sábado, 22 de septiembre de 2007

El lema de la ciencia es: ‘Play God’



Hace unos años apareció en la televisión un hombre que supuestamente estaba embarazado. Según las informaciones de prensa, este filipino hermafrodita, había concebido un hijo de su pareja masculina. Después de un corto tiempo, se supo que fue un fraude extraordinario y que no fue ningún fenómeno natural. Un hombre es imposible que quede embarazado. El caso de este filipino es un fraude, pero sin embargo, está muy cerca de las manipulaciones médicas y biotecnológicas. Hoy día, la posibilidad de producir un embrión humano en el laboratorio ya es cosa de todos los días. La unión –desde el punto de vista de la ciencia-, de un óvulo y un espermatozoide para dar origen a un nuevo ser humano puede hacerse directamente en un tubo de ensayo.
Para la ciencia jugar a ser Dios es fácil. Allá por los ’70, esos monstruos creados entre cuatro paredes -al estilo de Frankenstein- eran exuberantes curiosidades, más en el siglo XXI, las ‘vidas de probeta’ son algo habitual y poco común. Al ser humano le agrada manipular las cosas creadas. Los científicos, como los magos de los cuentos de hadas, consiguen controlar el efecto de sus pócimas mágicas. Los científicos triunfan gracias a los animales torturados y asesinados en los laboratorios. En el mundo dentro de muy corto tiempo tendremos todo de probeta. Agricultura de probeta. Corazones humanos de probeta. Animales de probeta. Amores de probeta. Cerebros de probeta. Los magos de la manipulación están de moda. La revolución biotecnológica, (Play God: Jugar a ser Dios), es la esperanza hacia un futuro mejor.
Alvin Tofler, en su libro ‘Third Wave’ (La tercera ola) se pregunta: ¿Produciremos gente con estómago como el de la vaca, de modo que puedan digerir pasto y heno, aliviando así los problemas alimenticios, modificándonos para comer lo más bajo en la cadena de alimentos? ¿Alteraremos biológicamente a los trabajadores para que satisfagan los requerimientos de trabajo, como por ejemplo, creando pilotos con reacciones mucho más rápidas u obreros para línea de ensamblaje diseñados neurológicamente para que hagan por nosotros los trabajos monótonos?”. Y el Dr. Jack Van Impe, con respecto a las preguntas que formuló este científico, dice: “Estas son solo algunas preguntas que se plantea una nueva raza de informados científicos de la era de Internet, filósofos y personas comunes y corrientes. Estos innovadores se han comprometido a nunca conformarse son el Status Quo, y a confesar la ética biológica más allá del horizonte del actual entendimiento humano”.
Las personas que estén en común acuerdo con la ética biológica, con la biotecnología humana, con los experimentos de ingeniería genética en humanos, con la biología molecular, y con la clonación humana, se están oponiendo al creador. La Biblia enseña que Dios es quien creó el mundo y al hombre. Dios creó el universo. Génesis 1:1 nos dice. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. La ciencia debe estar al servicio de Dios y de la humanidad. La ciencia debe mejorar la calidad de vida del ser humano, pero sin modificar, ni manipular la creación.
Miguel Ortega Riquelme escribió respecto a Dios:
“Dios es Dios.
La creación lo
Pregona en todas partes.
Los ríos y las aguas,
Lo cantan gozosas cada día.
Las plantas y los animales,
En todo momento lo bendicen.
Las aves y los mares
Lo aplauden con regocijo a cada instante.
El sol y las nubes de todo el universo
Lo adoran respetuosos y en silencio.
Cada trozo de esta tierra
A Él celebra y reconoce.
Dios es Dios”.

Julio C. Cháves.
juliogenial@hotmail.com

No hay comentarios.: