miércoles, 17 de octubre de 2007

El síndrome de burnout y la posibilidad de descansar en Dios



El síndrome de burnout, conocido también como síndrome de estar quemado, amontona una serie de respuestas a situaciones estresantes que suelen provocar tensión en las relaciones interpersonales. Los síntomas de este síndrome se manifiestan en varios aspectos. En el aspecto psicosomático causa fatiga crónica, migrañas, insomnio, úlceras, pérdida de peso, dolores musculares y múltiples desórdenes gastrointestinales. En el marco conductual produce absentismo laboral, abuso de sustancias, tensión nerviosa, trivialidad en las relaciones interpersonales, violencia. En lo emocional genera distanciamiento afectivo, aislamiento, aburrimiento, actitud cínica, irritabilidad, “omnipotencia”, desconcentración, depresión, desorientación. Vale decir que hay muchos factores implicados en el desarrollo de este síndrome, factores de tipo familiar, personal, profesional. El Dr. Werner Traub, cristiano profeso, especialista en psiquiatría, psicoterapia, psiquiatría forense, medicina del medio ambiente y docente en el instituto para terapia del comportamiento en el norte de Alemania, dijo que “el síndrome de burnout no es una enfermedad, sino que resulta de un esfuerzo excesivo de parte de la persona afectada por el mismo. Paralelamente a eso muchas veces también es expresión de descontento. Uno ha hecho todo y muchas veces no ha cosechado ni siquiera el agradecimiento de las personas, y ahora uno se siente liquidado y vacío”.
La prevención de este síndrome es complejo, pero a la vez es posible mediante cualquier técnica asertiva en el tratamiento del estrés, lo cual es una técnica correcta de intervención. No es mi intención abordar este síndrome desde un enfoque médico, eso se lo dejo a ellos, pero si voy a hablar al respecto desde un enfoque bíblico. El estrés excesivo es una enfermedad de nuestro tercer-milenio, una enfermedad que incluso ataca a los cristianos. Muchos cristianos, debido a excesivas ocupaciones, se queman, se agotan, se obnubilan, pero no todo esta perdido ya que Cristo nos dijo que podemos descansar en él. Cristo quiere que nos despojemos de nuestra autosuficiencia, de nuestra “omnipotencia, de nuestro orgullo, y desea que descansemos en él. Dios desea que descansemos y estemos sanos en todos los aspectos. El profeta Isaías dijo: “Tu guardaras en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. (Isaías 26:3). Considero que pensar que Dios es nuestro descanso contribuye a nuestra salud física, mental, familiar, laboral. Pensar en las bendiciones que nuestro Dios nos promete en su palabra es cuidar la salud, es aprender a vivir una vida de paz, armonía, satisfacción, porque de esta manera servimos mejor a Dios y a los demás. “El que no escatimo ni a su propio Hijo, sino que lo entrego por todos, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”, dice Romanos 8:32.
Finalmente quiero compartir contigo las características del descanso en Dios: “Primero, descanso espiritual es una fe continua, una fe habitual. Esto se conoce como “perseverancia” o “paciencia” (Rom. 12:12). Paciencia no significa que nos sentemos y hagamos nada. Paciencia, como se describe en la escritura, es estar firme en la palabra de Dios. De esta forma se sigue ejerciendo la fe aun cuando los problemas persisten; o sea, nos agarramos de las promesas de Dios cuando llegamos a la calle sin salida. Segundo, descanso espiritual es la ausencia de pobras. No es que usted deje de trabajar y se vuelva un vago. Significa que usted no trata de resolver los problemas fuera del patrón y provisión de Dios. Usted experimentara una paz mental en medio de todo lo que este pasando a su alrededor.Cuando Dios termino de crear todo, el descanso. Esto no es, que Dios estaba cansado; sino que su obra estaba terminada (Gen. 2:2). Como un memorial a su provisión de gracia, Dios declara un reposo. Este reposo se origino desde la fundación del mundo (Heb. 4:3), y es para siempre. Dios ya ha resuelto todos los problemas de la humanidad y ahora ofrece la solución para cada dilema. El asegura descanso para todo aquel que reclame sus promesas por fe. Esto lo hace en una de dos maneras. Ya sea que le libra del problema, o entra en el problema con usted; tal como hizo en el caso de Daniel y los leones. Dios conoce lo que toma para que el problema obre para bien y sú propósito sea cumplido (Rom. 8:28).De cualquiera de las dos maneras podemos dormir en la cueva de los leones. Tercero, descanso espiritual es una vida de oración. Pero no una oración desesperada como la de los discípulos en la barca, “sálvanos que perecemos”. Una oración que denota la confianza en aquel que esta siempre presente para librarnos (Sa, 46:1). El Señor nos demostró esta confianza, cuando oro frente a la tumba de Lázaro, “Padre gracias te doy por haberme oído” (Jn. 11:41)”.
(
http://iglesiamisionera.net).


julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

1 comentario:

Pablo dijo...

hola Julio! me complace anunciar que ya fuistes agregado a Beta DIR // bienvenido a la comunidad! :D