lunes, 27 de agosto de 2007

La historia de Katadreuffe


Hace unos años vi el film Karakter (1998), que cuenta la historia de un joven abogado de Rótterdam de los años 20, que es acusado de asesinar a su padre, un desalmado alguacil llamado Dreverhaven. Durante el interrogatorio policial, Katadreuffe, el acusado, explicará su desafiante relación con su dominante padre, que llega a convertirse en una batalla de pasión y ambición. El film me conmovió porque el joven Katadreuffe muestra tenacidad y voluntad pese a todos los obstáculos que le presenta la vida. Pese a que su padre, un hombre que todavía no ha aceptado que la madre del joven lo abandonara, derrama su frustración y rabia sobre él, Katadreuffe lucha por sus ideales, y por sus proyectos personales. La vida de Katadreuffe es trágica, conmovedora, extraordinaria, comparable a los mejores mitos griegos, imponentes obras de Shakespeare e historias kafkianas.
Katadreuffe no fijo sus ojos en el rechazo o en las adversidades, él se atrevió a superarse, intentó lo imposible, estudió, leyó, y logró convertirse en abogado. No se conformo con ser uno más, no miró su pasado, se concentró en su presente y fijo metas, objetivos. Jamás se contento con la miseria, la desgracia, la falta de recursos, la indiferencia y la injusticia. Por el contrario se sobrepuso a todo esto y mucho más, logrando salir adelante pese a todo. Al igual que Katadreuffe todas las personas podemos salir adelante, podemos llegar a buen puerto. Lo importante es comenzar y seguir adelante. Con la ayuda de Dios podemos mejorar nuestras vidas. A veces puede parece que no hay una salida, que es imposible encontrar respuestas, que no hay oportunidades, que las pruebas van a aplastarnos, pero Dios es grande y él puede darnos fuerzas para encontrar la salida, para encontrar las respuestas. En los momentos de prueba Dios saca lo mejor de nosotros. Hay que reconocer las debilidades y limitaciones, pero también hay que reconocer que Dios ha dado a los seres humanos capacidades increíbles para poder superar las pruebas. Siempre se puede salir adelante. Katadreuffe se sobrepuso a la adversidad que le rodeaba y nosotros también podemos superar las adversidades. Después de la tormenta siempre salió el sol.

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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