martes, 28 de agosto de 2007

Sobre el pensamiento


En ‘Día tras día con Billy Graham’, compilado por la actriz Joan Winmill Brown, respecto al pensamiento, el Dr. Billy Graham dice: “El poeta Robert Browning dijo que ‘los pensamientos son el alma de la acción’. Según Emerson ‘el pensamiento es la sede de la acción’. El pensamiento además, es el antepasado de toda acción’. Si Dios destruyó el mundo en el pasado debido a su maldad, es razonable creer que todo el pecado, la lujuria y la licencia que hoy reina ha de producirle sufrimiento en el corazón como lo hizo en los días de Noé. Muchas personas sueñan con el pecado, se lo imaginan, y si tuviesen la oportunidad, lo cometerían. Todo lo que falta es la ocasión. Es así que a los ojos de Dios son pecadores tan grandes como si hubiesen cometido actos de inmoralidad. Todas las transgresiones comienzan con pensamientos pecaminosos. Tú, que te has llegado a Cristo en busca de un corazón puro, cuídate de los cuadros y sensualismo que Satanás proyecta sobre la pantalla de tu imaginación; selecciona con cuidado los libros que lees, los espectáculos que asistes, los amigos con quien alternas, el ambiente en que te colocas. Dejar que la imaginación pecaminosa vaya acumulando malos pensamientos en tu mente, sería como permitir que se vaya juntando basura en la sala de estar de tu casa”.
El pensamiento es lo que diferencia al hombre del animal. Es el ingrediente que eleva al hombre por sobre el animal y lo define, lo configura. Los animales no piensan. Los hombres sí. Cuando los pensamientos del ser humano son en concordancia con la voluntad de Dios, el hombre vive en acorde a un comportamiento constructivo para sí mismo y para los demás. En cambio, cuando el ser humano vive conforme a sus propios pensamientos egoístas, su vida se torna complicada, sin sentido y animal. Hoy la gente no piensa. El conocimiento en el campo de la tecnología está creciendo, pero en lo que respecta al conocimiento de temas humanos, el analfabetismo es cada vez más epidémico, hasta me atrevo a decir que es pandémico como en los días de Noé, lo cual causa la destrucción del mundo antidiluviano. Por tanto, la mejor manera de vivir es crecer en el conocimiento de Dios, de manera tal, que al practicar el arte de elegir, podamos procesar de manera adecuada la información que nos llega por medio de los distintos estímulos, para codificar las repuestas correctas para que la resultante sea lo mejor factible. El Salmo 19:14 dice: “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, OH Jehová, roca mía y redentor mío”. El pensamiento cristiano es la unidad de análisis, que es a su vez, una operación psicológica que se lleva a cabo mediante representaciones mentales, que es capaz de seleccionar, razonando en los conceptos bíblicos absolutos, para integrar todo el material bíblico acumulado en nuestra mente, para facilitar la resolución de los problemas que enfrentamos en la vida. Eso es pensar.
Cuando llenamos nuestras mentes de la palabra de Dios, nos dotamos de un inteligente modo de vivir. Somos inteligentes en lo teórico, en lo práctico, en lo social, en lo analítico y sintético y en el ámbito emocional. La palabra de Dios nos orienta para que seamos buenos administradores de la vida personal y para que saquemos provecho de las elecciones de vida. La inteligencia cristiana, de modo general, es la capacidad de dirigir la trayectoria de vida, con la ayuda del Espíritu Santo, hacia la verdad de la Biblia y por ende, hacia la voluntad de Dios.
La inteligencia cristiana consiste en preguntarse: ¿Es esto la voluntad de Dios? La inteligencia cristiana es una actividad mental, de pensamiento, mediante la cual fabricamos conceptos, criterios, raciocinios, e ideas totalmente de acuerdo con la palabra de Dios. Enseñar a pensar de modo cristiano debe se la tarea de los líderes espirituales.

Julio C. Cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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