sábado, 22 de septiembre de 2007

Espejismos


Los espejismos son deseos que se materializan sobre la arena del desierto de la vida. El espejismo es un fenómeno que produce la ilusión de ver invertidas, a corta distancia, las imágenes de objetos distantes. Los espejismos parecen la realidad, pero la realidad es que son una mera ilusión. Parecen el oasis que tanto anhelamos, pero es algo irreal. La sociedad actual, por medio de la televisión, lo único que brinda es espejismos, meras ilusiones. La televisión lo único que está haciendo es blanquear la estupidez. Antes la fornicación era fornicación, mas ahora se le llama amor libre. La caja inteligente lo simplifica todo. La televisión es un instrumento de dominación sutil, peligrosa y perspicaz, que cuenta con una tecnología muy sofisticada. La pantalla mágica penetra las mentes y las distorsiona. Adultera la realidad con espejismos. La televisión es el demonio descontrolado y permisivo de nuestra época. Con sus imágenes, satura y pasiviza a las masas. Penetra insidiosamente en las conciencias y las llena de sofismas, mentiras, libertinaje, y crueldad e individualismo intelectual. Ese flujo de imágenes, produce, además, neutralización del pensamiento, y es un infalible método de estupidización…
La mayoría de los miembros de la sociedad están controlados por los mensajes de la pantalla mágica y maligna. Una especie de ‘Sida espiritual’ ha invadido las mentes de los televidentes. Los hombres tienen como lema ‘Play God’, y por eso se creen que pueden manipular a las multitudes en aras de sus deseos egoístas. La actividad intelectual y la culturalización han pasado a un segundo plano. Yo creo que lo único que domina a los dueños de los medios son intereses económicos dominantes. El Status Quo los empuja a quitarle al mal la característica de condenable. Los más perjudicados por la televisión son los niños. Los niños ya han dejado de ser Hijos de sus padres y se han convertido en hijos de la televisión. Gerald Edelman les dice a los padres del siglo XXI: “Sus hijos no son sus hijos. Son hijos de la tecnología de la información. Más que sus padres, lo que forma sus cabezas son los estímulos del mundo moderno”.
La pantalla mágica influye en las mentes susceptibles y las banaliza. Creo que es hora de que algunos individuos dejen de confiar ciegamente en la tecnología, pues sino, serán parte de un espectáculo trivial y estupidizante. Además, serán dóciles objetos de la manipulación sutil. Se cosifican a si mismos y vivirán obsesionados por lo tangible y lo inmediato. La televisión es un instrumento de manipulación en manos de los manipuladores. Los televidentes son objetos de estupidización y manipulación sutil, pero real y tortuosa. Un hombre llamado Marshall Mcluhan comprende bien lo que digo. Quizás sus comentarios parecen rebuscados, pero lo que dijo es muy cierto. Mcluhan ha vivido toda comunicación en dos clases: fría y caliente. La comunicación caliente es toda la filtrada a través de la razón. Por ejemplo, dice él, si un ladrón va a una casa a robar, le ofrece carne al perro para entretenerlo. Mcluhan dijo que esto mismo es lo que hacen los que producen los programas de televisión, puesto que utilizan imágenes que apelan a la razón, para distraer la mente y de ese modo, conseguir el resultado que desean en una experiencia de primer orden.
El Dr. John Hagee, en su libro ‘La era del engaño’, escribió al referirse a la televisión: “¿Quién entra a la casa mediante la pantalla del televisor? ¿No entran ciertos sujetos que no quisiéramos que se acerquen ni al portal de la casa? Sí, esos invasores que nos envían los medios de comunicación que les enseñan a nuestros hijos acerca de homicidio, violación, y violencia social. El televisor es un cáncer intelectual que se ríe de nosotros en la cara, se burla de los valores y de la fe…”. La televisión es un cáncer que está estupidizando y banalizando la vida humana. Lo único que brinda la pantalla mágica son espejismos inútiles y vacíos.

Julio C. Cháves.
Escritor78@yahoo.com.ar

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