lunes, 9 de julio de 2007

La doctrina de Cristo
Si los seres humanos quieren conocer sinceramente la voluntad de Dios lo único que deben hacer es leer la Biblia. Dios no nos ha dejado abandonados al azar sino que él desea quitar de nuestras mentes la oscuridad intelectual para que entendamos racionalmente la importancia de su palabra. El poder de las sagradas escrituras no solo le da vida a nuestras mentes sino que también le dan vida a nuestros espíritus, dándonos vida espiritual. El salmo 118:105 dice que la palabra de Dios es lámpara a nuestros pies y lumbrera para nuestros caminos. Cristo dijo lo siguiente al referirse a las sagradas escrituras: “Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”. (S. Juan 7:16,17).
Ahora quiero citar 2 de Timoteo 3:16, 17, donde el apóstol Pablo dice que la palabra de Dios es la fuente de instrucción espiritual e intelectual para los cristianos: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Este pasaje bíblico expresa claramente la autoridad de la palabra de Dios. Según estos dos versículos, la palabra de Dios contiene la totalidad de la instrucción intelectual y espiritual necesaria: “Enteramente preparado” se refiere a que las escrituras nos instruyen para saber y conocer lo que Dios quiere de nosotros. “Para toda buena obra” se refiere a la puesta en practica de los preceptos divinos, los cuales cambian nuestros comportamientos, conduciéndonos hacia el amor, la bondad y el bien en general. Isaías 8: 20 dice: “! A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. La Biblia es la doctrina de Cristo. “La Biblia fue escrita con lágrimas y a las lágrimas entregará su mejor tesoro. Dios no tiene nada que decir al hombre frívolo”, escribio A.W. Tozer. Y Mark Twain dijo: "A la mayoría de las personas le preocupan los pasajes de las Escrituras que no comprenden, pero los que me preocupan a mí son los que sí comprendo."
Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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