sábado, 26 de mayo de 2007

Una gran cadena glorbal.


La ficción es extraña, pero la realidad es mucho más extraña. En un futuro no muy lejano, a cada niño al nacer, en toda la faz de la tierra, se le dará un número de identificación, el cual se pondrá en un banco de datos, y se le rastreará de por vida. Hoy por hoy, es notable, que las computadoras se comunican unas con otras vía Internet. Es por esto, que cada día nos acercamos más y más a que la sociedad de hoy se convierta en una sociedad totalmente controlada y rastreada como la literatura de Goerge Orwell y Aldous Huxley. Esto sucederá en esta ‘ERA DE LA INFORMATICA ’. En el futuro todos seres humanos serán eslabones de una gran cadena global totalitaria. Algunos afirman que se usará una tarjeta de identificación universal. Estas medidas serán obligatorias. Esto quiere decir que incluso para conseguir trabajo los individuos deberán presentar la tarjeta de identificación universal. Sin esta tarjeta nadie puede solicitar trabajo de ningún tipo. En el ‘Washington Times ‘, Martín Anderson escribió: “En el futuro la tarjeta de identificación será necesaria para cumplir las regulaciones gubernamentales. Debido a esto, se obligará a las personas que la porten todo el tiempo”. Por otro lado, hay quienes dicen que todas las personas serán controladas por un receptor-transmisor implementado por jeringa, ya que las tarjetas pueden perderse o ser robadas. También hay algunos que declaran que se controlará a las personas con una diminuta micro pastilla (circuito electrónico en miniatura) del tamaño de un grano de arroz que se implantará bajo de la piel.
Así pues, como sea, lo cierto es que las personas en toda la tierra, serán controladas globalmente. George Orwell habló de un hermano mayor, en su novela 1984, que controlaba a su hermano menor. A este respecto, en la Biblia, en Apocalipsis 13:16-18 dice: “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre…pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. Un día el mundo será controlado por un líder mundial. Este impondrá medidas obligatorias de identificación. Cuando esta profecía fue pronunciada por Juan, en la isla de Patmos, no había los adelantos tecnológicos que hay hoy en día. Debido a este dato histórico, es indudable que lo que dijo Juan es infalible. En la actualidad, la global y moderna estructura económica computarizada, respalda la profecía bíblica. El mundo en el futuro será un lugar sin dinero. De seta manera, se controlará toda compra venta; y se llevará registro de toda transacción. El público que leyó ‘1984’ de George Orwell y ‘Brave New World’ de Aldous Huxley, con sus visiones de pesadilla acerca del futuro, rechazan la tecnología y desconfían de las posibilidades implícitas de todo lo que está pasando en el mundo.
‘Los conflictos económicos en todo el mundo piden a gritos una nueva sociedad sin dinero. Muchos minoristas, banqueros, gobiernos, organismos internacionales, y hasta ciudadanos comunes empiezan a exigir un cambio en nuestra actuar manera de hacer transacciones. Las protestas por el cambio se oyen por todo el mundo y de todas las clases sociales, en tanto pasa esto, hay quienes tienen la visión y la tecnología para ejecutar la demanda de estas voces insatisfechas, pero por supuesto, se mantienen al margen, listos responder de súbito cuando las demandas generales alcancen el punto culminante necesario para que entre en el escenario el nuevo orden mundial’. Mi pregunta es: ¿Será este el comienzo del reinado del anticristo? ¿O el anticristo es producto de la imaginación de algunas mentes paranoicas? Eso lo veremos. La realidad es mucho más extraña que la ficción.
Julio C. Cháves.
Escritor78@yahoo.com

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