jueves, 17 de mayo de 2007

La significativa conversación de Nicodemo con Jesús.


“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, sino no está Dios con él”. (Juan 3:1,2). Además de decirle esto a Jesús, le dijo otras cosas, vino al maestro de noche por miedo a perder su reputación, pero de todos algo lo movilizó a que se acercara al salvador del mundo. Nicodemo tal vez haya visto algunos de sus milagros y quedo maravillado de cómo Jesús derramado su amor hacia los más necesitados. El espíritu de Nicodemo esta sediento de Dios. Él sabía y entendía que algo le faltaba. Quizá tenía dinero, popularidad, poder, pero le faltaba algo. Nicodemo quería saber como podía ser salvo, entonces Jesús le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Así pues, Nicodemo no entendía nada. Él buscaba algo más práctico y Jesús le dijo que debía nacer de nuevo. Entonces, desconcertado, Nicodemo preguntó a Jesús: “¿Cómo un hombre puede nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? (Juan 3:4). El maestro le respondió: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, Espíritu es. No te maravilles de que te dije: os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes de donde viene, ni a donde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”. (Juan 3:5-8).
Cuando Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer de nuevo no se refería a un nacimiento físico sino espiritual, se refería a una renovación del corazón y de la personalidad completamente, obrada por el Espíritu Santo. Una persona ha nacido de nuevo cuando Dios interviene en su vida soberanamente, haciéndole entender las cosas espirituales. Muchas personas tienen conocimiento intelectual acerca de Dios, pero esto no es nacer de nuevo. El que no nace de nuevo espiritualmente en Dios a través de la aceptación de Cristo no puede ser salvo. Cuando una persona acepta a Cristo como salvador y le sigue, entonces estamos ante una persona que ha nacido de nuevo. El Espíritu Santo nos convence de pecado y nos acerca a Dios a través del sacrificio de Cristo. David Berkowitz escribió: “Si hay un vacío en su vida y en su alma, ni el dinero, ni el alcohol, ni las drogas le pueden llenar. Conocimiento y educación pueden llenar su mente, pero no su corazón vacío. El sexo no lo puede llenar, ni tampoco la religión. Entonces, ¿Qué puede llenar ese vacío? Al honestamente admitir que ha pecado. Todos hemos pecado, y todos necesitamos arrepentirnos y creer en el evangelio, todos necesitamos creer en Jesucristo que murió por nuestros pecados, resucito de los muertos y ahora esta sentado a la diestra de Dios”. Por favor, no dejes pasar esta oportunidad. Ahí mismo donde estas, recibe la salvación a través de Cristo. El esta parado a la puerta de tu corazón tocando la puerta y llamándote por tu nombre. Es tiempo de abrirle la puerta y dejarle entrar en tu corazón. Jesucristo es nuestra esperanza. Cree en él y nacerás a una nueva vida. Efesios 2:5 dice: “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos”. Colosenses 2:12 dice: “Sepultados juntamente con Él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con Él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos”.

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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