viernes, 14 de septiembre de 2007

Gigantes, pedradas y batallas


Una de las cosas que más frustración me creaba era compartir mi fe con otra persona y ver como cada día se alejaba más de mi objetivo: ganarla, ponerla en mi lista. No es que se haya apagado en mí la pasión de hablar de Cristo, sino que ahora lo veo diferente.
La forma tradicional de hacer evangelismo es una batalla campal contra los inconversos. Nosotros, los santos, usamos contra ellos la espada de la palabra y lanzamos versículos como si fueran piedras. Esperamos ansiosamente el día en que no nos falle la puntería y alcancemos a pegar en su cabeza para ver como caen tendidos ante nuestros pies. Fuente: http://www.pezmundial.com/


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