre de 2007

El poder de la iniciativa


“La inicitiativa es la acción de dar comienzo a algo, de hablar u obrar por voluntad propia , adelantándose a cualquier motivación externa o ajena a uno mismo. Se le dice iniciativa tanto a la facultad personal que inclina a esta acción como al desarrollo de esta facultad. Se entiende lo explicado, en las frases: tomar la iniciativa o tener iniciativa”. Si queremos iniciar algo, además de esfuerzo psicológico, físico y moral, ante todo, necesitamos tener iniciativa. Dominar la incertidumbre, el miedo al fracaso, el temor a lo desconocido, implica aventurarnos hacia lo nuevo. La iniciativa hace que emprendamos una nueva empresa, trabajo, proyecto grupal o individual, con el propósito de mejorarnos a nosotros mismos, y a los demás. Si pretender llegar a un determinado lugar debemos dar el primer paso. Por supuesto que vendrán inconvenientes, pero si comenzamos algo y le ponemos ganas, seguramente vamos a estar motivados y llegaremos a la meta. Como dije líneas arriba, para poder llegar a algo necesitamos la iniciativa, aunque después tengamos que esforzarnos por seguir adelante. Para captar las nuevas posibilidades de una circunstancia hace falta sensibilidad hacia la novedad, lo cual actúa como chispa o detonante de esa iniciativa que nos conduce hacia delante. Si somos indiferentes hacia la innovación jamás alcanzaremos lo que deseamos. La sensibilidad hacia el progreso, las nuevas posibilidades de crecimiento, nos hace visualizar lo que podemos alcanzar, lo que podemos llegar a ser.

La falta de iniciativa impide que el hombre pueda hacerse, trascenderse, construirse. Y el que comienza algo, el que proyecta, visualiza, es porque desea conquistar el cambio. Dando el primer paso es como se logran las cosas. En lo interior, cada uno irá descubriendo, si reflexionamos al respecto, las virtudes, los puntos fuertes, las características que pueden contribuir al desarrollo persona, y posteriormente, al ser conscientes de nuestro potencial, trajaremos en lo que somos fuertes y el resto se fortalecerá solo. En este sentido, tener iniciativa consiste en despertar las potencialidades dormidas. El 10 % de las veces no empezamos algo por obstáculos exteriores, pero el 90 % de las veces no empezamos algo por falta de iniciativa. Es sano aceptar limitaciones, pero dejarnos limitar por las limitaciones es tener falta de iniciativa. Lo correcto es poner al descubierto las limitaciones y tratar de superarlas paulatinamente. En la lucha por el progreso lo más importante es la iniciativa. Desarrollar la propia libertad y crecimiento personal es fruto del primer paso, y el resultado final de la iniciativa es la madurez psicológica, humana, espiritual. El crecimiento personal se centra en la decisión de comenzar algo, sabiendo elegir con previsión, sabiendo ser consecuente después, pero por sobre todas las cosas eligiendo lo que deseamos hacer de nuestras vidas, continuando en esa decisión y en la realización de lo decidido predeterminadamente. Tener iniciativa consiste en empezar una cosa, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez…

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: