jueves, 25 de octubre de 2007

La iglesia tecnofóbica


Este siglo es la era de la información, del Apple iPhone, de google, del e-mail, del Messenger. El auge de Internet ha creado una generación de tecnòfilos, tecnomanìacos, tecnólogos. Y esta generación pasa cada vez más horas en el ciberespacio. Muchos cristianos se han adaptado a esta era de la información, de la tecnología, del celular y las computadoras de alta velocidad, pero otros lamentablemente son víctimas de la tecnofobia. El analfabetismo tecnológico ha conducido a la iglesia al aislamiento y la mediocridad intelectual. Muchos creyentes señalan que las computadoras son del diablo, dicen esto porque carecen de conocimientos en el manejo de las computadoras. Tristemente este analfabetismo tecnológico retrasa a la iglesia. Muchos líderes dicen que la Internet causa adicción, que esta plagada de pornografía, que el Chat es malo, pero la verdad es que la tecnología bien empleada no tiene nada de malo sino que una herramienta útil para servir al Señor.
De la misma manera que la sociedad ha empleado el correo electrónico y la Internet para el progreso de la sociedad, los cristianos podemos utilizar estos medios para predicar la palabra y expandir la palabra de Dios. Gracias a la Internet, los Web sities, los blogs, podemos llegar a lugares distantes, donde quizás jamás lleguemos físicamente. La iglesia debe interesarse en la Internet de la misma manera que se interesa por los medios tradicionales ya que este medio contribuye eficazmente a la propagación del reino de Dios. El objetivo de los pastores, líderes y ministros debe ser fomentar el uso adecuado de la tecnología, entablando un diálogo fluido con los medios de comunicación. Dios nos confió su mensaje de salvación para que le prediquemos a todos los habitantes del mundo a través de todos los medios que podamos y la Internet es un medio viable. Aunque muchas veces los medios parecen oponerse a los valores cristianos, también nos brindan la oportunidad de predicar a Cristo a miles de personas al mismo tiempo. Los predicadores que no disponían de los medios masivos de comunicación jamás imaginaron poder predicarle a tanta gente al mismo tiempo, pero nosotros gracias a Dios contamos con estos medios y vamos a emplearlos para la gloria de nuestro Señor.
Las ventajas de Internet son muchas. Podemos informar, evangelizar, llegar a los hogares, superar las distancias y los límites geográficos, ingresar a gigantescas bibliotecas virtuales, museos, documentos arqueológicos, acercarnos a otras iglesias, brindar apoyo a hermanos del otro lado del mundo, podemos hacer nuevos amigos de otras iglesias, y podemos participar en comunidades virtuales donde nos fortalecemos la fe y nos apoyamos recíprocamente. Ahora bien, es responsabilidad de los líderes fomentar el buen uso de este medio, propugnando la idea de que este medio es útil para el Señor ya que vivimos en una sociedad mediática. Los padres, por su parte, deben orientar a sus hijos a poner en práctica el discernimiento, desechando lo malo de Internet, dándole importancia únicamente a lo bueno, lo edificante, lo correcto. Los jóvenes también debemos emplear nuestro criterio y nuestro discernimiento, sacando provecho de este medio sin dejarnos dañar por el. Al reflexionar sobre esta era de la información debemos estar abiertos a estas nuevas formas de expresión mediática para que todos los seres humanos puedan acceder al conocimiento de aquel que puede darles vida y vida en abundancia, Jesucristo.

Julio cèsar chàves
escritor78@yahoo.com.ar

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