viernes, 26 de octubre de 2007

La maldición de Halloween


Halloween o Noche de las brujas es una fiesta proveniente de la cultura céltica que se celebra en la noche del día 31 de octubre. Los niños se disfrazan para la fecha y deambulan por las calles pidiendo caramelos de casa en casa. Posteriormente de llamar a la puerta los niños emiten la frase truco o trato o dulce o truco. Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se demuestra que han aceptado el trato. Por el contrario si se niegan, los chicos les dilapidarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta. Halloween es una derivación de la expresión inglesa All Hallow's Eve que significa: víspera del día de los santos. Se celebraba en los países anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y Reino Unido. No obstante, actualmente se celebra en casi todos los países occidentales con mayor o menor intensidad. Aunque la palabra Hallowen tiene su significado celta que significa: hoy entrego mi alma. Sus orígenes se remontan a los celtas, y la fiesta fue exportada a los Estados Unidos por emigrantes europeos en el siglo XIX, aproximadamente hacia 1846. La fuerza expansiva de la cultura de Estados Unidos ha hecho que Halloween se haya difundido y popularizado también en otros países. El día de Halloween, en tiempos modernos se considera una fiesta americana. La tradición del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las ornamentaban con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de modo que los muertos pasaran de largo aterrorizados. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces. Es así pues, una fiesta asociada a la venida de los dioses paganos a la vida. Halloween es una fiesta muy importante para los satanistas ya que durante esta fecha se insta a las sectas satánicas a ofrecer sacrificios humanos y animales a espíritus malignos. Durante mucho tiempo los cristianos estadounidenses no habían cuestionado esta práctica ocultista pero debido a la gran cantidad de niños y gatos negros desaparecidos, los cristianos han abierto los ojos y estar alertas ante esta situación.
Aunque muchos no lo crean Halloween no tiene nada de inocencia sino que esta íntimamente vinculado con el reino espiritual, los espíritus malignos y el ocultismo. La antigua ciudad de Efeso fue uno de los principales centros ocultistas del primer siglo y el apóstol Pablo les escribió una epístola a los creyentes de esta ciudad, diciéndoles que no participaran en las obras de las tinieblas sino que las desenmascaran y rechazaran. (Efesios 5:11). Pablo les dijo que no debían participar de estas practicas ocultistas o paganas, incluso les dijo que no hablaran de ellas. (Efesios 5:12). En otra epístola dirigida a los romanos, el apóstol Pablo exhorta a los creyentes a rechazar las cosas del mundo, explicándoles que deben discernir entre el bien y el mal, siempre considerando la voluntad de Dios para sus vidas. (Romanos 12:2). En su primera epístola a los corintios, el mismo apóstol Pablo dijo: "No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos a celos al Señor?" (1 Corintios 10:21-22). Muchos padres arguyen que el Halloween o Noche de las brujas, es algo inofensivo, además dicen que sus hijos no pueden estar fuera del mundo, pero estos argumentos y justificaciones a los únicos que perjudican es a sus hijos ya que les permiten jugar con el ocultismo y los demonios. Quizás muchos vecinos se enojen por advertir que rechazamos abiertamente esta fiesta pagana, pero eso no nos debe importar, lo que nos debe importar es agradar a Dios por sobre todas las cosas. Dios es luz y la noche de brujas es oscuridad, tinieblas. Muchos tal vez digan que los niños se vistan de negro, con caras de monstruos, con trajes de brujas o fantasmas no tenga nada de malo, pero es malo, muy malo, ya que compromete a los niños con el reino de las tinieblas, con el diablo precisamente. Dios ordena expresamente en el libro de Deuteronomio: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti”. (Deuteronomio 18:10-12). Por otra parte, Juan en el Apocalipsis escribió: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. (Apocalipsis 21:8). El profeta Miqueas también declaro: “Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti agoreros”. (Miqueas 5:12). Es responsabilidad de los creyentes prohibirles a sus hijos la exposición a esta celebración pagana. Lo que los niños tal vez consideran como un juego inofensivo puede resultar peligroso para sus vidas. En su ensayo Lucifer destronado, William Schnoebelen dice que muchos cristianos ignoran la realidad espiritual de los demonios que no son conscientes de que, lo acepten o no, están involucrados en la guerra contra el reino de las tinieblas: “He hablado con cristianos que son sinceros e inteligentes, pero que piensan que el mundo espiritual tiene poco o ningún impacto sobre ellos. Piensan que quizás haya un demonio ocasional sobre China, y que de vez en cuando, algún misionero metido en problemas, podría ver un ángel”. Los padres deben ser concientes de esta situación. Esta práctica ocultista es un medio que emplea Satanás con el objetivo de transferir sus espíritus. Recordemos que durante la Noche de brujas hay más espíritus malignos que cualquier otro día del calendario. Efesios 5:6-12 declara: “Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto”.
Julio cèsar chàves
escritor78@yahoo.com.ar

No hay comentarios.: