
Dios ha dotado a los hombres de dones, talentos, capacidades, con el fin de modificar la realidad y servir a Dios y al prójimo. Santiago 1:17 dice que “toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del padre de las luces”. Ahora, Dios nos ha datado de todas estas capacidades para que en primer lugar le sirvamos a él. En Lucas 16:10 dice que si somos fieles en lo poco, también seremos fieles en lo mucho. Cuando empleamos lo que somos y sabemos hacer para darle gloria, entonces él nos exalta y se glorifica en nuestras vidas. Nuestras vidas deben estar dedicadas a nuestro Dios. En la vida muchas personas desperdician sus vidas en vanidades, malgastan sus dones y talentos. En vez de honrar a Dios con lo que saben hacer, se honran a si mismos porque son egoístas. Lo que debemos entender los creyentes es que todo lo que somos o tenemos le pertenece a nuestro Dios. Nosotros somos mayordomos de todo lo él nos ha dado. Hay que dejar de lado la pereza, la haraganería, el pesimismo, y hay que trabajar, mejorar, ejercitar los dones y los talentos. Cada uno debe emplear los dones que tiene. El que sabe pintar cuadros debe pintar y honrar a Dios con ese don. El que sabe escribir, como es mi caso, debe honrar a Dios con lo que sabe hacer. No debemos emplear nuestros dones y talentos para buscar aplausos o aprobación, debemos hacerlo para el Señor.
Todos los seres humanos tenemos dones y talentos y es la responsabilidad de cada uno ejercitarlos, reproducirlos, sacar provecho de ello. Nadie puede decir que no tiene talentos ya que las habilidades humanas son variadísimas y diversas, es decir, todos sabemos hacer algo. Quizás muchas personas lo único que saben hacer es dar palabras de aliento. Bueno, eso es un don. Toda capacidad que sirva a Dios y a los demás es de bendición. El apóstol Pablo dijo claramente que los dones y talentos son muy variados, pero todos constituyen el cuerpo de Cristo. "Porque, además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. (...) Pero el hecho es que DIOS ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Ahora bien, los miembros son muchos pero el cuerpo es uno solo. [...] y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos honrosos, a éstos vestimos con más honra; y a los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con mas decoro." (I Co. 12:14 - 24).
Ahora bien, debemos tener en cuenta que Dios algún día nos va a pedir cuenta de lo que hemos hecho con nuestros dones y talentos. No podemos transitar la vida como vegetales, seres pasivos, apáticos, mezquinos, egoístas. Hay que servir a Dios y a los demás con lo que sabemos hacer. Lo que somos le pertenece a Dios. Los dones que Dios nos ha dado son para ser usados en beneficio del pueblo de Dios y de todas las personas. Recordemos que Santiago 4:17, nos dice: “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.
Julio césar cháves juliogenial@hotmail.com
Todos los seres humanos tenemos dones y talentos y es la responsabilidad de cada uno ejercitarlos, reproducirlos, sacar provecho de ello. Nadie puede decir que no tiene talentos ya que las habilidades humanas son variadísimas y diversas, es decir, todos sabemos hacer algo. Quizás muchas personas lo único que saben hacer es dar palabras de aliento. Bueno, eso es un don. Toda capacidad que sirva a Dios y a los demás es de bendición. El apóstol Pablo dijo claramente que los dones y talentos son muy variados, pero todos constituyen el cuerpo de Cristo. "Porque, además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. (...) Pero el hecho es que DIOS ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Ahora bien, los miembros son muchos pero el cuerpo es uno solo. [...] y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos honrosos, a éstos vestimos con más honra; y a los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con mas decoro." (I Co. 12:14 - 24).
Ahora bien, debemos tener en cuenta que Dios algún día nos va a pedir cuenta de lo que hemos hecho con nuestros dones y talentos. No podemos transitar la vida como vegetales, seres pasivos, apáticos, mezquinos, egoístas. Hay que servir a Dios y a los demás con lo que sabemos hacer. Lo que somos le pertenece a Dios. Los dones que Dios nos ha dado son para ser usados en beneficio del pueblo de Dios y de todas las personas. Recordemos que Santiago 4:17, nos dice: “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.
Julio césar cháves juliogenial@hotmail.com
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