lunes, 16 de julio de 2007

Anatomía del perdón


David Augsburger dijo: “Puesto que nada de lo que pretendemos es perfecto, ni nada de lo que logramos deja de ser, en cierto grado, humanamente finito y falible, estamos salvados por el perdón”.

El perdón libera, reorganiza la vida, vence a los sentimientos negativos. El perdón es un verbo que siempre tienen en cuenta quienes aman la vida, quienes se aman a sí mismos, y por ende, quienes aman a sus semejantes. El perdón es ineludible para quienes quieren experimentar dicha y liberación interior. Es lo que nos salva de la angustia y de la destructiva falta de sociabilidad. Así, pues, perdonar, por supuesto, no es un proceso fácil. Nuestra mente racional no entiende porque debemos perdonar. Por tanto, perdonar, podemos decir, no es una cuestión de racionalidad. La mente no es suficiente para destruir la difícil red de sentimientos que albergamos cuando somos agredidos por aquellas personas de quienes, justamente, no esperábamos agresión alguna. También, debemos recordar que si perdonar no es una cuestión de racionalidad, teniendo en cuenta que lo que pensamos está íntimamente ligado a nuestras emociones, tampoco es una cuestión de emociones.
Ahora, ¿es posible perdonar? Y si no es cuestión de racionalidad ni de emocionalidad, ¿de qué es cuestión? Perdonar es una cuestión de decisión. Aunque no esté en nuestra mente perdonar, ni tampoco esté en nuestro cerebro emocional, debemos perdonar porque de eso depende nuestra salud psíquica, intrapersonal, y por supuesto, también interpersonal. David Augsburger agrega: “Perdonar es permitir que lo que fue, se vaya; lo que será, venga; lo que es ahora, sea”. El perdón implica querer ser mejor de lo que uno es, implica liberarnos del pasado para así, de esta manera, poder lidiar con el futuro de manera renovada, con fe en nosotros, en los demás, y en las relaciones humanas. Abraham Lincoln dijo: “La mayoría de las personas son tan felices como decidan serlo”. ¿Has decidido ser feliz? ¿Has decidido perdonar para ser mejor persona? ¿Has decidido ver lo positivo en vos y también en tu prójimo? Espero que hayas optado por el perdón porque el primer beneficiado serás tú. El Dr. Jampolski expresó: “Perdonar, por tanto, es el medio para corregir nuestras equivocaciones; nos permite ver solo el amor en los demás y en nosotros, y ninguna otra cosa”. Falta de perdón en el corazón causa mucho dolor físico, mucho dolor emocional y mucho dolor psicológico. Entonces, cuando nosotros perdonamos, porque decidimos, perdonar, es obvio, que los resultados son poli-constructivos ya que nos liberamos de innumerables dolores de diversas índoles. Tener una actitud no perdonadora es aferrarse al sufrimiento. El Dr. Gerald Jampolski dijo: “El odio, la amargura y el revanchismo son agobiantes, contraproducentes e intelectual y emocionalmente agotadoras”. Aferrarse a una actitud no perdonadora es ser amigo de la fiera salvaje de la auto-destrucción.
Perdonar es imprescindible si queremos experimentar amor veraz y cambios positivos en nuestras vidas. El perdón es un acto de decisión volitiva. Ciertamente debemos considerar que todos, en algún momento de debilidad, tenemos, manifiestamente, actitudes prejuiciosas, hirientes y dañinas contra nuestros semejantes. Perdonemos y vivamos el presente, pues el presente es una escalinata que conduce a un futuro con libertad interior. Perdonar es permitir y permitirnos ser felices. Marshal dijo: “Señor cuando nos equivoquemos, concédenos la voluntad de rectificar; y cuando tengamos razón…no permitas que nos hagamos insufribles para el prójimo”.

Julio. C. Cháves.
Escritor78@yahoo.com.ar

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