Gobierno de Doce; 10 ª parte
La "Escalera del Éxito" de César Castellanos
En esta nueva entrega de "G12; revelando la realidad acerca del llamado Gobierno de Doce",
me estaré refiriendo a una de las partes centrales de la llamada "visión celular" de César
Castellanos; la que él mismo denomina "la Escalera del Éxito".
Como preámbulo que viene al caso, diremos que en su artículo "La fórmula de Dios para ganar" (1),
Castellanos reitera una serie de premisas que no podemos realmente encontrar en la Biblia, y que
son parte importante de su "visión". El énfasis en "conquistar", "ganar", "diseñar milagros",
"implementar nuevas estrategias", y demás conceptos, algunos cercanos, otros calcados de la
metafísica de la Nueva Era, y de las actuales técnicas del "desarrollo potencial" del individuo, es tan
exagerado como fútil, así como errado, y sin embargo, ese énfasis aludido es pilar básico en cuanto
a la argumentación de su "visión".
En dicho artículo, Castellanos diserta sobre el Logos y el Rhema, haciendo una valoración muy
partidista y distorsionada de ambos conceptos, como veremos a continuación. Empecemos por ahí.
"Existe un punto de falso encuentro entre el cristianismo y la Nueva Era. El G12 se encuentra
justamente ahí"
Tergiversando los conceptos de Logos y Rhema
Logos y Rhema, son dos vocablos de origen griego, que básicamente significan lo siguiente para el
creyente: El Logos es la Palabra escrita, es decir, las Escrituras y la verdad proclamada en ella (Lc.
1: 2; Hchs. 16: 6; Gál. 6: 6; 1 Jn. 2: 7; Ap. 3: 8 etc. etc.), así como el mismo Verbo de Dios (Juan 1:
1). El Rhema, sería la Palabra puntual dada por el Espíritu Santo al creyente (Ro. 10: 8; Ef. 6: 17;
He. 6: 5), siempre basada en el Logos aludido.
Pues bien, al respecto de estos dos conceptos, César Castellanos escribe lo siguiente:
"El rhema equivale a la parte práctica de la Palabra, es decir, es el paso entre el concepto y la
acción. Mientras nos quedemos en el marco conceptual de la Palabra, no daremos fruto. Es
necesario pasar del logos a la dimensión del rhema, entrar a la experiencia viva de la Palabra de
Dios. El rhema es diseñar el milagro y confesarlo en fe". (énfasis nuestro)
No tiene desperdicio esta declaración. Varias cosas nos está diciendo aquí dicho autor. Veamos:
Primero. El Logos (Palabra escrita), no es suficiente para el creyente; por sí solo no hace que el
cristiano de fruto. Eso está diciendo Castellanos.
Segundo. Hace al Rhema superior al Logos. De ahí que en la práctica, se de más importancia a las
profecías, sueños, visiones, visualizaciones, etc. que tienen o dicen tener Castellanos y sus
seguidores, que en definitiva al propio Logos, es decir, la Palabra escrita.
Tercero. Dice que el Rhema es la "experiencia viva de la Palabra de Dios"… ¿y no lo es el Logos?
El Rhema siempre deberá estar basado en el Logos; sin él es palabra que no es de Dios.
Cuarto. ¿Qué querrá decir Castellanos con: "El rhema es diseñar el milagro y confesarlo en fe"?
¿Quién "diseña" el milagro sino Dios? El creyente no "diseña ningún milagro", ni por "visualizarlo",
"soñarlo", ni "confesarlo", ni nada por estilo. Los milagros son sólo de Dios, y Él es el Diseñador,
Autor y Ejecutor. Tampoco depende de la confesión del creyente, sino que depende de que Él lo
quiera hacer…o no.
"Podemos confesar y confesar a voz en cuello, pero los milagros siempre son los que Dios hace, y
cuando Él quiere"
Otra vez, en todo esto vemos la subliminal herejía proveniente de la metafísica, implícita en la
Nueva Era, que enseña que como seres humanos somos como pequeños dioses, o pequeños
cristos, y que por tanto, en nosotros está la capacidad de crear, cosa que SOLAMENTE le
pertenece a Dios que es el Creador, y no a la criatura.
Pero sigamos analizando ese artículo mencionado (2), y veamos algunas frases más, como éstas:
¿Nuevas estrategias para "ganar" almas?
Dice Castellanos que hay que "…implementar nuevas estrategias para ganar almas". Aquí está
poniendo el peso de la salvación de las personas en la estrategia y poder de convicción del seguidor
del G12.
Castellanos coloca el peso de la salvación de las gentes sobre los cristianos. Primeramente, nos
asegura que a través de la creatividad podremos "conquistar la gente como lo hacían los apóstoles"
(3) Dice así:
"La creatividad consiste en hacer las cosas de una forma nueva, de una manera distinta; implica
romper con esquemas, con paradigmas que nos han encasillado durante tanto tiempo,
colocándonos en una prisión intelectual que no admite ninguna clase de cambio…si la tecnología
avanza gracias a la innovación cuánto más nosotros que tenemos la responsabilidad de conquistar"
(énfasis nuestro)
"El G12 coloca el peso de la salvación de las gentes sobre los cristianos"
Vamos por partes. Quien gana las almas es el Espíritu Santo, y no el creyente con su creatividad.
Más adelante en este artículo veremos el por qué del exagerado interés en "ganar almas" por parte
de Castellanos, pero de momento debo decir que la creatividad nada tiene que ver con un cambio
de paradigma, expresión esta de la metafísica; ni con romper con esquemas que supuestamente
nos hayan encasillado… ¿Es que la fuerza del mensaje del Evangelio depende de nuestra habilidad
y (o) creatividad? Pablo dijo:
<
Por lo demás, el verdadero cristiano no está en ninguna "prisión intelectual", sino todo lo contrario:
Dice el apóstol Pablo: <<…habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del
nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno>>
(Colosenses 3: 9-10) (énfasis nuestro)
<<…el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la
mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo>> (1 Corintios 2:
15, 16) (énfasis nuestro)
Como podemos ver, todo esto dista mucho de estar en una "prisión intelectual".
Por otro lado, ¿Dónde en la Biblia se nos dice que nosotros los cristianos tenemos la
"responsabilidad de conquistar"? Como tantas veces hemos ya explicado (ver G12,
revelando…parte 7ª), los cristianos no somos llamados, ni a conquistar las naciones, ni a los
individuos, ni nada por estilo. Los cristianos no forzamos a nadie, ni nos apropiamos de nadie, y ese
es el sentido del verbo conquistar. Eso, lo hace el enemigo…o lo intenta.
"El ejemplo del español conquistando las Américas es sumamente empleado para definir como
supuestamente ha de ser el cristiano de estos tiempos por parte del G12 y similares, es decir, "un
conquistador de las naciones"
Pero lo que sí somos los cristianos es <
(Ro. 8: 38), y eso tiene un significado muy diferente al que hasta la saciedad sostiene Castellanos.
¿Derribando gigantes que "amedrentan la sociedad"?
Y sin embargo, sigue diciendo en ese artículo mencionado:
"Dios quiere que nosotros derribemos los gigantes que amedrentan nuestra sociedad".
Castellanos se equivoca de nuevo. Dios no pide al creyente que derribe ningún gigante que
"amedrenta la sociedad". La sociedad es el mundo, y el mundo está bajo el maligno (ver 1 Juan 5:
19b), y esto es así porque la sociedad como tal, desea hacer la voluntad del diablo, y los hijos de
Dios no podemos obligar a los hijos del diablo a cambiar, poniéndonos por encima de la voluntad de
ellos.
Jesús de Nazaret, cuando se dirigía a los judíos que pretendidamente habían creído en Él (Jn. 8:
31), después de la negación de estos a permanecer en su Palabra y seguirle, el Señor les dice así,
versículos más abajo:
<
44) (énfasis nuestro)
Esta también es la realidad actual en relación a la gente del mundo. Estos desean hacer la voluntad
del diablo, aunque no sean conscientes de ello.
Jesucristo les dio la Palabra del Evangelio, la cual rechazaron. No derribó ningún "gigante que
amedrentara" a esos judíos impíos… ¿deberíamos hacer nosotros algo de lo cual Jesús no nos dio
ejemplo? ¡No!
¡Todo esto no es más que una falacia dominionista, y un enfocar en el ego del creyente, poniendo
además una carga indebida sobre su corazón y sus hombros!
Llegados a este punto, y habiendo tomado un poco el pulso de lo que vamos a comentar en este
estudio, avancemos pues:
1. La Escalera del Éxito de César Castellanos
Dice dicho autor en su libro "La Escalera del Éxito":
"El proceso que garantiza el éxito a toda persona dispuesta a consagrarse en el trabajo celular, es la
Escalera del Éxito" (énfasis nuestro) (4)
Ante la obvia redundancia que expresa el autor, nos preguntamos a qué se está refiriendo
exactamente. En su libro "Liderazgo de éxito a través de los doce", nos dice:
"Hace más de 150 años, el científico Justus Von Liebig, biólogo y químico, descubrió que para el
desarrollo de una planta…se requieren cuatro elementos fundamentales…" (5)
También nos lo dice en letras de molde en su libro "La Escalera del Éxito":
"Así como las plantas necesitan cuatro elementos fundamentales: Nitrógeno, potasio, cal y ácido
fosfórico para desarrollarse y dar fruto; del mismo modo en la vida cristiana hay cuatro escalones
que brindan fertilidad a la visión cuando son aplicados y cuidados como un todo" (6)
Castellanos compara su visión de cuatro escalones, con esos cuatro elementos químicos; ¡extraña
comparación por cierto, ya que hoy en día se sabe que son muchos más elementos los necesarios
para el crecimiento de las plantas!, pero Castellanos insiste en ese punto.
"El científico Justus Von Liebig"
A esos cuatro escalones les llama así: Ganar, Consolidar, Discipular y Enviar. Esta sería la
"Escalera del Éxito", un apelativo un tanto extraño para supuestamente definir la Gran Comisión
que nuestro Señor Jesucristo dio a la Iglesia para cumplir (Mr. 16: 14-18; Lc. 24: 36-49; Jn. 20: 19-
23).
He de señalar que me llamó poderosamente la atención el énfasis comparativo que hace
Castellanos de su "Escalera del Éxito" con la teoría científica de Justus Von Liebig, y me puse a
investigar un poquito. Lo que descubrí me asombró.
Encontré que el mismo ejemplo que nos da Castellanos acerca de Liebig y su teoría de los cuatro
elementos básicos para el crecimiento de las plantas, lo da el señor Ricardo Gevert, de la empresa
Gevert & Reinhardt Ltda., que se ocupa en lo referente al desarrollo estratégico de empresas
pequeñas y medianas, recursos humanos, etc. Gevert es miembro del Strategie Forum e.V., de
Alemania, una de las principales asociaciones especializadas en el desarrollo estratégico. Dice
Gevert:
"La esencia de esta estrategia, Wolfang Mewes la sistematizó y desde hace más de 30 años se la
conoce como EKS (ESC©) en castellano; es decir: Estrategia de Sentidos Concentrados)" (7)
(énfasis del autor)
Es evidente que Castellanos, se ha basado en gran manera a la hora de elaborar su "Escalera del
Éxito", en las investigaciones de Gevert, o de Wolfgang Mewes, investigador de sistemas, el cual
enseñó en los años cincuenta, que "El éxito depende única y exclusivamente de la estrategia"
(acordémonos del énfasis que hace Castellanos acerca de lograr "nuevas estrategias")
"El investigador de sistemas Wolfgang Mewes, creador de la ESC, (Estrategia de Sentidos
Concentrados)"
Gevert mismo define la ESC© (Estrategias de Sentidos Concentrados) como "El Origen del Éxito".
No se puede disimular de dónde se inspiró Castellanos para conseguir su manido título, la "Escalera
del Éxito"... Pero la ESC, es mucho más de lo que parece a priori. Escribe Gevert:
"La ESC es mucho más que una estrategia empresarial. La orientación es filosóficamente cercana al
cristianismo, pero nunca ha sido religiosa, a pesar de que también posee elementos del
pensamiento del sacerdote jesuita Pierre Teilhard de Chardin" (*) (8) (énfasis nuestro)
(*) Teilhard de Chardin (1881-1955), fue un sacerdote de la Compañía de Jesús (Jesuitas), fue
también paleontólogo y filósofo, creyente y expositor del evolucionismo.
Suyo es el concepto Punto Omega, que viene a decir lo siguiente: "Toda evolución se mueve hacia
el punto Omega (punto final). Cuando termine el proceso de evolución, todo se unirá para formar
parte de Dios; el punto Omega".
"El Jesuita Pierre Teilhard de Chardin"
Esa era la filosofía del jesuita Teilhard de Chardin, la de un dios evolucionario acuariano panteísta, y
no la de un Dios personal, como enseña la Biblia. (9)
¿Cómo es posible que un pastor evangélico, como se presenta ante todos Castellanos, llegue a
plagiar y plasmar los sistemas de desarrollo estratégico empresarial, que no dejan de ser sistemas
de este mundo, y que además posee "elementos del pensamiento jesuita de Chardin",
dirigiéndolos a la Iglesia de Jesucristo?
Más adelante en su exposición, Gevert escribe:
"La diferencia entre una buena y una mala estrategia no puede ser tan grande", opinan muchos
escépticos, conservadores y temerosos al cambio de pensamiento. La diferencia del efecto es
ejemplificada con David y Goliat, en donde el "débil" David vence a un Goliat sustancialmente más
fuerte, ¿Por qué? Simplemente porque utilizó sus fuerzas de manera más eficiente y además, en el
punto más eficaz" (10) (énfasis nuestro)
Todos los cristianos sabemos que eso no fue así, sino que David venció a Goliat, porque fue contra
él en el nombre de Jehová de los ejércitos, y fue Dios quien propició la victoria, porque Suya es, la
batalla y la victoria.
Curiosamente, Castellanos en su artículo comentado al principio (11), también hace una especial
mención al caso de David contra Goliat; ¿casualidad?, y dice así:
"1 de Samuel 17: 40-49, habla de la victoria de David y la derrota de Goliat. Todo lo que tenía David
para combatir a aquel gigante que amenazaba a su pueblo eran cinco piedras y una honda. La
habilidad de este jovencito fue adquirida en su trabajo" (énfasis nuestro)
Básicamente Castellanos nos está diciendo lo mismo que Gevert, quien además declara ser un no
creyente.
David no venció a Goliat porque previamente había adquirido su "habilidad en su trabajo" como
pastor de las ovejas de su padre Isaí, ni tampoco fue el caso, por saber utilizar "sus fuerzas de
manera más eficiente",sino porque Dios estaba con Él. Dios impulsó la piedra que David lanzó
con su honda con una velocidad y fuerza sobrehumanas, y por eso pudo horadar el caso del filisteo,
su cráneo, y hundirse en su cerebro.
El mérito no fue de David, sino de Dios. David sólo se prestó a obedecer en fe.
"El Sr. Ricardo Gevert, de Gevert & Reinhardt Ltda."
Claramente vemos que Castellanos, siguiendo los principios absolutamente secularizados del
"pensamiento estratégico", pretende aplicarlos a la Iglesia y a su funcionalidad. En el cumplimiento
de la Gran Comisión, el "éxito" de la misma no depende de ninguna estrategia humana, sino de la
sana y pura obediencia a Cristo, y de permitir que sea el Espíritu Santo, y no tan sólo el factor
humano y su estrategia y eficiencia, el que haga la obra, la cual de todos modos, es de Aquél.
¿Realmente esa "Escalera del Éxito", que suena a plagio en referencia a "El Origen del Éxito" de
Gevert, y es un enunciado típico del mundo del marketing comercial, sería el modus operandi para
cumplir con la Gran Comisión de Jesucristo?
¿Y qué de todos los millares de cristianos que nos precedieron y que no tenían ni idea de todas
esas técnicas presuntamente exitosas? ¿Es que Dios nos comisionó para sobreedificar empleando
técnicas de este mundo?... ¡Por favor! ¡El fin no justifica los medios!
Es muy importante cómo hacemos la obra que Cristo nos encargó. Pablo enseña a los Corintios:
<
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo>> (1 Co. 3: 10) (énfasis
nuestro)
Realmente, nos damos perfecta cuenta de que toda la Visión de Castellanos no está basada
en Cristo como fundamento, sino que ella es el fundamento de sí misma.
Teniendo todo esto en mente, sigamos adelante viendo lo que enseña Castellanos acerca de la
cuestión. Veamos ahora acerca de esos cuatro escalones que conforman su manida "Escalera del
Éxito":
I. Ganar- Para definirlo, Castellanos dice:
"Ganar es un proceso donde anunciamos el evangelio a toda criatura, pero a la vez debemos cuidar
de que puedan dar frutos dignos de arrepentimiento…puesto que el alma es eterna, debemos pedir
a Dios que nos haga expertos en el arte de rescatarlas" (12) (énfasis nuestro)
Cristo nos comisionó a predicar el Evangelio a toda criatura, pero no nos comisionó a rescatarlas o a
ganarlas. Aunque utilizamos comúnmente ese modismo, realmente deberemos admitir que esa es la
exclusiva obra del Espíritu Santo, Quien es realmente experto para rescatar.
Por mucho que nos empeñemos, jamás llegaremos a ser "expertos en ese arte", además de ser esta
una expresión muy ligera.
Dios es quien tiene misericordia de quien quiere tener misericordia, ya que suyo es el conceder el
perdón (Hchs. 8: 22), y suya es la salvación, y no nuestra (Ro. 9: 15). Nosotros no podemos salvar,
ni rescatar a nadie; no podemos forzar a nadie a que se entregue a Cristo. La Biblia enseña que el
crecimiento lo da Dios (1 Co. 3: 7), no nosotros. En todo caso nuestra parte es la de sembrar y
regar. En este sentido, comenta Carvajal:
"Los corintios se estaban haciendo seguidores de hombres, a lo cual Pablo les responde que Pablo
y Apolos únicamente son "servidores por medio de los cuales habéis creído" (1 Co. 3: 4). Pablo
quiere dejar claro que ellos no son más que herramientas que Dios utiliza, y como tales "ni el que
planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento" (1 Co. 3: 7) (13)
Pero como argumento bíblico para apoyar su tesis, Castellanos menciona Proverbios 11: 30; "El que
gana almas es sabio", aunque el contexto de ese versículo no tiene que ver con el sabio salvando
almas. El significado de ese Proverbio, en todo caso, tiene que ver con el saber convivir con los
incrédulos, dándoles nuestro mejor testimonio cristiano.
"Portada del libro de Castellanos <
Las almas no se pierden porque el que lleva la Palabra de salvación "no sabe cómo presentar el
evangelio de Jesucristo correctamente" (14) como dice Castellanos, porque el Espíritu Santo suple
toda deficiencia nuestra; de otro modo, el mérito sería nuestro. Pablo dijo una vez:
"Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con
excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni
mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los
hombres, sino en el poder de Dios" (1 Corintios 2: 1-5)
Esa demostración era la del Espíritu, Pablo, anonadándose el mismo en cuanto a lo natural.
Yo mismo fui ganado y salvado por el Señor, cuando mi mejor amigo que hacía poquito se había
entregado a Cristo, y era muy parco en palabras, sólo me dijo esto: "Miguel, Jesús te ama". Eso
tuvo tal impacto, que me derrumbé ante el Señor; ¿fue por mi amigo que era un "experto en rescatar
almas" que me entregué a Cristo? No, fue por el poder del Espíritu Santo.
La salvación es por gracia, por medio de la fe. La gracia es el poder de Dios que acompaña a la
simple, sencilla, y hasta a veces torpe exposición del Evangelio, que seguro, todo creyente
verdadero puede hacer, incluso un recién convertido (como lo hizo mi amigo). Dice la Escritura que
no es por obras la salvación, que no es por el esfuerzo humano, para que nadie se envanezca (Ef.
2: 8, 9)
II. Consolidar – Dice Castellanos que el "proceso de Consolidación, es iniciado después que el
nuevo hace su decisión por Cristo…consolidación es: "el cuidado y la atención que debemos darle al
nuevo creyente para reproducir en él el carácter de Cristo" (15) (énfasis nuestro)
A priori, parece muy escritural lo que dice el citado autor, pero no lo es realmente. Presten atención.
Estamos de acuerdo en que el recién convertido (siempre que genuinamente lo sea, y no le
hayamos forzado a serlo) necesitará de los cuidados espirituales y naturales consiguientes, pero no
estamos de acuerdo en darle estas cosas "para [nosotros] reproducir en él el carácter de Cristo", ya
que eso es lo que dice Castellanos (léanlo detenidamente).
No estamos de acuerdo, por una razón muy sencilla, ese carácter de Cristo SOLAMENTE lo genera
el Espíritu de Cristo en el creyente, y no nosotros. De otro modo estaríamos manipulando al
individuo efectuando cierto, o mucho control sobre su vida. De ahí tanto énfasis desproporcionado
en la cuestión del sometimiento y sujeción a los "líderes".
En esta misma línea, y basándose en Romanos 8: 29, que dice: "Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo…", y también en
Efesios 4: 13, 15, Carvajal comenta al respecto:
"La Palabra no deja lugar a dudas: es el carácter de Cristo, la mente de Cristo lo que debe ser
reproducido en cada cristiano. ¿Quién es el que obra esto? ¿El líder del G12? En absoluto. Dios
mismo" (16)
Está claro. Y no obstante, yendo mucho más lejos, Castellanos, añade otra cosa en otra parte. Dice
así:
"…el principio de los doce es "un revolucionario modelo de liderazgo que consiste en que la
cabeza de un ministerio selecciona a doce personas para reproducir su carácter y autoridad
en ellos para desarrollar la visión de la iglesia, facilitando así la multiplicación; estas doce
personas seleccionan a otras doce, y éstas a otras doce, para hacer con ellas lo mismo que el
líder ha hecho en sus vidas" (17)(énfasis del autor).
Hermanos, ¿Es esto la Iglesia de Jesucristo, o no es más bien la iglesia del "cabeza de un
ministerio", y a su vez de cada "líder de doce"?... Así pues, ya no se trata de "reproducir en el nuevo
creyente el carácter de Cristo", lo cual ya argumentamos como misión imposible, sino que ahora se
trata de reproducir: sería en mi caso como pastor principal de la congregación donde el Señor me ha
puesto, mi carácter en doce a los que yo escogiera… ¡Pobres hermanos entonces, en quienes mi
carácter hubiera de ser reproducido! ¡Dios les ampare!...
Carvajal apunta en este sentido: "No es el carácter, no es la mente de ningún hombre lo que debe
reproducirse en el cristiano, sino Cristo mismo" (18), y este autor añade: ¿Es que nadie se da cuenta
de que todo esto es un planteamiento abiertamente anticristo? Es colocar al "líder" principal como un
cristo. Justamente ahí se cumplen de nuevo las palabras proféticas del Señor Jesús cuando dijo:
<
Cuando uno pretende que su carácter, a modo del de Cristo se reproduzca en otros, se levanta, a
sabiendas o no, en un falso cristo, esto es, en un "en vez de" Cristo, es decir, en un anticristo.
Reiteramos: Solamente el Espíritu Santo puede, y debe hacer la obra de reproducir el carácter de
Cristo en cada creyente…empezando por el mismo pastor de la congregación, que como en mi
caso, ¡bien lo requiere!
Si nos damos cuenta, Castellanos de una forma extremadamente sutil, está llevando a sus
correligionarios a hacer "la obra del Espíritu Santo" tanto en el llevar el Evangelio a los perdidos, a lo
cual equivocadamente le llama "ganar", como a consolidar a los nuevos, de la manera que lo
enseña, y hemos visto.
"El concepto muy secularizado de líder es ampliamente utilizado por Castellanos, pero a la postre es
dirigido a que el creyente en G12, prácticamente lleve el peso de la salvación del mundo sobre sus
hombros (con sonrisa incorporada)"
Dentro del proceso de Consolidación, se establecen los encuentros (preencuentros; encuentros;
posencuentros). En ellos también se admiten, y sobre todo eso, a miembros de otras iglesias, con el
fin de que tengan ese "encuentro con Jesús" que parece ser, jamás realmente experimentaron antes
(19)
III. Discipular – Escribe Castellanos: "Pero no basta con que la persona escuche el Evangelio o que
asista a una congregación, sino que debemos realizar la tarea de convertirlos en discípulos de
Cristo…" (20) (énfasis nuestro).
¿De veras eso último?...Principalmente, esa es la tarea del Espíritu Santo, Quien es el único que
puede convertir a la persona a Cristo después de que ésta ha escuchado el Evangelio y lo ha
aceptado, y de nuevo, convertirla en un verdadero discípulo de Cristo. Por lo tanto, no podemos
atribuirnos a nosotros mismos la obra del Espíritu Santo. Eso es un error, y un pecado.
Pero Castellanos insiste, diciendo en cuanto a lo que es discipular y su objetivo, que es:
"Preparar a los líderes de células de una manera eficiente, para que cultiven la habilidad de ganar
vidas para Cristo, y luego continuar en los nuevos, el proceso de la visión hasta que se conviertan
en líderes de éxito" (21)(énfasis nuestro).
Cada vez se empantana uno más, conforme se avanza en la exposición de la "Visión". Cada vez, los
elementos ajenos a la Palabra son más numerosos, y se ve con claridad que todo ello redunda en
algo muy diferente y antagónico muchas veces a lo revelado en la Biblia.
Contrariamente a lo que explica Castellanos, bíblicamente discipular, nada tiene que ver con
"células". De hecho la palabra célula, o cosa semejante no viene en la Biblia, y tampoco el concepto
explicado hasta la saciedad por Castellanos (ver G12, revelando….parte 9ª)
Lo más parecido que encontramos en el Nuevo Testamento a esa cuestión, es cuando los discípulos
(y no "líderes" con sus "liderados") se reunían en las casas para partir el pan, comer juntos con
alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo (Hchs. 2: 46,
47), y de esa manera, ante tal testimonio de verdadero amor, y koinonia, el Señor añadía a la Iglesia
cada día los que habían de ser salvos.
Aunque estamos absolutamente de acuerdo con los grupos caseros de estudio de la Palabra, no
vemos en la Biblia ninguna enseñanza que haga referencia a la manida "visión celular" de gobierno
de 12, sino todo lo contrario, en cuanto a que el gobierno deberá ser el del Espíritu Santo, y no el del
"líder" de turno.
El proceso de "discipulado" del G12 y su "visión celular", es el de convertir a los creyentes
en "líderes", pero eso no lo enseña la Biblia, la cual ni siquiera usa ese término.
En cambio, el proceso de discipulado bíblico, es el que lleva a cabo el Espíritu Santo en la vida del
nuevo creyente, Quien es su verdadero Mentor; el aprendizaje de la Palabra y la aplicación de la
misma por parte del nuevo creyente, la cual es su responsabilidad ante Dios; el buen testimonio,
consejo y enseñanza de sus hermanos más mayores, incluyendo aquí el ministerio pastoral y su
magisterio. Eso proporciona al individuo la suficiente confianza y libertad para seguir al Señor, sin
imposiciones liderales. ¡Nada que ver con el tipo falso de discipulado del G12 u otros!
"Habiéndose entregado a Cristo, habiendo recibido el bautismo; el verdadero discipulado es el que
efectúa el Espíritu Santo en la vida del creyente"
Sin embargo, en el proceso del discipulado del G12, el individuo tiene que hacer su "Escuela de
Líderes", que si fuera un tipo de Instituto Bíblico, donde se aprendiera la Biblia, y todo el consejo de
Dios que hay en ella, sería perfecto. Lo triste es que no es así.
Sin entrar demasiado en todos los detalles temáticos que implican los diferentes niveles de la
misma, lo más destacable que podemos apreciar, aparte de los que son obvios, son los que tiene
que ver con el "éxito", "prosperidad", "excelencia", términos, estos y otros, y aplicación de los
mismos que muchas veces, o bien no los encontramos en la Biblia, o bien van más allá de Su
magisterio, y que se proyectan hacia el ego del adepto.
Con la excusa de que se busca un pragmatismo en la enseñanza cristiana, se obvia mucho de todo
lo verdadero al respecto. En el segundo nivel de la "Escuela de líderes", en el apartado Doctrina, se
tocan temas que poco o nada tienen que ver con la sana doctrina. Algunos títulos son los siguientes:
"Célula para el Crecimiento"; "la Visión"; La "Preparación Personal para Liderar"; "Estrategias para el
éxito"; "Motivación para el Crecimiento", etc. Nada encontramos de todo esto en la Biblia.
En el tercer nivel de Doctrina, los temas son similares: "¿Qué es ser Líder?"; "La Personalidad del
Líder"; "El Precio del Liderazgo"; "Principios para un excelente Liderazgo", etc.
Finalizada esa escuela, deberá hacer su tesis, así ya podrá ser "líder" de sus "doce", y luego de sus
"144", necesitará estar preparado para realizar los Encuentros y su Escuela de Líderes. "Necesitará,
por lo tanto, de un entrenamiento para enseñar. Será otro nivel en su formación" (22). A todo eso
Castellanos seguidamente le llama "luchar por la excelencia", pero yo le llamo, intentar poner a
todos los creyentes al mismo nivel de llamamiento, aunque utilizando técnicas, mecanismos y
enseñanza diferentes y hasta contrarios a la Palabra.
Todo ello no es sino redundar en una intensa manipulación y control sobre el individuo,
prefijándole los límites que el diseño de la Visión configuró en su momento, diseño éste
efectuado por mentes muy pensantes que tienen claros sus objetivos hacia la
implementación de la última expresión de la Gran Ramera, para ayudar al levantamiento del
Nuevo Orden Mundial y de sus dos principales líderes, la Bestia Anticristo y su Falso Profeta
(Ap. 13).
Después de pasar por la "Escuela de Maestros", deberá pasar por un "Reencuentro", eso será
"mientras el discípulo está en el segundo nivel de la Escuela de Líderes" (23) Ese "Reencuentro", es
una "ministración mucho más profunda en la vida del líder…" (24).
Si prestamos la suficiente atención, todo gira enrededor de la Visión. Si nos damos cuenta, todo está
totalmente encasillado, y la forma de hacer iglesia para Castellanos, es como si fuera la de una
corporación empresarial estandarizada.
¡Esa NO es la Iglesia de Jesucristo!
"La Iglesia de Jesucristo, no es una empresa comercial, sino una Asamblea santa"
IV. Enviar – es el cuarto y último escalón de la "Escalera del Éxito". Después de mucha
argumentación bíblica al uso para definir su estrategia del Gobierno de Doce, Castellanos en ese su
libro, de nuevo, nos intenta convencer de que debemos ser "ganadores de almas", (25) y dice así:
"…quienes han pasado por el proceso de la manera correcta, les es muy fácil convertirse en
ganadores de almas…deben saber cómo llegar de una manera estratégica a los no creyentes, pues
la meta es atraerlos para luego consolidarlos..." (Énfasis nuestro).
Yo no sé a ustedes, pero a mí me suena esto a estrategias de ventas, y yo las conozco, porque por
muchos años fui vendedor en el pasado. Pero en el Evangelio, nosotros los cristianos no "ganamos
las almas", las gana el Señor para sí, y no debemos usar de métodos manipuladores como el
atraerlos… ¿atraerlos además para una consolidación si realmente no han nacido de nuevo?... ¡Ah!
Claro, ¡para que "obtengan un nuevo nacimiento genuino" en los "Encuentros"! (26)
Castellanos, hablando sobre las excelencias del trabajo de forma homogénea, hombres a hombres,
mujeres a mujeres, jóvenes a jóvenes, etc. dice lo siguiente: "…con el trabajo homogéneo, no se
está dependiendo de determinada zona para lograr el crecimiento, sino que pueden conquistar
personas en toda la ciudad" (27)
¡Es increíble como llega a expresarse Castellanos! ¿"Conquistar personas"?, eso suena como en las
Cruzadas. Entonces, para el líder del G12 no sólo se "conquistan" las naciones y las ciudades, ¡sino
también las personas! Eso también lo vemos en el artículo mencionado al principio de este estudio,
donde Castellanos asegura que:
"La Biblia nos muestra cómo los discípulos ganaban gente. Dice que ellos iban cada día al templo,
es decir, que la gente que los apóstoles conquistaban para Dios era involucrada en la obra" (énfasis
nuestro) (28)
Los apóstoles no "conquistaban" las personas; eso no tiene sentido alguno. No puedo ver en ningún
lugar de la Biblia que se hable de que podamos "lograr el crecimiento", ya que sólo es Dios quien lo
da; y menos aún de "conquistar personas" en toda nuestra ciudad, ni en ninguna parte.
Veo que el creer y seguir toda esta filosofía pseudocristiana, puede llegar a desembocar, si no se
ataja a tiempo, en un codiciar almas, porque cuantas más personas se puedan "conquistar" para la
consolidación, más "fruto" se obtiene, así como la posibilidad de tener muchas células bajo el
liderazgo de uno. Todo ello es una clara apelación al poder y al dominio sobre los demás. En
absoluto es todo esto conforme a la Escritura.
Todo ello, con el pecado que eso supone, sólo redunda en un ego henchido, y en una presunción de
que se está haciendo la obra del evangelio, cuando de ninguna manera es esto así.
En fin, más fuerte se puede gritar, ¡pero no más claro!
Dios les bendiga.
Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España
Enero 2007
www.centrorey.org
Citas:
1. César Castellanos Domínguez, su artículo "La fórmula de Dios para ganar"; publicación cristiana
HECHOS (Acts), Marzo 2006, año 3, nº 32; pág. 51.
2. Íbidem
3. Íbidem
4. César Castellanos; "La "escalera del Éxito"; pág. 33
5. César Castellanos; "Liderazgo de éxito a través de los doce", pág. 328
6. César Castellanos; "La "escalera del Éxito"; pág. 37
7. Ricardo Gevert; www.ilustrados.com/documentos/ESC-EmpresasyOrigenExito.pdf
8. Íbidem; en comunicación personal vía e mail.
9. Pr. Juan Mª Argudo Avellana; "Nueva Era, la conspiración final; pág. 173
10. Ricardo Gevert; www.ilustrados.com/documentos/ESC-EmpresasyOrigenExito.pdf
11. César Castellanos Domínguez, su artículo "La fórmula de Dios para ganar"; publicación cristiana
HECHOS (Acts), Marzo 2006, año 3, nº 32; pág. 51.
12. César Castellanos; "La "escalera del Éxito"; pág. 37
13. F. Carvajal Bermúdez; su estudio "La Visión Celular frente a la Biblia".
14. César Castellanos; "La "escalera del Éxito"; pág. 38
15. Íbidem; pág. 57
16. F. Carvajal Bermúdez; "La Visión Celular frente a la Biblia".
17. César Castellanos; Liderazgo de éxito a través de los doce, págs. 148, 149
18. F. Carvajal Bermúdez; "La Visión Celular frente a la Biblia".
19. César Castellanos; "Liderazgo de éxito a través de los doce", pág. 389
20. Íbid; pág. 49
21. César Castellanos; "La "escalera del Éxito"; pág. 143
22. Ibid; pág. 145
23. Ibid; pág. 146
24. Íbidem
25. Ibid; pág. 166
26. César Castellanos; "Liderazgo de éxito a través de los doce", pág. 389
27. César Castellanos; "La "escalera del Éxito"; pág. 167
28. César Castellanos Domínguez, su artículo "La fórmula de Dios para ganar"; publicación cristiana
HECHOS (Acts), Marzo 2006, año 3, nº 32; pág. 51.
FIN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario